Bilbao - El Athletic venció sin apuros al Intercity en un encuentro que dejó un sabor de boca bien distinto a los dos delanteros rojiblancos que pugnan cada semana por hacerse un hueco en las convocatorias y, por ende, en los planes de Gaizka Garitano. Con motivo del estreno copero fue Asier Villalibre el elegido por el técnico derioztarra para posar de inicio, mientras que Kenan Kodro esperó su oportunidad en el banquillo. El transcurso del choque, sin embargo, premió al ariete donostiarra y dejó sin el impacto deseado al gernikarra, sin apenas incidencia en los 67 minutos que permaneció sobre el césped antes de ser sustituido por Iñaki Williams.

A pesar de la diferencia de categoría entre ambos equipos y de afrontar la cita con el viento a favor desde el primer minuto gracias al gol de Ibai Gómez, Villalibre no consiguió tomar el pulso a un envite en el que, además de no participar en exceso en fase ofensiva, se mostró desacertado en el remate. Desaprovechó, sin ir más lejos, dos claras ocasiones de gol en la segunda mitad, en la que también conectó un cabezazo que atajó sin excesivos problemas Raúl Poveda.

No ofreció, por tanto, el rendimiento esperado el joven punta vizcaino, quien compareció el pasado sábado en San Mamés frente al Eibar en el minuto 64 sin demasiado éxito y que tampoco pudo sacar el partido deseado ayer a su primera titularidad como león. Hasta la fecha, en total, son once los encuentros oficiales en los que ha participado Villalibre con el Athletic -ocho en liga, dos en la Europa League y uno en Copa-, en los que no ha visto portería.

Kodro, penalti y gol Totalmente distinta fue la incidencia en el estreno copero de Kodro, quien ingresó en el terreno de juego en el minuto 83 en detrimento de Gaizka Larrazabal para forzar un penalti solo tres minutos después en una acción individual. Lo transformó, si bien el guardameta local le adivinó las intenciones, el donostiarra, que sumó así su segundo tanto del curso tras marcar ante Osasuna en El Sadar. El logrado ante el Intercity, así las cosas, se convierte en el tercer gol de Kodro como rojiblanco tras la citada diana ante Osasuna y el tanto que firmó contra el Atlético de Madrid en San Mamés el pasado curso en liga.