Ha pasado año y medio desde que Mikel Rico (Arrigorriaga, 4-XI-1984) vio vencer su contrato como león obligado, por ende, a encontrar un nuevo destino que halló en un hábitat conocido para él como Huesca, donde a sus 36 años vive una segunda juventud bajo las órdenes de Míchel.

Primera victoria del curso en liga ante el Alavés y triunfo también en Copa prórroga mediante. ¿Llegan en el mejor momento a San Mamés?

—En cuanto a resultados sí, porque no habíamos ganado hasta ahora, pero el equipo tiene más y mejores sensaciones que puntos. Hemos competido en prácticamente todos los partidos y aunque estemos abajo en la clasificación y nos cueste ganar, en trece jornadas solo hemos perdido cuatro partidos.

¿Cómo definiría a este Huesca?

—Somos un equipo con personalidad. Un Huesca que quiere jugar igual que el año pasado al ser el estilo que nos trajo hasta aquí. Queremos ser protagonistas, tener el balón, jugarlo desde atrás, presionar alto y no salir al campo a verlas venir, sino a intentar ser protagonistas como digo.

El partido de mañana será especial para usted. Su primera vez en la nueva 'Catedral' como visitante.

—Sí, va a ser la primera vez y será una sensación rara desde que entre por tener que ir al vestuario visitante y no jugar con la camiseta del Athletic en San Mamés.

Le dará pena que no haya público en las gradas para reencontrarse también con la que fue su afición durante seis años.

—Así es. Volver a la que ha sido mi casa durante seis temporadas habiendo público después de la despedida que tuvimos habría sido muy especial, pero el fútbol me ha dado al menos la oportunidad de volver a San Mamés, lo cual no esperaba cuando salí de allí. Con eso me doy por satisfecho.

Salvo por una pequeña lesión y el covid-19 está jugando prácticamente todo. ¿Ha recuperado la confianza en Huesca?

—Bueno, en mi último año en el Athletic no jugué prácticamente nada, creo que solo cuatro partidos, y sí es verdad que hasta yo tuve dudas de si podía rendir a buen nivel en cuanto a capacidad física, pero la pasada temporada Míchel me dio toda la confianza del mundo. Soy una persona que siempre entreno a tope, jugué los 42 partidos de liga, 40 como titular, hice siete goles y ascendimos. Son datos que te hacen ver que eres importante, te sientes valorado y rindes. Este año está siendo un poco similar y estoy feliz y disfrutando.

Tras superar el coronavirus a Yuri Berchiche se le ha realizado un examen exhaustivo para identificar posibles secuelas en su rendimiento físico. ¿Sintió alguna limitación también usted?

—Yo no he tenido ningún síntoma durante el covid, ni después. Si no me dicen que lo tengo, no me entero. Desde el primer día en casa estuve trabajando y entrenando al máximo por las mañanas y por las tardes y he tenido la suerte de no haberme enterado de nada.

Retomando su paso por el Athletic, ha pasado año y medio desde su salida del club. ¿Cómo la recuerda?

—De forma natural. Era algo que tenía que pasar. No estaba jugando prácticamente nada, tenía 34 años, había gente de abajo que venía apretando y se estaba haciendo una especie de cambio. Fue natural, normal, con una despedida brutal. Siempre noté el cariño de la afición tanto en la calle, como en San Mamés, por lo que mi recuerdo es muy bueno.

No tiene entonces nada que achacar a Garitano, ni a Alkorta.

—No tengo nada que achacarles, para nada. Fueron muy claros conmigo, que es lo que más se puede agradecer para bien o para mal, que te digan si sí o si no. Fue Gaizka uno de los que me lo dijo directamente y sin problema. Sé que él me tenía mucho cariño, mucha estima y mucho respeto y con eso me quedo. Que no contase conmigo a nivel deportivo, es que igual tampoco me pilló en mi mejor momento, pero tenemos buena relación y no achaco nada a nadie.

La figura del técnico está muy discutida. Una derrota mañana podría costarle el cargo.

—Los entrenadores siempre están en el punto de mira y cuando los resultados no salen o el juego no es el que se esperaba siempre hay runrún. No sé qué pasará, pero LaLiga está muy igualada y encadenar dos partidos buenos o malos te da la vida o te mete abajo.

Raúl García causará baja ante ustedes. ¿Le sorprende que fuera suplente en cuatro jornadas consecutivas y su temprana expulsión ante el Real Madrid?

—Tenía ganas de verlo en el campo, pero para nosotros es una buena noticia que no vaya a estar, porque salga de inicio o desde el banquillo te puede hacer gol en cualquier momento y es un tío que contagia. En cuanto a que haya estado cuatro partidos en el banquillo, es algo normal en el mundo del fútbol al ser decisiones del entrenador, mientras que su expulsión del martes, la primera amarilla es muy justita para mí y en la segunda, Raúl siempre mete el pie y roba muchos balones así.

¿Celebrará el gol si marca?

—Sí, me pasó cuando fui a Granada con el Athletic y también al ir allí hace poco con el Huesca. Celebrar un gol sin hacer tonterías y sin volverte loco creo que no es faltar al respeto a nadie. El respeto de un club y de una afición te lo ganas en el día a día siendo profesional mientras estás en ese club.

"Que Garitano no contase conmigo a nivel deportivo, es que igual tampoco me pilló en mi mejor momento"

"El fútbol me ha dado la oportunidad de volver a San Mamés, lo cual no esperaba cuando salí de allí"