El fútbol, como la vida, da muchas vueltas. Hay miles de ejemplos de ello. Y claro, el Athletic y sus futbolistas no iban a ser ajenos de ello. Buena fe de ello puede dar Julen Agirrezabala (Donostia, 26-XII-2000), que jugó el domingo frente al Betis en San Mamés y volverá a repetir el miércoles contra el líder de la liga, el Real Madrid.

Dos encuentros de enjundia para un recién llegado a la categoría al que la baja de Unai Simón, que dio positivo en coronavirus en un test que se realizó el pasado viernes, le ha permitido volver a jugar con el primer equipo. No es su primera vez, puesto que en el arranque del curso ya le tocó defender los intereses rojiblancos. Lo hizo ante el Elche y el Barcelona aprovechando las vacaciones de Simón. Su nota, como contra el Betis, de notable alto.

Protagonista este lunes en la sala de prensa de Lezama, el guardameta, que alterna el filial con el primer equipo, donde Marcelino García Toral ha querido que sea uno más y trabaja dentro de su dinámica, ha admitido que “no” es un “marrón” tener que jugar estos dos partidos. Más bien, todo lo contrario. “Para mí es una gran ilusión jugar en Primera. Siempre tengo que estar preparado porque el fútbol tiene estas cosas. Cuando suceden, hay que estar preparados”, ha agregado.

En este sentido, ha señalado que está “contento, muy a gusto y con ganas de más”. Ha admitido, además, que si hace un año, al poco de iniciar la pasada temporada le hubieran dicho que en la presente campaña estaría jugando en Primera División y metido en dinámica del primer equipo no se lo habría creído. “No”, ha recalcado.

Agirrezabala se ha referido también al salto de categoría entre la Primera RFEF y la máxima división del fútbol estatal, poniendo el énfasis “en el ritmo”, que según su criterio “se nota mucho”, pues todo va más rápido, y también “en la calidad técnica de los jugadores”, sin obviar “la presión de los estadios con público”.

Eso sí, no ha ocultado que el trabajo que le toca realizar ya sea jugando con el Athletic o con el Bilbao Athletic es idéntico. “El trabajo del portero es el mismo. Intentar transmitir seguridad bajo palos a todos los jugadores, comunicarme con ellos. E intentar parar todo lo posible, que es la misión del portero”.

MARCELINO

Cuestionado acerca de lo que le pide Marcelino, el entrenador que le ha hecho debutar en la máxima categoría, Agirrezabala, que se ha mostrado muy tranquilo ante los micrófonos en la que ha sido su primera comparecencia de este estilo, ha enumerado las siguientes cuestiones: “Que transmita seguridad desde la portería, que intente ayudar al equipo en los balones aéreos y que me comunique mucho con los jugadores”.

Siguiendo con la figura del entrenador, sin duda una persona que está jugando un papel relevante en su todavía corta carrera profesional, el portero donostiarra, que llegó a Lezama con 17 años, ha asegurado que Marcelino “supone mucho” para él. “Le estoy muy agradecido. Desde el primer momento que llegué me demostró su confianza. Estoy muy a gusto con él en todos los aspectos y con ganas de devolverle la confianza”.

TRANQUILIDAD Y SEGURIDAD

Por último, ha asegurado que no ha sentido “ninguna presión añadida” por el hecho de que su nombre haya sonado con fuerza como futurible del primer desde que llegó a Lezama. “He hecho lo que estaba en mi mano para dar un rendimiento lo más óptimo posible. He ido quemando etapas hasta llegar donde estoy ahora”, ha explicado un Julen Agirrezabala que se ha definido como un portero que intentar “dar seguridad desde atrás, ser valiente en todos los aspectos del juego aéreo”, que le gusta transmitir “confianza a la defensa”, que “intenta parar y dar seguridad con el balón en los pies”.