Sin apenas tiempo para reponerse y tomar aire tras el empate dominical ante el Atlético en un irreconocible San Mamés, el Athletic regresa esta tarde al verde en Ipurua para medirse al Eibar de José Luis Mendilibar. El conjunto armero, en plena lucha por continuar una temporada más en Primera División, buscará los tres puntos en juego a modo de ansiado oxígeno después de su derrota frente al Real Madrid en el Estadio Alfredo Di Stéfano, donde los blancos, también el domingo, se impusieron por 3-1. Los goles de Toni Kroos, Sergio Ramos y Marcelo en los primeros 37 minutos dejaron vista para sentencia una cita en la que de nada sirvió al Eibar el tanto de Pedro Bigas, válido solo para decorar un resultado adverso que no hizo sino ahondar en la herida abierta que presentan los guipuzcoanos. Se trata, no en vano, del Eibar más vulnerable que ha conocido la máxima categoría del fútbol estatal desde su histórico ascenso en la campaña 2013-14, cuando tomó cuerpo una aventura que continúa su curso seis años después.

Las dificultades para mantener el paso y eludir los puestos de descenso, sin embargo, se han multiplicado en el presente ejercicio, en el que el equipo de Ipurua, con una sola victoria en las últimas ocho jornadas de liga y dos derrotas consecutivas, presenta su peor puntuación y su peor posición en la tabla a las puertas de la vigésimo novena jornada al figurar, con 27 puntos, en decimosexto escalón con la amenaza del descenso más cerca que nunca. Ni siquiera en su primera aparición en Primera en el curso 2014-15, en el que con Gaizka Garitano en el banquillo el descenso administrativo del Elche evitó que los armeros regresaran a Segunda División tras firmar al término del campeonato un decimoctavo puesto que hubiera significado la pérdida de la categoría en condiciones normales, asomaba en la situación actual un homérico Eibar que fue capaz de sumar 28 puntos tras otras tantas jornadas para establecerse en decimocuarta posición con tres puntos de margen sobre el descenso.

Con uno menos de ventaja respecto a la zona roja cerraron el domingo la misma jornada los guipuzcoanos, lejos de los números firmados a estas alturas en sus otras cuatro experiencias en la élite. En las temporadas 2015-16 y 2016-17 el Eibar era octavo con 36 y 41 puntos, respectivamente, mientras que en la 2017-18 ocupaba una no menos solvente novena posición gracias a sus 39 puntos, cuatro menos de los acumulados en la misma estación en la temporada 2018-19, en la cual figuraba en undécimo lugar. Cinco escalones más abajo y con ocho puntos menos en el zurrón, así las cosas, encara el cuadro armero una jornada que le enfrenta al Athletic, con la séptima plaza como aspiración y la victoria como objetivo en un derbi en el que se esperan cambios en ambos equipos.

En el bando local, con rotaciones a la vista, Fabián Orellana encabeza la lista de máximos artilleros con siete dianas, dos más de las firmadas por Charles Dias, un viejo conocido de los leones al convertirse en el lejano 2013 en el autor del primer gol en el nuevo San Mamés. El también ariete Kike García, con tres tantos, completa el podio de máximos goleadores de un Eibar que encuentra serias dificultades para perforar las redes rivales.

No hay correlación, de hecho, entre el número de remates que realiza por partido, un promedio de 12,8 para mostrarse como el undécimo equipo de Primera que más veces dispara, y el número de goles que marca, al ser el quinto conjunto menos realizador con 28 tantos. También en defensa, con 44 goles encajados, sufren los de Mendilibar, convertidos en el cuarto equipo más goleado de una liga que proyecta al Eibar más vulnerable.