Una década sin conquistar la Premier League y quince años sin reinar en la Champions League es mucho tiempo, demasiado, para un club con la solera del Manchester United, rival de enjundia del Athletic en Dublín en el cierre de la pretemporada para ambos equipos. Con el objetivo de recuperar el terreno perdido en Inglaterra y en Europa encaran el ejercicio entrante los diablos rojos en medio de un mercado estival en el que no han escatimado en gastos a fin de reforzar la plantilla. A futbolistas de la talla de Raphael Varane, Marcus Rashford, Casemiro, Bruno Fernandes, Alejandro Garnacho, Antony Matheus y Jadon Sancho se han unido este verano tres piezas sumamente cotizadas por las cuales el club de Old Trafford ha tenido que realizar una poderosa inversión económica. 

En total son 201 millones de euros los que ha desembolsado hasta la fecha el Manchester United para dar nuevas herramientas al neerlandés Erik ten Hag. Al regreso ocho años después del veterano central Jonny Evans sin costo alguno al finalizar contrato con el Leicester se han unido las destacadas contrataciones del guardameta camerunés André Onana procedente del Inter de Milán por 52,5 millones de euros; el centrocampista Mason Mount del Chelsea por 64,2 millones y el delantero del Atalanta Marcus Hojlund por 85 millones. 

Sin De Gea

El joven ariete danés, catalogado como el nuevo Erling Haaland, es una de las principales promesas del panorama continental y aterriza en el United con un puesto reservado en el top 5 de fichajes más caros en la historia del cuadro inglés. Se trata de un nuevo intento por potenciar una parcela ofensiva en la que el United ha invertido al menos 80 millones por verano desde 2021. Ayer, en Old Trafford, los hombres de Ten Hag, ya sin David de Gea en el plantel, disputaron con el grueso de titulares su penúltimo amistoso de la pretemporada ante el Lens tras la gira por Estados Unidos, donde cedieron frente al Real Madrid (0-2), rival contra el que el Athletic abrirá la liga el próximo sábado en San Mamés.