Gaizka Garitano no podrá repetir el mismo once de las dos últimas jornadas de liga, a saber, Betis en San Mamés y Getafe a domicilio, porque Iñigo Martínezen el encuentro que este viernes enfrentará al Athletic y al Celta en La Catedral. Además, está por ver cómo evolucionan de los problemas con los que regresaron de Madrid Yuri Berchiche y Ander Capa. El primero tuvo que abandonar el terreno de juego a los pocos minutos de iniciar el segundo tiempo debido a un mareo, mientras que el segundo tampoco completó el choque frente al conjunto azulón por un golpe en la pierna. No parecen cuestiones graves, pero será su progreso en estos próximos días el que dictamine si están o no aptos para jugar. La que sí es segura es la ausencia del central de Ondarroa, cuyo hueco en el once ocupará, siempre y cuando no medie contratiempo alguno, Unai Nuñez.

Dos meses después de vestirse de corto por última vez, en el derbi que enfrentó a los bilbainos con el Alavés en Mendizorrotza, al portugalujo le ha llegado su turno. Una nueva oportunidad para reivindicar su valía y hacerle ver a Garitano que está en condiciones de disputarle el puesto a Yeray Álvarez, hecho este que quedó en entredicho con sus últimas actuaciones, que llegaron poco después de unas declaraciones nada acertadas -ni por las formas ni por el momento elegido- del futbolista.

Pero todo eso forma parte ya del pasado, hasta el punto de que hace exactamente dos semanas Nuñez puso fin a los rumores que le situaban fuera del Athletic por su negativa a renovar estampando su firma en un nuevo contrato que le une al conjunto rojiblanco hasta el 30 de junio de 2025, si bien su continuidad en la campaña 2024-25 está condicionada a una seria de objetivos que no se han hecho públicos.

Nuñez tiene ahora una buena oportunidad de hablar sobre el verde. No estuvo a su mejor nivel en los tres partidos en los que reemplazó al lesionado Yeray -Eibar, Cádiz y Alavés-, citas en las que cometió algunos errores de bulto que le costaron goles a su equipo, pero quizá no deba pasarse por alto que, además de que su pretemporada estuvo condicionada por el coronavirus, ya que dio positivo antes del primer entrenamiento, todo el ruido mediático que acompañó a sus palabras pudieron condicionarle en el plano mental.

Ha vivido los seis últimos encuentros del Athletic desde el banquillo, en un segundo plano, en ese rol de tercer central que le parece asignado -y que refrendan los números de las últimas dos temporadas completas-, pero la cita del viernes frente al Celta le puede servir para dar un golpe sobre la mesa de cara a lo que se le avecina al conjunto rojiblanco en los meses de diciembre y enero. No obstante, los leones disputarán un mínimo de trece partidos -once de liga, uno de Supercopa y otro de Copa-, que podrían ser quince en caso de que alcancen la final del torneo que se disputará en Arabia Saudí a mediados del próximo mes y de que superen los diecisesavos de final del torneo copero.

Una situación que obligará a Garitano a mover el banquillo, a realizar rotaciones en distintas demarcaciones, y Nuñez tiene desde este viernes una oportunidad para reivindicarse. Hasta la fecha ha jugado tres partidos, todos ellos completos, por lo que suma 270 minutos de juego. Formará pareja de nuevo con Yeray, con quien compartió titularidad en el amistoso entre Euskadi y Costa Rica del pasado 16 de noviembre, solo un día antes de firmar su renovación. Turno para Nuñez.

270

Minutos son los que lleva disputados Unai Nuñez en la presente temporada, en la que ha participado en tres partidos: Eibar, Cádiz y Alavés, todos ellos formando pareja con Iñigo Martínez.