POR segundo partido consecutivo fue seleccionado por Ernesto Valverde como punta de lanza del ataque del Athletic, una decisión que por otro lado va descubriendo la predilección del técnico de Viandar de la Vera. Iñaki Williams (15-VI-1994, Bilbao) fue el elegido para fajarse con los centrales del Cádiz en el Nuevo Mirandilla, en el primer desplazamiento de los leones esta campaña. Cumplía así su partido 236 consecutivo para seguir ampliando el récord histórico en LaLiga.

En este tercer compromiso de la temporada, “una prueba muy importante para medir nuestra ambición”, según manifestó Valverde, que señala con descaro hacia Europa como lo hace en conjunto toda la institución bilbaina, el delantero centro acaparó el protagonismo que se espera del jugador más adelantado de un equipo en cuanto a relación con el peligro. Fruto de ese hacer, Iñaki encontró portería por primera vez en el presente curso, adelantó al cuadro bilbaino en la Tacita de plata. Desempolvó así su casillero y liberó parte de esa necesidad que viaja en la maleta de los atacantes, ávidos de gol, especialmente en un Iñaki que ha solido vivir cuestionado en esta faceta.

Atento al desarrollo del juego, explotando su principal virtud que es la velocidad, Iñaki se aprovechó de un error en el pase de Arzamendia hacia Fali, cazó el balón en una posición escorada, dribló a Ledesma dentro del área y, con escaso ángulo, envió el balón a la red con un disparo cruzado. Gran definición desde una situación comprometida. La rabiosa celebración representó sus ansias de relacionarse con el gol. La tropa de Valverde encarrilaba así, en el minuto 24 de partido, el camino hacia la ruptura de una racha negativa: durante las cuatro temporadas previas el Athletic no había logrado sumar una victoria en el primer encuentro de la temporada a domicilio. Iñaki ponía la alfombra roja.

Nico Williams aguarda para controlar el balón ante Espino. | FOTO: EFE

Apenas tres minutos después de firmar el 0-1, el delantero de 28 años dispuso de una nueva ocasión para marcar. Óscar de Marcos trazó un centro combado que llegó a peinar, aunque sin dar la dirección adecuada. Pintaba bonito para el atacante en un encuentro donde el Cádiz apenas era capaz de proponer juego y daba rienda suelta a los leones con groseros errores.

Si bien, la alegría de Iñaki dio paso a la tristeza, porque al igual que el fútbol permite resarcirse en un breve lapso de tiempo, en otras ocasiones sucede lo contrario. Mikel Vesga lanzó un pase aéreo buscando la espalda de la zaga gaditana, Nico Williams conectó con el esférico de primeras, persiguiendo un centro, y la pelota impactó en el brazo de Espino. El colegiado Ortiz Arias decretó penalti en el minuto 33.

En la primera pena máxima de la nueva etapa de Valverde en el banquillo, el lanzador fue Iñaki, aunque el entrenador aseguró que no está pautado. Con apenas carrerilla, el delantero rojiblanco disparó hacia la esquina inferior derecha. Ledesma adivinó la intención y atajó el chut. El Athletic invocó así a los demonios que acechan a los leones cuando ejecutan desde los once metros.

Las ganas de resarcirse de Iñaki le llevaron a sacar un fuerte disparo desde la frontal del área apenas cuatro minutos después. El balón se marchó desviado. Lejos de decaer su estado de ánimo, se armó de ambición tratando de sacarse la espina clavada.

El segundo tiempo trajo mayores dosis de tristeza para Iñaki, porque nada más reanudarse el encuentro, cuando el luminoso reflejaba un 47, se fue al suelo. Un golpeó de balón de Arzamendia impactó en el tobillo derecho de Iñaki. Las imágenes dejaron ver con claridad la torsión de la articulación. La asistencia médica accedió al terreno de juego y trató a Iñaki, que no terminó de recuperarse; solo cinco minutos después, el tobillo dijo basta y el jugador se tendió dolorido sobre el césped. En su lugar entró Gorka Guruzeta, que en su primera intervención fabricó el segundo tanto de la noche para el Athletic.

Iñaki pone ahora la mirada hacia el próximo domingo, donde se confirmará si se prolonga una racha de partidos seguidos que nació en abril de 2016 o si el récord toca a su fin. Por de pronto, Valverde avanzó que el jugador presenta un pequeño esguince de tobillo y que queda pendiente de ver qué dictaminan las pruebas médicas correspondientes.

El dato: 7 penaltis fallados de los últimos 11

El castigo de los once metros. El fallo de Iñaki Williams en el lanzamiento desde el punto de penalti frente al Cádiz ahondó en la crisis del Athletic desde los once metros. Los leones han fallado siete de los últimos once lanzamientos. Visto desde otra perspectiva, únicamente ha logrado anotar tres de sus últimas nueve penas máximas, lo que supone una cifra de ocasiones falladas igual a la de los 38 lanzamientos anteriores. Además, con este error del delantero bilbaino se sigue ampliando la diferencia entre el Athletic y el segundo equipo que más penaltis ha fallado en el Siglo XXI de entre los equipos que han estado en Primera División; los leones han marrado 46, por los 38 del siguiente equipo, el Atlético de Madrid.