EL Atlético, rival del Athletic a dieciséis puntos del liderato que defiende un relanzado Real Madrid que asoma con un partido más disputado, los colchoneros no encuentran la regularidad que les ha convertido en una de las grandes potencias europeas en la última década. Desde la llegada de Diego Simeone al banquillo en diciembre de 2011, los madrileños habían exhibido año tras año una solidez como bloque y una pegada ofensiva que han perdido esta temporada para lamento del Cholo, que sufre como nunca desde la banda ante la incapacidad de sus futbolistas para llevar a cabo el plan trazado con éxito durante tantas campañas.

Irreconocible en el trabajo sin balón, el Atlético presenta sus peores registros defensivos con Simeone al haber encajado 24 goles en 20 jornadas de liga, una media de 1,2 tantos en contra por partido nunca vista anteriormente con el argentino al mando de las operaciones. En solo dos de los diez últimos compromisos oficiales, ante el Rayo Vallecano como local en liga (2-0) y frente al humilde Rayo Majadahonda en Copa (0-5), ha sido capaz de sellar su portería un equipo que ha ganado siete veces el trofeo Zamora con sus porteros en las nueve temporadas completas que ha dirigido el Cholo, dos con Courtois y las cinco últimas con Oblak, y que ha pasado de ser inabordable a vulnerable. Basta con recordar la efusiva manera con la que Simeone celebró el domingo el empate a dos goles en la visita al Villarreal para entender el delicado momento que atraviesa el Atlético, que sufrió cuatro derrotas seguidas en liga durante el mes de diciembre.

Mallorca (1-2), Real Madrid (2-0), Sevilla (2-1) y Granada (2-1) consiguieron superar a los colchoneros, que nunca habían cedido en cuatro envites consecutivos con el Cholo como entrenador. El club madrileño, ante tamaña crisis de resultados, salió en defensa del preparador argentino para hacer fuerza en medio de un sombrío escenario solo edulcorado por la agónica clasificación para los octavos de final de la Champions League tras sumar un único punto en el Wanda Metropolitano durante la fase de grupos.

En LaLiga, no en vano, el Atlético cerró la primera vuelta con los peores números de la era Simeone, que alcanzó también el parón de Navidad fuera de los puestos de Champions por segunda vez desde que se hiciera cargo del equipo. Solo había ocurrido en el curso 2016-17, en el que los rojiblancos eran sextos y acabaron el campeonato en tercera posición. Nunca, asimismo, había estado el Atlético del Cholo tan lejos del liderato a estas alturas de la temporada, cuando no cesan las malas noticias relacionadas con las estadísticas.

remontadas en contra

Ponerse por delante en el marcador, sin ir más lejos, también ha dejado de ser un seguro de vida para un equipo que encaja más que nunca y al que le remontan con una llamativa asiduidad. Son doce puntos los que ha perdido el Atlético esta campaña en LaLiga tras ir ganando, el segundo peor registro en el campeonato después del Levante (18) y el doble de puntos que dejaron escapar los de Simeone al término del pasado ejercicio liguero, en el que se proclamaron campeones al sumar 86 puntos.

Una media de 2,26 puntos por jornada firmaron los del Cholo, que un año después figuran lejos de dicho registro al proyectar una insuficiente media de 1,65 puntos por partido que a duras penas les permite mantener su plaza de Champions. Con un Oblak desconocido bajo los palos, una línea defensiva dubitativa y una delantera alejada también de su mejor versión, Simeone explora todo tipo de vías para voltear una situación inesperada al principio de temporada. La Supercopa, con el Athletic como primer adversario en una atractiva semifinal, se enfoca en el cuadro madrileño como una preciada oportunidad para dar un golpe en la mesa y marcar un punto de inflexión de cara al futuro inmediato.

El Atlético, tocado pero no hundido, pone así sus cinco sentidos en un campeonato exprés en el que intentará recuperar su versión más sólida y competitiva a fin de alcanzar la gran final y esquivar las dudas generadas hasta la fecha en una complicada temporada en la que, sin los colmillos perfectamente afilados como de costumbre, asoma más asequible que nunca para sus rivales desde la llegada de Simeone.

Savic y Griezmann, bajas

Simeone prueba alineación

Un 5-3-2. Diego Simeone dio a conocer ayer la lista de veinticuatro jugadores que pusieron rumbo horas después a Arabia Saudí, donde no estarán por lesión el montenegrino Stefan Savic, ni el francés Antoine Griezmann. El central balcánico, indiscutible para el técnico argentino, se ha perdido los siete últimos partidos desde que cayera lesionado el pasado 4 de diciembre ante el Mallorca, mientras que el delantero galo recayó en Copa del percance muscular que sufrió en el derbi contra el Real Madrid después de, además, haberse contagiado de covid-19. En la convocatoria, así las cosas, asoman los canteranos Rojas, Javi Serrano, Alberto Moreno, Carlos Marín y Giuliano Simeone, hijo de un entrenador que, lejos de esconder su plan, mostró ayer sus cartas al probar durante el entrenamiento el posible once inicial frente al Athletic. La alineación, con un sistema de juego basado en el 1-5-3-2, estaría formada por: Oblak; Llorente, Felipe, Giménez, Hermoso, Carrasco, Kondogbia, Koke, Lemar, Correa y Joao Félix. El uruguayo Luis Suárez apunta al banquillo.

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Son los goles que ha encajado el Atlético en las veinte jornadas de liga disputadas, una media de 1,2 tantos en contra por partido nunca antes vista con Simeone en el banquillo.