A maldición del gol, como si de un fenómeno paranormal se tratara, volvió a penalizar y de qué manera al Athletic ante un Sevilla que se valió de la habitual falta de puntería de los leones para llevarse los tres puntos de vuelta a casa. Los rojiblancos, como ya es costumbre, desperdiciaron hasta seis claras ocasiones de gol con dos envíos a la madera incluidos antes del descanso. Iñaki Williams, peleado con la portería rival desde que marcara en la visita al Espanyol el pasado 26 de octubre en la undécima jornada de liga, encadenó su sexto partido consecutivo sin ver puerta y fue el primero en perdonar anoche delante del guardameta marroquí Yassine Bono.

Su manifiesta ocasión para abrir el marcador, registrada en el minuto 9, se produjo tras una defectuosa salida de balón desde atrás de Jules Koundé, cuyo pase interceptó Raúl García para conectar de primeras con el punta bilbaino, quien remató mordido a la media vuelta facilitando así el toque salvador de Bono. Tras dicho error en la definición, el cual no hizo sino remarcar la dificultad de Williams para relacionarse con el gol en una temporada en la que suma tres goles y una asistencia en los diecisiete partidos ligueros disputados, llegaron otras claras opciones de gol para su hermano Nico, Raúl García, Dani García, Unai Vencedor e Iker Muniain, quien mandó al limbo dos remates en boca de gol.

En el primero de ellos pidió penalti el capitán, que fue cazado al armar la pierna sin que el colegiado señalara la pena máxima. El de la Txantrea no cejó en el intento de buscar continuamente al mayor de los Williams al espacio, si bien ningún acercamiento acabó con éxito para desesperación del colectivo, que acusa sobremanera la falta de un delantero centro goleador. No lo es Iñaki, a quien poco o nada cabe reprocharle en cuanto a actitud y persistencia, si bien la única diana que ha firmado en las trece últimas jornadas de liga emborrona un trabajo al que le sigue faltando la trascendental guinda del gol.

Autor de solo seis tantos al término de las dos últimas campañas en el campeonato de la regularidad, solo en una de las ocho que acumula el bilbaino en el primer equipo ha conseguido superar la barrera de los diez goles. Fue en el ejercicio 2018-19, con Eduardo Berizzo y Gaizka Garitano como entrenadores, cuando sobrepasó dicho muro para firmar trece tantos que se mantienen como récord personal para Williams, peleado con el gol como el resto de atacantes de un equipo que disparó anoche en trece ocasiones por seis el Sevilla, aunque en solo una de ellas encontraron portería los hispalenses y fue suficiente para llevarse el gato al agua. Los bilbainos, por su parte, solo probaron a Bono dos veces pese a encañonar hasta en seis oportunidades desde dentro del área rival.

nico, de más a menos

Uno de esos disparos, que hizo levantarse al respetable de sus asientos, lo firmó un eléctrico Nico Williams que trajo por la calle de la amargura al internacional sueco Ludwig Augustinsson en la primera parte. No dejó de intentarlo por la banda derecha el joven extremo rojiblanco, que se quedó cerca de estrenar su casillero de goles como león con un colocado disparo con su pierna izquierda que desvió ligeramente Delaney para que el esférico, con Bono en pleno vuelo baldío, acabara en saque de esquina.

Se echó inmediatamente las manos a la cabeza el menor de los Williams, una constante amenaza para la defensa sevillista durante los primeros 45 minutos. Tras la reanudación, en medio de un bajón generalizado del equipo que permitió sobrevivir con mayor comodidad a los pupilos de Julen Lopetegui, Nico no logró mantener el vertiginoso ritmo de crucero que aplicó al juego hasta el descanso. Tampoco Alex Berenguer, no obstante, consiguió generar problemas por su banda después de sustituir al navarro en el minuto 74, momento en el que tocó a su fin la primera alianza como titulares de los Williams en San Mamés.

Iñaki Williams, autor de un solo gol en las trece últimas jornadas, sigue estancado en las tres dianas esta temporada

Su hermano Nico, titular junto a él por primera vez en San Mamés, rozó su primer tanto como león en la primera mitad