Este mes se cumple un año del debut de Unai Vencedor, bilbaino de Rekalde nacido en el 2000. Medio centro con dotes organizativas, acabó convenciendo a Garitano y es indiscutible para Marcelino. Su rendimiento no ha experimentado grandes variaciones con el relevo en el banquillo. Reconoce que poco a poco va soltándose y no disimula su carácter optimista, tampoco su plena identificación con el club. Aspira a todo en el Athletic, persuadido de que está capacitado para derrotar a cualquiera, como se comprobó en la reciente Supercopa.

Esto no para. Lo inminente es la visita al Benito Villamarín por una plaza en las semifinales de Copa. ¿Vio el partido del lunes entre el Betis y Osasuna?

-Sí, estuve un rato viéndolo. El Betis es un buen equipo. En San Mamés le ganamos no hace mucho, a ver si podemos repetir en su campo.

El foco está puesto en la Copa, con la actual edición y la final del año anterior pendiente, más todavía después de la conquista de la Supercopa. Todo el mundo parece muy centrado en este torneo.

-Es por la ilusión de la gente después de que ganásemos la Supercopa. Logras un título y lo veo como algo normal. A ver si conseguimos darle más alegrías a la afición.

Este mes se cumple un año de su estreno en el Athletic. Fue ante Osasuna en San Mamés. ¿Le queda muy lejos esa fecha?

-No, no me queda lejos, de hecho puede ser algo hasta reciente para mí. Sigo con las mismas ganas o más que tenía entonces de seguir adelante, sumando partidos en el club de mi vida.

Perdieron ese partido con Osasuna, pero tal vez lo más llamativo de su debut en el primer equipo es que tras el mismo desapareció del mapa, no volvió a jugar el resto de la temporada.

-Hubiese preferido que mi primer partido hubiese acabado con victoria y sí, es verdad que no volví a jugar arriba, regresé al filial, pero yo seguí trabajando.

No dirá que no le extrañó no jugar más.

-Te queda esa cosilla, te preguntas por qué no conseguí entrar más, pero tampoco me lo tomé a mal. Ya digo que seguí centrado en entrenar bien con la intención de hacerlo lo mejor posible cuando llegase la siguiente oportunidad.

Oportunidad que se hizo de rogar, puesto ya en la actual campaña apenas tuvo presencia hasta bien avanzado el mes de noviembre. Jugó un par de ratitos y en la décima jornada salió como titular en casa, precisamente contra el Betis.

-Tardó un poco en llegar, pero siempre el momento acaba llegando. Y para que eso sea así, lo único que hay que hacer es no bajar los brazos e intentarlo con todas las fuerzas.

¿Qué expectativas albergaba en el inicio de esta campaña?

-Bueno, tenía la ilusión de jugar, de que poco a poco iría teniendo más minutos, siempre con el objetivo en la cabeza de quedarme en el club de mi vida.

¿Qué pensaba a medida que corrían las semanas, los meses, y no salía del banquillo?

-Aunque pasó bastante tiempo, lo llevé bien. Sabía que era difícil hacerse un sitio en el equipo.

Incluso Zarraga, que partía más retrasado, fue titular antes que usted, dos jornadas antes contra el Sevilla.

-Me alegré por él, también se lo merecía y solo deseé que lo aprovechase.

Pues hasta la fecha Zarraga vive una circunstancia idéntica a la suya. Asomó y le mandaron de vuelta al filial. Al margen de que se alegrase por él, algo le daría que pensar.

-No, al fin y al cabo somos un equipo, todos estamos a disposición para poder jugar y es el míster el encargado de decidir a quién pone y a quién no.

Al Betis le metieron un soberano repaso, fue un 4-0 probablemente en la tarde más redonda de la última etapa de Garitano, pero esa cita estaba envenenada, la continuidad del técnico estaba en el aire.

-Yo cuando jugué el partido no sabía esto que estás diciendo.

Pues era algo de dominio público, que estaba en la calle.

-Eso era algo que como dices pertenece a la calle y al club, nosotros no éramos conscientes de que las cosas estuviesen como dices. Lo que recuerdo de ese partido es que salí muy contento. La verdad es que todos hicimos un partidazo, nos salió todo bien, fue redondo.

Su debut un año atrás fue un acontecimiento aislado, ahora acumula tres meses jugando con asiduidad como titular. ¿Qué valoración hace de este proceso?

-Desde luego, no jugando creo que no es fácil para nadie, pero si te lo tomas bien y aprovechas la ocasión cuando llega… Ahora juego casi todo y espero seguir así.

Notará los beneficios que da la continuidad.

-Me veo cada vez mejor. Se podría decir que me veo mucho más suelto y con ganas de más.

A su edad, como para no tener ganas de ir a por todas.

-Me doy cuenta de que al principio estaba más nervioso, más tenso sería la palabra correcta. Pero según vas jugando y ves que vuelves a jugar el siguiente partido, y eso pasa una semana y otra, ganas en tranquilidad y entonces las cosas que intentas en el campo salen.

La espera ha merecido la pena.

-Mientras no jugaba, entrené mucho, no desistí para demostrar quién soy y lo que puedo ser. Al final, lo que valen son los partidos que juegas, pero antes de esto hay un período de trabajo intenso donde se ve el tipo de jugador que eres.

Ya, pero entrenar bien no garantiza competir. Antes ha comentado que sin jugar partidos es complicado, sobre todo para la gente que viene de abajo.

