¿Acaso no tenían las futbolistas argumentos para prometérselas felices hace un año? La dicha, sin embargo, se torció muy pronto. Los clubes expusieron sus diferencias con la Federación Española de Fútbol (RFEF) mientras esta tejía la remodelación de la Primera y Segunda categorías, ahora denominadas Primera y Reto Iberdrola. La beligerancia se extendió por los derechos televisivos y las futbolistas maquinaron un plante en reivindicación de su primer convenio colectivo. La histórica firma de ese documento se produjo, con todos los honores, hace un par de meses en el Congreso. Ocurre que ahora la actualidad se contempla bajo un nubarrón de incertidumbre. La pandemia amenaza su modelo deficitario, aunque su progresión le acerca cada vez más al profesionalismo.

Como oficialmente no tiene esa consideración, su salida ante la emergencia sanitaria se trazará con independencia de lo que LaLiga paute para las competiciones masculinas. No hay una decisión en firme sobre la resolución de las competiciones femeninas, según explicaron ayer a Efe fuentes de la RFEF, si bien la institución trabaja en varias "propuestas de finalización exprés". La mayoría de ellas contemplan la total interrupción del fútbol este curso.

En el primero de los cuatro escenarios que están siendo evaluados, la Primera Iberdrola proclamaría como campeón al Barcelona y se suprimirían los descensos, por lo que el Valencia y el Espanyol salvarían la categoría. Accederían desde Reto Iberdrola los campeones de los Grupos Sur y Norte. Estos dos equipos serían el Santa Teresa y el Eibar, ya que el filial del Athletic no podría coincidir con su primer equipo en Primera, que en la temporada 2020-21 pasaría a contar con dos equipos más, para un total de 18 y cuatro plazas de descenso.

Si se impone esta propuesta, solo se jugarían las eliminatorias de ascenso desde Primera Nacional a Reto Iberdrola. El Barcelona y el Atlético de Madrid, por su parte, continuarían su participación en la Liga de Campeones, ya que la competición aún no ha sido suspendida.

Sobre la base de esta primera propuesta existe la alternativa de que no se dispute un play-off de ascenso de Primera Nacional a Reto Iberdrola y que asciendan directamente los siete campeones de grupo y el mejor segundo.

Los escenarios 2A y 2B, en cambio, sí supondrían un notable cambio en el formato de competición. Cabe la posibilidad de que asciendan directamente cuatro equipos desde Reto a Primera Iberdrola. Eibar y Osasuna, desde el Grupo Norte, y Santa Teresa y Granada, desde el Grupo Sur, llegarían a la máxima categoría y se unirían a los 16 equipos que actualmente ya participan en la Primera Iberdrola. Con veinte equipos, sin embargo, la liga pasaría a dividirse en dos grupos de diez.

Sea como fuere, los clubes que forman parte de la Asociación -todos salvo el Athletic, el Barcelona y el Tacón, que el próximo curso ya será a todos los efectos el Real Madrid- cuantifican sus pérdidas en 600.000 euros ante la interrupción definitiva de su actividad deportiva, dado que dejarían de contar con los derechos audiovisuales, comerciales y de patrocinio de las ocho jornadas restantes, lo que dejaría en entredicho la viabilidad del convenio colectivo firmado hace pocas semanas.

"Todos tenemos claro que la salud debe primar sobre cualquier cosa y que la reanudación de la competición estará supeditada a lo que las autoridades sanitarias estimen. Pero desde la Asociación de Clubes entendemos que las competiciones no profesionales no tienen nada que ver las unas con las otras. En el caso de la Primera Iberdrola, entendemos que debemos esperar porque hay mucho en juego", dijo Pedro Malabia, director general de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino.

Fuentes de la Federación, por su parte, insisten en que "no hay nada decidido" aunque la próxima semana podría anunciar el punto y final de una temporada atípica.