Esta semana que se cierra, que se recordará como la de la Supercopa, se cumplen cien años del nacimiento de Telmo Zarraonaindia Montoya, Zarra, un futbolista legendario que marcó una época en el Athletic.

Delantero centro de uno de los equipos más recordados de la historia rojiblanca, Zarra jugó quince temporadas en el club del que era hincha desde niño, ganando una Liga, cinco Copas, una Copa Eva Duarte (precursora de la actual Supercopa) y siendo Pichichi de la categoría en seis ocasiones, logrando 335 goles en 354 partidos. Es el máximo goleador de la historia del club y el rematador destacado de una delantera inolvidable que la familia rojiblanca recita de memoria: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza, y cuyo legado se transmite entre generaciones.

El Athletic ha querido rendir homenaje a la figura de Zarra y ha celebrado su centenario junto a dos socios que asistieron a su debut oficial en San Mamés como rojiblanco, el 6 de octubre de 1940.

VÍDEO: ZARRA, 100 AÑOS

RECUERDOS, FOTOS Y VÍDEOS

Ana Lekuona Agirre, de 98 años, y José María Abaitua Bilbao, de 96 años, rememoran la figura de este mito y rescatan algunas anécdotas relacionadas con su trayectoria. Asimismo, el homenaje se completa con fotografías y vídeos sobre Zarra procedentes de los fondos del Athletic Club Museoa, donde el delantero ocupa un lugar destacado en la colección permanente junto a otros grandes mitos del club: Pichichi, Belauste, Gainza, Iribar, Rojo, Guerrero y Eli Ibarra.

Nacido en Asua, Erandio, e hijo del jefe de estación de tren de la localidad, Zarra jugó al balón desde niño junto a sus hermanos, tanto en su pueblo natal como en Mungia, adonde se trasladó con su familia en su primera juventud. Del fútbol de barrio pasó al Erandio, y, tal y como recuerdan Ana Lekuona y Josemari Abaitua, fue fichado por el Athletic después de que anotara 7 de los 9 goles que la selección de Bizkaia le endosó a la de Gipuzkoa en San Mamés.

HISTORIA DEL FÚTBOL

Su trayectoria en el club rojiblanco es una de las más gloriosas de la historia, y tras su retirada en la temporada 1954/55, aún jugó como amateur en el Indautxu y en el Barakaldo CF.

Internacional en veinte ocasiones, marcó veinte goles, siendo el más célebre de ellos el que logró frente a Inglaterra en el Mundial de Brasil de 1950.

Más allá de su fabulosa etapa futbolística, Zarra es recordado en la familia rojiblanca como alguien muy querido y admirado, y, por encima de todo, como una gran persona. Recibió un homenaje por parte del club en 1997, mediante un partido que el Athletic disputó en San Mamés contra un combinado de LaLiga.

Falleció el 23 de febrero de 2006. En Lezama, un busto de Zarra, donado por 25 peñas rojiblancas en 2005, recuerda su figura legendaria, espejo para todas las generaciones futuras del Athletic.