El fútbol presume de recoger muchas máximas. Unas las ha asumido el gran público como leyes no escritas y otras son objeto de discusión. Una de ellas dice que el centro del campo se entiende como la sala de máquinas de un equipo. Es decir, que el juego pasa por la calidad o perfil de sus centrocampistas, que son los encargados de aplicar en el verde las directrices marcadas por el entrenador. El Athletic, como se sabe, tiene un problema en este matiz tan relevante a la hora de definir y confeccionar su fútbol, muy alejado de la exquisitez visual de equipos referencia a nivel mundial. El colectivo de Gaizka Garitano luce su propio estilo, más rocoso que virtuoso, e incluso su plan es contumaz en muchas ocasiones, lo que reduce cierta libertad creativa de los hombres responsables de dirigir el cotarro, concretamente de los dos futbolistas que forman el doble pivote en la medular, una posición causa de continuos debates y que no termina de encontrar su sociedad más creíble transcurridos los siete primeros encuentros de liga.

Garitano aún no ha dado con la tecla en la medular a lo largo del camino recorrido hasta la fecha por los leones, que tienen pendiente el partido aplazado frente al Barcelona correspondiente a la segunda jornada. El derioztarra ha probado con varias fórmulas y la más novedosa se remite al encuentro del pasado sábado ante el Sevilla, con la titularidad del canterano Oier Zarraga como pareja de baile del intocable Dani García, por lo que ya son cinco los futbolistas que ha utilizado el entrenador en el doble pivote. Esta apuesta ante el equipo de Julen Lopetegui le duró 54 minutos, momento en que sustituyó al getxotarra, aunque criado en Mungia, para dar entrada a Unai López, en tanto que trece minutos después, en el 67, le tocó el turno a Dani García, que dejó su sitio a Mikel Vesga. De esta manera, Garitano reemplazó su doble pivote en el segundo acto del partido y que coincidió con la remontada posterior. Recurrió a cuatro de los cinco futbolistas (Unai Vencedor no llegó a comparecer), que pueden ejercer teóricamente en esa posición. No sólo cambió a los dos jugadores mencionados, sino que también lo hizo con los hombres de banda, Álex Berenguer y Jon Morcillo, que habían iniciado el encuentro, lo que retrata la inestabilidad en la parcela ancha, que, en este caso, sí dio su fruto a modo de una sufrida victoria.

El técnico rojiblanco ha tirado de recursos a lo largo de estos siete compromisos, saldados con tres victorias y cuatro derrotas, y nunca ha acabado un partido con el mismo doble pivote que lo había empezado. Lo más cercano a esta realidad tuvo lugar en el derbi de Ipurua, cuando Dani García, el único que ha sido titular en todas las jornadas, y Unai López, el dúo más reiterado por parte de Garitano ya que han partido juntos de inicio en cinco de estos encuentros, arrancaron el choque ante el Eibar y solo el segundo fue sustituido ya en tiempo de descuento para dar entrada a Vesga, un movimiento que buscaba reforzar el trabajo defensivo para asegurar los tres puntos, los primeros sumados por el Athletic en esta liga. En el resto de partidos, Garitano se ha visto obligado a retocar la medular en función de las necesidades de juego y, sobre todo, cuando el marcador lo tenía en contra.

Así fue ya en el estreno en Los Cármenes. Garitano tiró de Dani García y Vesga, una sociedad argumentada en la contención por encima de la creación, pero cuando el partido se le puso cuesta arriba tuvo que recular en el segundo acto, en el que sustituyó a los dos. Primero lo hizo con Vesga, que dejó su sitio a Una López, y después lo hizo con el de Zumarraga para dar entrada a Unai Vencedor, una chaval que tiene buen pinta pero al que el técnico le ha dado muy poco chance en lo consumado de curso. La modificación no impidió la derrota, como tampoco ocurrió ante el Cádiz, donde Kenan Kodro, en un cambio ofensivo y a la desesperada, reemplazó a Unai López. El donostiarra fue también el sacrificado tres días después en Mendizorrotza para dar la alternartiva a Iker Muniain, que ejerció más adelantado y bajo un sistema táctico variado por las circunstancias. Ante el Levante, Zarraga sustituyó a Unai López y minutos después entró Vencedor para formar pareja con Dani García. En El Sadar, este último volvió a jugar los noventa minutos, no así Unai López, de nuevo sustituido por Zarraga. Ante Osasuna los cambios no tuvieron recompensa, frente al Sevilla, en cambio, sí, por lo que habrá que esperar a la fórmula que escenifique Garitano el domingo en Valladolid.

Dani García. Es prácticamente intocable para Gaizka Garitano desde que este accediera al banquillo del Athletic. Ha sido titular en los siete partidos de liga, pero ha sido sustituido en tres de ellos. Ha completado 585 minutos.

Unai López. Se ha ganado ya la confianza del entrenador y ha dado un paso hacia adelante en su crecimiento. Ha participado en los siete encuentros, cinco de ellos como titular, ha marcado dos goles y acumula un total de 485 minutos.

Mikel Vesga. Ha perdido protagonismo y solo ha comparecido en tres duelos, el último ante el Sevilla en el que fue clave para la remontada, con una única titularidad, en el debut en Granada. Su presencia se reduce a 80 minutos.

Oier Zarraga. Es el último valor de la cantera en asomar. Debutó ante el Levante y ha jugado en tres partidos, con su inesperada titularidad el pasado sábado en San Mamés. El canterano lleva recorridos 77 minutos.

Unai Vencedor. Dicen que es uno de los productos de Lezama a tener encuentra para el futuro, si bien esta temporada apenas ha entrado en los planes de Garitano. Acumula solo 16 minutos en sus dos comparecencias.