El encuentro del sábado en Mestalla dejó mucha letra pequeña en clave Athletic. Fue un choque en el que el conjunto rojiblanco regaló dos puntos al Valencia más pobre de los últimos tiempos, encadenó su tercera jornada consecutiva sin conocer la victoria, volvió a señalar a Gaizka Garitano por su política de cambios en el tramo final del duelo y ratificó la complicada gestión con Iker Muniain, que continúa sin jugar los noventa minutos de un partido y que fue sustituido cinco minutos después de que fuera objeto del penalti que transformó Raúl García para poner el 1-2 provisional. El capitán del Athletic se marchó del césped sensiblemente molesto por su sustitución cuando segundos antes el Valencia cerró el 2-2 definitivo y Garitano se inclinó por blindar el punto al dar entrada a Unai Nuñez y apostar por un sistema conservador de tres centrales. Muniain, como suele ser norma habitual este curso, asomó de nuevo como uno de los damnificados del derioztarra que no se ha entendido por parte del gran público a la falta de explicaciones más detalladas.

Lo cierto es que Muniain ha emergido como uno de los sacrificados en los partidos más espinosos en los que va recorrido de liga. Ha sido titular en diez de las doce jornadas consumidas por los leones y en todas ha sido reemplazado a lo largo de la segunda parte, en la mayoría de los casos para dar entrada a Ohian Sancet, y en las otros dos ha comparecido desde el banquillo (en el derbi de Mendizorrotza y frente al Sevilla en San Mamés, ante el que ha anotado el primero de sus dos goles de esta campaña). En el estreno en Los Cármenes, abandonó el césped con el 2-0 en contra; sucedió lo mismo ante el Cádiz (minuto 61 y con el 0-1 en el marcador), en El Sadar (minuto 87 y 1-0 desfavorable), en Valladolid (minuto 75 y con 2-0 en contra), en Getafe (minuto 71 y con 0-1 a favor de los rojiblancos), ante el Celta en La Catedral (minuto 79 y con el 0-2 en el luminoso) y el sábado en Mestalla. También ha sido sustituido en las victorias en Ipurua (minuto 85 y con 1-1 en el marcador), ante el Levante y Betis (donde marcó su segundo tanto en esta liga), para ser clave, asimismo, en la remontada en San Mamés tras comparecer en el minuto 67 con el 0-1 en contra.

Garitano ha dado muchas vueltas a la cabeza para buscar encaje al hoy capitán. En la primera campaña del derioztara en el banquillo rojiblanco, Muniain no tuvo el rol estelar que se esperaba, quizá porque su perfil no se ajustaba debidamente a la idea del derioztarra, que incluso abocó al navarro a la suplencia en sus dos primeros partidos de liga al frente de los leones (Girona y Alavés), en tanto que en otros dos más ni siquiera llegó a saltar desde el banquillo (en Getafe y en Leganés), duelos en los que Garitano priorizó el músculo sobre otras cualidades. Ya en la pasada temporada, Muniain sí ganó en protagonismo, tanto en liga como en Copa, pese a que el debate y el trajín sobre su posición en el campo se ha prolongado hasta hace muy pocas jornadas. El txantreano ha ejercido en las dos bandas, con más asiduidad en la derecha en los partidos previos a la visita del Sevilla a La Catedral, momento en que pasó a jugar en la media punta, en la que se siente mucho más cómodo.

El calendario no da respiro y Garitano recurrirá a las rotaciones de cara a los tres partidos inmediatos a los que debe hacer frente el Athletic en un intervalo de solo ocho días. Una intensa tacada que arranca el martes con la visita del conjunto rojiblanco a un Real Madrid en estado de gracia y al que los leones no han logrado vencer en los diez anteriores compromisos, además de encadenar tres sin ser capaz de batir la meta blanca. Precisamente, Muniain es el último en león en marcar ante el Madrid y aquello data de la primera vuelta de la liga 2018-19 en San Mamés (1-1) con Eduardo Berizzo en el banquillo bilbaino. El capitán asume el reto cuando se encuentra a las puertas de cumplir 28 años de edad (el sábado) y está a solo tres partidos de subir hasta el noveno cajón del ranking de jugadores con más encuentros disputados en la historia del Athletic.

Los leones acumularán 16 días sin descanso. El mes de diciembre no da tregua, con un calendario y muy apretado, y los rojiblancos sumarán un total de 16 jornadas sin gozar de un día de descanso. Ayer se ejercitaron en Lezama en la sesión de recuperación pospartido y volverán a tener trabajo continuo hasta la comparecencia en Vila-real, tras la cual disfrutarán de las pertinentes vacaciones navideñas debido al parón competitivo.