En cuatro jornadas, que son las que quedan, tiene el Athletic que hacer lo que hasta la fecha le ha resultado imposible. Así enunciado parece un reto un tanto rebuscado, puede hasta que no suene bien aunque sea la pura verdad puesto que durante toda la segunda vuelta del campeonato ha estado fuera de las plazas que dan acceso a competición europea. Está complicado ese salto que persigue y sin embargo es viable avanzar algunos puestos en la clasificación. Sabiendo que llegados a este punto crítico no solo depende de sus resultados, si estos le sonríen en una proporción casi ideal el Athletic albergará serias opciones de participar en la Europa League la temporada que viene.

Atender a lo propio es preferible a estar mirando, calculadora en mano, a ver qué hacen los demás. Y es lo único práctico. Si el Athletic es capaz de sumar de tres en tres y de no fallar en al menos tres de los compromisos pendientes, lo probable es que las cuentas cuadren. El calendario depara varios cruces directos entre los rivales de los rojiblancos y, en algunos casos, como el de la Real, contiene enfrentamientos con equipos de la parte alta. En teoría, el camino a recorrer por el Athletic resulta menos intrincado. Será esta noche cuando negocie la cita de mayor exigencia. Levante, Leganés y Granada, sus siguientes adversarios, se encuentran a años luz del Sevilla, por lo que en el supuesto de ganar al cuadro dirigido por Julen Lopetegui, el panorama quedaría bastante despejado. Levante y Granada ya no aspiran más que a coger las vacaciones, mientras que el Leganés puede estar sentenciado cuando viaje a Bilbao el próximo miércoles.

Desmenuzada la agenda, la visita del cuarto de la división adquiere la categoría de trascendental. No tanto como en la jornada que cerraba la anterior edición del campeonato, cuando el Athletic acudió al Sánchez Pizjuán a jugarse la última bala y se olvidó la munición en casa, pero casi. El Sevilla trae una inercia positiva: nadie le ha doblegado desde que regresó el fútbol, si bien solo ha ganado tres de los siete compromisos. La profundidad de su plantel se deja sentir, el abanico que menea Lopetegui es amplio, aunque tampoco resuelve con nitidez. Viene de superar en su estadio por la mínima y con muchísimos apuros a un Eibar desprovisto de su columna vertebral (Arbilla, Cote, Ramis, Escalante y Orellana).

Lopetegui no podrá contar con Vaclik, lesionado de gravedad el lunes, una baja equiparable a la que tiene Garitano, que pierde a Raúl García. También faltará Yeray, apartado por un contratiempo muscular, pero existe un recambio suficientemente testado para el central, Unai Núñez, mientras que la indisponibilidad del veterano sugiere un escenario indeseable. Hoy en día la producción rematadora, de por sí limitada, se apoya descaradamente en la aportación de Raúl García, autor de cuatro de los nueve últimos goles. Williams atraviesa una racha alarmante, despertará en cualquier momento, pero ha perdido el olfato y tampoco Muniain, un gol ante el Atlético, anda fino de cara a portería.

Sancet y Villalibre se barajan como alternativas, dando por hecho que ambos no coincidirán sobre la hierba, al menos en el comienzo. Si Garitano se decanta por el primero, sería Williams quien ejerciese de delantero. A favor de Sancet pesa que ha gozado de un par de titularidades y solo ha dejado de intervenir en una jornada. En posesión de unos fundamentos técnicos muy interesantes, siempre ofrece muestras de su personalidad, pese a que evidencia que aún está blando para rendir en la elite. Es lógico. Villalibre, por su parte, arrancó lastrado por una lesión y solo una vez ha tenido media hora seguida para rodarse, el resto de sus apariciones han sido tardías, lo que no le ha privado de marcar en dos encuentros. Combinar esta pareja en función del cronómetro es la opción que seguramente maneja el técnico.

Ayer Garitano sostuvo que la faceta física del bloque es notable. Recurrió a los datos que anotan sus ayudantes para afirmar que el Athletic se halla por encima de sus oponentes. La reflexión, por su elocuencia, invita a deducir que en su fuero interno es partidario de volver a alinear a los mismos titulares empleados contra el Valencia y el Madrid. Enfrente, un Sevilla que asimismo destaca por su poderío en centímetros, kilos, resistencia y velocidad. Por citar una novedad remota, cabe referirse a de De Marcos, asiduo en las segundas mitades desde que se reivindicara con noventa minutos en el Camp Nou.

Regresa a una lista. Un día después de que el Athletic anunciara que no seguirá el curso que viene, al igual que Mikel San José, Beñat Etxebarria entró en la lista tras superar los problemas musculares que ha ido arrastrando.