Con el regreso de LaLiga a la vuelta de la esquina, las dudas en torno al rendimiento de los jugadores ganan enteros en la cabeza de los entrenadores, obligados a hilar más fino que nunca a fin de alcanzar, en medio de un escenario del todo desconocido, los objetivos marcados antes del largo parón provocado por el coronavirus. No es ajeno a ello Gaizka Garitano (Derio, 1975), recién renovado hasta el 30 de junio de 2021 tras cerrar con el club un acuerdo por una sola temporada que “es bueno para el Athletic y, por tanto, para mí, porque es positivo que me tenga que ganar la renovación año a año y si el club quiere cambiar de entrenador en un momento dado, lo puede hacer”. En la mente del técnico rojiblanco, no obstante, solo hay cabida para el futuro más inmediato, el cual arranca el próximo domingo 14 con la visita del Atlético a un vacío San Mamés a las 13.00 horas.

“He dejado muy claro a los jugadores desde el primer día que el objetivo que tenemos en las once jornadas de liga que quedan es alcanzar el séptimo puesto para meternos en Europa. Va a ser como una Eurocopa o un Mundial al jugarse todo en mes y poco y no lo vamos a tener fácil al partir con una desventaja de cinco puntos y tener rivales difíciles en el camino, pero veo capaz de todo a este equipo y tenemos que pelearlo hasta el final hilando todo muy fino con una exigencia máxima que ya he metido a los jugadores”, apuntó ayer Garitano como colofón a su primera rueda de prensa telemática, en la que no ocultó sus dudas y preocupaciones respecto a la vuelta de la competición al carecer de “experiencias previas” para valorar cómo puede afectar cada novedad a la cabeza y a las piernas de sus hombres, si bien reconoció que el factor que más le inquieta es el físico.

“Me preocupa tener que jugar cada tres días, porque somos un equipo que mete a los partidos mucha tralla y mucha intensidad y cuando jugamos cada tres días lo notamos, mientras que otros equipos lo notan menos al ser menos físicos”, destacó el derioztarra, quien agregó que “muchas veces jugamos contra rivales que en calidad nos ganan y tenemos que sobreponernos a ello metiendo mucho ritmo y presión a los partidos, lo cual suele costar hacer cada tres días, por lo que tendremos que tener enchufados a todos los jugadores”. “Las sensaciones son muy buenas viendo al equipo entrenar, pero no tenemos referencias”, lamentó asimismo Garitano, para quien los amistosos de pretemporada, inexistentes en el marco actual, “son muy importantes para que los jugadores cojan noventa minutos en las piernas y eso no lo vamos a conseguir esta vez, siendo muy difícil simularlo a través de los entrenamientos”.

“Esa incógnita la vamos a tener todos los equipos tras una pretemporada atípica y muy diferente en cuanto a metodología, pero tenemos que amoldarnos lo mejor posible a todo esto, al igual que en la vida, porque quienes mejor y más rápido lo hagan más posibilidades tendrán de ganar”, resaltó el preparador rojiblanco, que también entiende que el factor campo “ha perdido peso” con el cierre de los estadios al público, dado que “antes había más posibilidades de ganar jugando en casa y en la Bundesliga se está viendo que están ganando más los de fuera de casa con un porcentaje increíble”. “Nosotros tenemos seis partidos en casa, uno más de los que tenemos fuera, y somos un equipo al que nuestra gente empuja mucho, por lo que les echaremos de menos, pero en estas circunstancias la capacidad de adaptarse es fundamental”, incidió el técnico vizcaino, a cuyo entender los cinco cambios por partido “si a alguien va a beneficiar es a los clubes grandes que tienen cinco o seis jugadores para marcar diferencias en los últimos veinte minutos”.

La amenaza de padecer un mayor número de lesiones que de costumbre también está en la cabeza de Garitano, pues si bien “no hay nada probado, hemos tenido una preparación sin tiempo y una metodología de trabajo nunca aplicada al trabajar de dos en dos o de tres en tres después de estar dos meses en casa y, por ello, todo hace indicar que habrá más lesiones como está pasando en Alemania”.

Convencido, pese a las dudas e incertidumbres, de que “no seremos un rival fácil para nadie”, el de Derio valoró como “natural” el cambio generacional que se está produciendo en una plantilla en la que están jugando “muchísimos jóvenes” con apuestas de “mucho riesgo”. Está por ver qué leones y qué cachorros continúan en el equipo cuando se celebre la histórica final de Copa ante la Real, en la que podría estar o no Garitano, quien dejó claro ayer que “prefiero no estar yo el día que se juegue a que no pueda estar la gente en el campo, por lo que han hecho muy bien en aplazarla”.

Las “peleas” con Aduriz. Gaizka Garitano confesó ayer que desde su llegada ha tenido conversaciones “muy potentes” con Aduriz. “Me he tenido que abrazar y pelear con él muchas veces, porque ha sido un jugador muy competitivo y de mucho corazón y siempre quería más, pero su cadera no le dejaba y lo valoro mucho como jugador y como persona”, subrayó el técnico.

San José y Beñat. “Acaban contrato y la comunicación con ellos es y ha sido fluidísima”, apuntó Garitano, quien agregó sobre el futuro de ambos que “quedan once partidos por delante, están entrenado magníficamente y al final de liga volveremos a hablar con ellos para exponerles la situación y valorar todo”.

“Me preocupa jugar cada tres días; somos un equipo que mete mucha tralla a los partidos”

“Prefiero no estar yo cuando se juegue la final de Copa a que no esté la gente en el campo”

Entrenador del Athletic