-No creo que solo con trabajar muy bien entre semana vayas a jugar, pero soy del pensamiento de que si te cuidas y si te esfuerzas, estarás más cerca de la oportunidad.

¿Su demarcación actual es la que ha ocupado siempre?

-Siempre he jugado de medio centro.

¿De crío en quién se fijaba?

-En Herrera y Gurpegi.

Ninguno era medio centro, aunque Gurpegi sí jugó ahí empezó como media punta, igual que Herrera, y terminó de central.

-Bueno, Herrera era más interior que media punta.

¿Y fuera del Athletic?

-Me fijaba mucho en Pirlo, me gustaba, y en Busquets. De cada uno tratas de sacar lo mejor.

Estos dos sí juegan donde lo hace usted. Esa es su aspiración, ser el que mueve los hilos del equipo desde el círculo central.

-Sí, pero para eso me queda mucho. Me gustaría seguir aportando al Athletic.

¿Dar un buen pase, con ventaja para el compañero, es lo que más le llena?

-Lo que más me gusta es ganar, pero sí, hacer jugar al equipo me llena.

Su velocidad no está en las piernas, sino en la cabeza.

-Se podría decir así. Cada uno tiene sus defectos y sus virtudes, se trata de compensar lo uno con lo otro.

No le agrada hablar mucho de sí mismo.

-No. Bueno, me gusta, pero…

Hablemos del equipo, que vive un momento dulce.

-Ahora estamos en una buena dinámica y hay que aprovecharlo.

A muchos les extraña semejante transformación, no la entienden muy bien. Quizá no es su caso particular, porque su rendimiento es similar, pero…

-Son situaciones diferentes, hay un míster nuevo, otras ideas y nosotros tenemos la misma predisposición para que salga bien y está saliendo bien.

O sea que, pese a lo que pueda parecer, el problema no era el entrenador.

-No, ni mucho menos. Para nada.

Alude a las nuevas ideas de Marcelino, pero sin tiempo material para que arraiguen en el equipo, el funcionamiento es diferente.

-Desde el primer momento Marcelino nos dijo lo que quería del equipo, qué había que hacer, qué es lo que había que mejorar, qué se debía entrenar más y hemos intentado hacerle caso. Y así seguiremos.

Entonces, no es un milagro.

-No es un milagro. Yo, como creo que los demás, quiero hacerlo lo mejor posible. Tanto con Gaizka como con Marcelino me ha movido lo mismo y eso es lo que me hace jugar igual con uno y con otro. Esa es la clave. Mi actitud no depende de quién sea el entrenador. Mi mentalidad es idéntica.

Será consciente de que es un privilegiado por ganar un título en su primer año. Hay muchos futbolistas del Athletic que no saben qué significa eso y han jugado diez años o más.

-Han pasado pocos días de lo de la Supercopa, pero pensando un poco me siento muy afortunado de ser campeón en mi club.

Repite mucho lo de que es del Athletic.

-Es que siempre he sido del Athletic. Es algo que viene de casa, desde pequeño, y del ambiente que crea el equipo, de lo que genera en la calle. No todo el mundo es de un equipo, yo sí.

¿Recuerda cuándo se planteó seriamente ser profesional?

-Siendo sincero, no me lo planteaba así. Hasta ahora no pensaba en que tenía posibilidades, en que iba a llegar. Mi sueño era ser futbolista, como el de muchísima gente, y he tenido la suerte de llegar. El fútbol me gusta.

Pero iría viendo que avanzaba y se acercaba al primer equipo.

-Cuando estás en el Bilbao Athletic ya estás a un escalón de subir al primer equipo. El escalón más complicado. Ahí sí que piensas que estás a nada de conseguirlo, pero antes de eso no.

Algún compañero suyo ha mencionado Europa como meta. Estando a cinco puntos del descenso, suena un tanto optimista.

-Se puede ver desde el punto de vista de que estás a cinco de abajo, pero también hay que pensar en que estamos en una dinámica positiva y que podemos optar a más cosas.

Sería necesario remontar muchos puestos.

-Recortar ocho puntos. Es totalmente factible. Se irá viendo.

¿Hace un mes hubiese afirmado esto?

-El hecho de haber hilado dos victorias seguidas te da un plus, ves que eres capaz de hacerlo y ahora hay que intentar en la Liga lo de ganar dos jornadas seguidas. Somos capaces de ganar a cualquiera.

Quiere decir que esto último siempre lo ha tenido claro, que no lo dice al calor de los últimos resultados.

-Sí, de verdad. Salimos a ganar cada partido.

Ya, nadie sale a perder, pero por ejemplo ¿esperaba derrotar a Madrid y Barcelona en cuestión de tres días?

-Te diría que sí. Cuando fuimos a jugar la Supercopa, quería ganarla y veía al equipo con opciones. En un partido puede pasar de todo. Yo me decía que por qué no primero al Madrid y luego al Barcelona.

Da gusto verle instalado en el optimismo, pero cabría interpretarlo como un defectillo propio de su juventud.

-Tampoco es por ser joven. Va en cada uno, es el hambre de ganar, es confiar en el compañero que tienes al lado y no mirar tanto al equipo que hay delante.

“Lo que más me gusta es ganar, pero hacer jugar al equipo es algo que me llena, aunque para eso todavía me queda mucho”

“Siempre he sido del Athletic, es algo que viene de casa y del ambiente que crea el equipo, de lo que genera en la calle”

“¿Europa? Estamos en una dinámica positiva, podemos optar a más cosas, creo que recortar ocho puntos es totalmente factible”