El triunfo sellado el domingo en Ipurua ha relanzado al Athletic, sobre todo porque desactivó el aura de pesimismo que rodeó al entorno a causa de la derrota sufrida en el debut liguero que llegó acompañada de una mala imagen. El éxito del derbi frente al Eibar debe tener continuidad y, sobre todo, cuando hoy tiene lugar el estreno este curso en San Mamés, que, pese a ofrecer la habitual imagen desoladora de las gradas vacías desde que estalló la pandemia del covid-19, ofrece su carga emotiva y simbólica por lo que representa. De ahí la importancia de que el colectivo rojiblanco sume su segunda victoria consecutiva a costa del Cádiz, que regresa a Bilbao 14 años y medio después y donde no ha ganado nunca en competición liguera, que le permitiría dar un salto en la tabla en una semana propicia, aunque, para ello, debe driblar a un posible exceso de relax que lo puede llegar a pagar muy caro.

Al Athletic solo le vale ganar. Cualquier otro resultado que no sea la cosecha de los tres puntos se entendería como un tropezón que reabriría un nuevo debate sobre el proyecto. El Cádiz, que llega a Bilbao tras caer en el Ramón de Carranza frente al Sevilla, es uno de los rivales más asequibles y el conjunto de Gaizka Garitano es consciente de que tiene que imponer su poderío y hacer caja ante la llegada de tiempos más exigentes. Junto a ello, asoma el punto íntimo. No en vano, los leones han encadenado derrota tras derrota en sus tres anteriores duelos, inscritos en la pasada liga, en La Catedral (Real Madrid, Sevilla y Leganés), por lo que necesita recuperar este trozo de autoestima frente al cuadro cadista, que se presenta con algunas bajas y novedades en su once. Con todo, el Athletic no se puede fiar de un equipo que ha firmado su única victoria en tres jornadas lejos de su feudo, cuando superó al Huesca en El Alcoraz por 0-2, y que tiene el contragolpe como su principal arma.

El perfil del encuentro presenta a un Cádiz al que se le espera resguardado en su zona para fiarlo a llegadas esporádicas que puedan sorprender a un conjunto rojiblanco que está avisado y que requiere de no rebajar la concentración para evitar disgustos. Garitano adelantó ayer que no tiene pensado aplicar una política de rotaciones pese a tratarse de una jornada intersemanal y cuando el próximo compromiso data 72 horas después con otro derbi, en este caso en Mendizorrotza frente al Alavés, y en el que sí refrescará el once inicial. Con todo, ni Yeray ni Peru Nolaskoain, lo mismo que Ibai Gómez, estarán disponibles ni hoy ni el domingo en Gasteiz, por lo que deberán aguardar hasta mediados de mes, tras un nuevo parón liguero, aunque en el supuesto del bilbaino se antoja un plazo mayor para volver a competir. Así las cosas, el derioztarra podría repetir el mismo plan que puso en liza en Ipurua y que tan buen resultado le dio, aunque no habría que descartar algún retoque, que podría darse en la presencia de inicio de Iñigo Córdoba en lugar de Jon Morcillo, que ha proyectado muy buenas sensaciones en los dos partidos anteriores pero que podría gozar de un pequeño respiro. Otro incógnita reside en la disposición ofensiva, si vuelve a apostar con Williams como nueve o lo hará con Raúl García, con lo que en este caso Iker Muniain ejercería en la media punta, la posición en la que se muestra más a gusto.

El Athletic aguarda al equipo de Cervera, que ha dejado en casa al veterano portero Cifuentes, retocará la medular y podría dejar de inicio en el banquillo a Negredo.

Molestias en el tobillo operado. La última sesión de entrenamiento que efectuó la plantilla del Athletic de cara al partido de hoy en San Mamés frente al Cádiz deparó la negativa noticia de la lesión que sufrió Óscar de Marcos, que se perderá el duelo ante el cuadro cadista. El segundo capitán rojiblanco, según el parte médico del club, se retiró de la sesión preparatoria por culpa de unas molestias en el tobillo izquierdo, precisamente del que fue intervenido quirúrgicamente el diciembre pasado y que le mantuvo en el dique seco durante más de medio año. Ante ello, Garitano reclutó en la convocatoria al cachorro Aitor Paredes, que ya jugó en los amistosos de los leones ante la UD Logroñés y el Alavés.