Alex Petxarroman (Donostia, 1997), único fichaje rojiblanco de la temporada, ha tenido que esperar doce jornadas de liga para estrenarse como león. Marcelino García Toral, que en los tres meses de competición recorridos hasta la fecha no le había dado bola, echó mano de sus servicios con el derbi cuesta arriba. Con el 1-0 en contra, el lateral sustituyó a Berenguer en el minuto 79. En Anoeta y ante la Real Sociedad, el equipo en cuyas categorías inferiores se ha hecho como jugador, Petxarroman, en su antigua casa, debutó en partido oficial con la camiseta del Athletic. Su incidencia en el encuentro fue mínima, pero con él en el campo llegó el gol del empate de Muniain en el tiempo de descuento. Un buen sabor de boca para el donostiarra, que en estos momentos figura como el tercer lateral derecho en el orden de preferencias del técnico asturiano. "Fue un partido muy especial, tanto por el ambiente como por ser un derbi y debutar ante el equipo en el que he estado trece años. Me encontré muy bien y creo que aproveché los minutos. El hecho fue un poco diferente, porque salí a calentar pero Yeray tenía unas molestias y entonces salió Nuñez a calentar. Me senté en el banquillo y justo me llamó 'Marce' y me dijo que me pusiera la camiseta. En ese momento no pensé en nada y salté al campo", ha destacado Petxarroman este miércoles en rueda de prensa después del entrenamiento en Lezama.

El nivel que puede ofrecer Petxarroman es una incógnita a día de hoy. Suma once minutos en Primera División (antes había jugado con el Sanse en Segunda B) y su participación en la pasada pretemporada fue suficiente para convencer a Marcelino para integrar la nómina de jugadores del primer equipo. El pasado junio, el donostiarra, al que el Athletic controlaba desde juveniles, prefirió no esperar a que la Real le ofreciese un nuevo acuerdo para jugar con el filial en Segunda División. Seducido por la opción de saltar a la máxima categoría, con 24 años de edad hizo una apuesta de largo recorrido y firmó tres cursos como rojiblanco. Algo de lo que no se arrepiente. "He estado tranquilo, entrenando a tope y esperando mi oportunidad. En el fútbol se dan muchas circunstancias. Yo vine con la idea clara de quedarme, que es lo que conseguí, y de ayudar al equipo. Y lo importante es que el equipo está bien. Desde el primer momento que vine aquí sabía que era un sitio en el que iba a ser muy complicado jugar. Pero no he dudado nunca de mi elección", ha afirmado Petxarroman, que confía en sumar los tres puntos ante el Cádiz en San Mamés para hacer bueno el punto del pasado domingo.

MUCHA COMPETENCIA

Al comienzo de la temporada, el puesto del lateral derecho no tenía un dueño fijo, y eso que había cuatro candidatos, algo poco habitual para una demarcación tan específica. Una inoportuna lesión muscular dejó fuera de la terna a Petxarroman antes del primer partido de LaLiga. Óscar de Marcos fue el primer elegido por Marcelino y también se lesionó. Acto seguido, Iñigo Lekue no tardó en asentarse como el titular indiscutible. Se lo ha ganado con su juego, aportando soluciones ofensivas y mostrándose muy seguro en tareas defensivas. De Marcos ha relevado al deustuarra cuando este ha pasado al costado izquierdo, como el pasado domingo en Anoeta. Ahora, la tercera vía para la banda derecha es Petxarroman, que va a seguir teniendo complicado sumar minutos. Pero el donostiarra confía en sus posibilidades: "Intento pensar lo menos posible en lo que ha pasado estas once jornadas. Las cosas se han dado así, quedan muchos partidos y seguro que tendré minutos".

El que parece que no cuenta para nada es Ander Capa. La negociación para su ampliación de contrato, que expira el próximo junio, está estancada, y desde que se aireó la disparidad de criterios entre el jugador y el club, la verdad es que el portugalujo ha desaparecido del césped. Capa, junto a Jokin Ezkieta y los lesionados Yuri Berchiche y Peru Nolaskoain, son los únicos integrantes de la primera plantilla que no han sumado ningún minuto en lo que va de curso. Sobre lo que le reclama Marcelino, Petxarroman se ha limitado a decir que le pide que esté preparado "para cuando llegue el momento y que entrene a tope". "Sé que mi nombre está para cualquier partido, a partir de ahí, el míster decide", ha apostillado el donostiarra.