Se trata de una decisión que prácticamente es irreversible, aunque, como se sabe, en el mundo del fútbol no se puede hablar de certezas máximas. Iñigo Vicente (Derio, 6 de enero de 1998) verá cumplido un sueño y este será el curso en el que confía en dar ese salto que tanto anhela. El fino jugador vizcaino no abandonará el Athletic como le ocurriera un año atrás, cuando aceptó la oferta de salir cedido al Mirandés, y se quedará en la primera plantilla con el deseo de convencer a Gaizka Garitano a corto plazo, pese a que no ha sido una pretemporada cómoda para Iñigo Vicente, que tuvo que esperar al doble enfrentamiento amistoso disputado por los leones frente al Sevilla el pasado viernes en San Pedro del Pinatar para reivindicarse en sus veinte minutos de comparecencia, en los que fue determinante en el triunfo de los rojiblancos en el segundo de los dos duelos con el equipo hispalense. Aquello ocurrió una semana después de que recibiera todo un jarro de agua fría al quedarse fuera de la convocatoria, el único jugador disponible del que prescindió el técnico, para el estreno liguero en Los Cármenes y que se vio acentuado con la adjudicación provisional del dorsal número 26, indicios que hacían dudar de su posible continuidad en Lezama.

Iñigo Vicente es un cabezón en el buen sentido de la palabra. Lo ha dicho por activa y por pasiva en su círculo cercano y lo reiteró durante una entrevista concedida a este diario durante el confinamiento en primavera: "Quiero ser el mejor en todo, siempre quiero ganarlo todo, quiero meter el mayor número de goles, de asistencias...". El derioztarra quiere triunfar en el Athletic pese a la dificultad que entraña. No se da por rendido, porque, como bien recuerdan los que le conocen de primera mano, nadie le ha regalado nada. Le echaron de Lezama tras no pasar el corte en categoría infantil, se rehizo en el Danok Bat y el Athletic le recuperó para la causa cuando tenía ofertas de otros clubes. Iñigo cumplió con las expectativas y marcó registros históricos en el juvenil de Honor, con una tarjeta de 30 goles en la campaña 2015-16, con lo que igualaba el récord sellado tres años antes por Iñaki Williams, pero con el añadido que lo ejecutó en 26 partidos frente a los 31 que necesitó el bilbaino, con el que comparte vestuario este ejercicio.

Lo cierto es que Iñigo Vicente ya conoce que se ha cerrado cualquier opción de salir cedido en lo que resta de vigencia del mercado de fichajes, que baja la persiana el próximo 5 de octubre. La fortaleza mental es una de las virtudes de un futbolista que ofrece un perfil único y sin parangón en la primera plantilla, aunque quizá colisione frontalmente con el ideario del propio Garitano, si bien resulta contradictorio que en su etapa en el banquillo del Bilbao Athletic el delantero ejerciera un rol muy importante en el filial. Sin embargo, ese feeling no tuvo continuidad el pasado verano, cuando el entrenador le abrió las puertas para que saliera cedido al Mirandés, donde ejerció a las órdenes de Andoni Iraola. 36 partidos, cuatro de ellos en Copa, y cinco goles lucen en su currículum en el conjunto burgalés, en el que se curtió en una categoría tan exigente como es la Segunda División.

Iñigo Vicente, que tiene contrato con el Athletic hasta el 30 de junio de 2023 con una cláusula de rescisión que se eleva a los 40 millones de euros, no lo tiene nada fácil para ganarse la confianza de Garitano, que sorprendió en una comparecencia en agosto en la que envió un inesperado mensaje al futbolista. "Iñigo viene de una cesión en el Mirandés, le conozco bien, le he tenido. Está trabajando bien. Pero para pasar de suplente en el Mirandés a titular en el Athletic hace falta dar un salto. Confiamos en él, me gusta mucho, siempre lo he dicho. Depende del rendimiento y la necesidad si se queda, está trabajando bien", expresó un mes atrás el técnico rojiblanco que, en los amistosos de la pretemporada, no le ha dado al futbolista el protagonismo deseado. La irrupción de Jon Morcillo, pero Iñigo Vicente, como demostrara hace una semana ante el Sevilla, puede jugar en otras posiciones y sacar detalles de su chistera.

caso larrazabal

Iñigo Vicente se queda en el Athletic y no hará lo mismo Gaizka Larrazabal, que está a la espera de que en los próximos días se pueda cristalizar el interés de alguno de los equipos que le han sondeado para hacerse con sus servicios, entre ellos conjuntos de Primera División, por lo que Iñigo Vicente podría heredar el dorsal 12 del loiutarra si este consuma su salida.