1. El éxito de una convicción colectiva

El Athletic vuelve a unas semifinales de Copa cinco años después gracias a una inolvidable victoria sellada por Williams, que siempre ha marcado ante el cuadro culé en el torneo del K.O.

Ver para creer. El Athletic y San Mamés se unieron como marca su historia para gozar de un éxito que devuelve al conjunto rojiblanco a unas semifinales de Copa un lustro después. Entonces superó al Espanyol y se vio en la finalísima con el Barça por tercera ocasión en seis años. El Athletic se volvió a quedar con las ganas de conquistar un título que se le resiste desde 1984, pero anoche se tomó cumplida venganza para noquear al equipo culé en una exhibición colectiva que permanecerá imborrable en la retina athleticzale. La puesta en escena invitaba a la gloria y así fue en un partido casi calcado al de la primera jornada de esta liga, cuando Aritz Aduriz, que ayer se enfrentó por última vez en su carrera al equipo azulgrana, sacó una chilena espectacular en el último minuto. Anoche le tocó a Iñaki Williams, también en ese mismo instante postrero y cuando se intuía la prórroga, con un toque de cabeza genuino ante el que nada pudo hacer el alemán Ter Stegen, de nuevo maltratado en La Catedral.

El Athletic, que conoció en el calentamiento la clasificación en el Santiago Bernabéu de la Real Sociedad a tres días vista de medirse los dos en Anoeta en un derbi que podría repetirse la próxima semana en el choque de ida de una hipotética semifinal de Copa, supo leer el partido y gestionar los momentos determinantes y los más delicados, en un encuentro intenso desde el minuto cero, con aroma añejo. Gaizka Garitano recurrió de nuevo al sistema de tres centrales y le salió cara, porque supo protegerse debidamente ante el arsenal ofensivo de un Barça que sí sorprendió en su plan con un extraño 4-4-2, quizá receloso Quique Setién del partido que le iban a plantear los leones, sin apenas concesiones y muy físico.

Como sucediera en el pasado agosto, el conjunto de Garitano aguantó cuando peor lo pasaba y esperó a su momento en la última llegada. Ahí Iñaki Williams cazó el servicio de Ibai Gómez, que llevaba apenas dos minutos en el césped, para generar el éxtasis con un tanto que puede hacer historia. Williams quiere esta Copa. Marcó en la final de 2015 en el Camp Nou y desde entonces ha visto puerta en las tres eliminatorias posteriores frente al Barça.

2. Garitano sí acierta en la gestión de recursos

Los movimientos en el tramo final aportaron al athletic el músculo necesario para llegar con opciones como en el partido de liga

Emergen razones como para detectar que Gaizka Garitano tenía machacadamente pensado el argumento del partido de ayer ante un Barça incapaz de superar al Athletic en los cuatro últimos compromisos entre ambos equipos. El derioztarra expuso un plan destinado a incomodar al cuadro azulgrana, a exprimir el físico de sus futbolistas y gestionar los recursos de los que contaba en el banquillo en los últimos 25 minutos, en los que debía hilar muy fino para consumar el éxito. Recurrió a Mikel San José después de tenerle en el ostracismo durante dos meses y el navarro respondió con un trabajo oscuro y eficaz. Tiró del estímulo emocional de Aritz Aduriz en el tramo final y manejando también la opción de la prórroga, para poner la guinda con la entrada de Ibai Gómez, cuyo aire fresco fue decisorio a la hora de generar una asistencia que no desaprovechó Iñaki Williams. El Athletic se exigió al máximo en un encuentro que requería de ello. Hoy conocerá su rival en las ansiadas semifinales. Mirandés y Granada son los más deseados.

3. Unai Simón crece con dos intervenciones decisivas

Un partido del perfil del de anoche se suele decidir por acciones puntuales que inclinan la balanza de un lado u otro. El Athletic se está acostumbrando al suspense en sus eliminatorias, como ya ocurriera en las dos anteriores frente al Elche y el Tenerife, solucionadas ambas en la tanda de penaltis. Ayer la prórroga parecía inevitable hasta que llegó el gol de Iñaki Williams. Pero para que el bilbaino decidiera, primero tuvo que aparecer, entre otros compañeros, Unai Simón, cuyas intervenciones milagrosas a disparos a bocajarro de Antoine Griezmann, en el minuto 70, y Leo Messi, en el 88, privaron al Barça de alcanzar las semifinales. El de Murgia, que se estrenó en esta edición de la Copa, no para de crecer como portero y actuaciones como la de anoche le reivindican para el futuro a corto plazo. El Athletic, por tanto, puede estar muy tranquilo respecto a la garantía de la que presume bajo palos.