Bilbao - Derrotado y amonestado en los minutos finales. Así, preso de la desesperación por el desarrollo del encuentro y sin encontrar el camino hacia el empate, finalizó el choque Gaizka Garitano, quien sumó su segunda derrota consecutiva a los mandos del Athletic por primera vez desde su llegada al banquillo rojiblanco en diciembre del pasado año. Balaídos, lejos de mantener su condición de estadio talismán para los leones, enterró la esperanza de sumar a costa del conjunto celeste el primer triunfo del curso a domicilio, objetivo que no se vio consumado ayer en un partido en el que el técnico derioztarra lamentó la falta de acierto en los “treinta o cuarenta últimos metros”. “En ataque hemos hecho muy poco, especialmente en el segundo tiempo. Tenemos problemas con el balón ofensivamente y está claro que en los treinta o cuarenta últimos metros hay que hacer un poco más, porque si no te obliga a estar perfecto en tareas defensivas”, destacó Garitano, quien no consideró que su propuesta inicial fuera “pobre”, dado que “la propuesta ha sido la de siempre y en el primer tiempo les hemos robado muchos balones apretando arriba y estábamos cómodos, lo que pasa es que las jugadas no se han vuelto a acabar bien arriba, porque cada vez que robábamos la volvíamos a perder”.

“Jugábamos también contra un equipo de mucha calidad”, recalcó asimismo el entrenador rojiblanco, que también negó tras el choque que sus jugadores pecaran de falta de ambición, al remarcar que “somos un equipo que aprieta muy arriba y jugamos con jugadores ofensivos, pero tenemos unas características como equipo muy diferentes a las del Celta y nos cuesta en ataque”. “Otros días no, pero esta vez nos ha costado crear ocasiones y hemos estado desacertados en ataque para poder generar ocasiones”, incidió en rueda de prensa Garitano, quien aseguró, no obstante, que “siempre estamos buscando soluciones para mejorar; el partido estaba en un detalle y se ha resuelto en un córner”.

“Llevamos dos partidos que ofensivamente nos cuesta, porque no hemos hecho gol en ninguno de ellos, pero preveíamos desde el inicio de temporada por la plantilla que el gol iba a ser lo que más nos iba a costar”, reflexionó asimismo el derioztarra, quien se declaró, pese a ello, “optimista” de cara al futuro y convencido de que jugadores como Iñaki Williams e Iker Muniain, ambos en horas bajas, circunstancia que “claro que me preocupa, porque son nuestros jugadores franquicia”, cogerán próximamente “su mejor nivel y harán goles”. También se refirió Garitano a la puesta en escena de Oihan Sancet, quien aportó minutos de calidad al equipo tras su salida al terreno de juego en la segunda mitad, si bien no pudo cambiar el rumbo de los acontecimientos. Cuestionado por el joven centrocampista, el técnico afirmó que “ha estado un año sin jugar, tiene mucho talento y hemos querido que este mes cogiera minutos con el Bilbao Athletic. Cada vez está mejor, pero necesita tiempo. Es un jugador de futuro y esperemos que de presente también”.

DE MARCOS, DE VUELTA En la zona mixta de Balaídos, Óscar de Marcos, quien volvió a vestirse de corto mes y medio después, reconoció que a título individual “al principio me he encontrado bien y me he sentido fresco en la primera parte”. “En la segunda, con el paso de los minutos, me iba viendo más pesado de piernas como es lógico”, agregó el rojiblanco, quien admitió en términos colectivos que “no ha sido un buen partido, no hemos generado apenas ocasiones y ofensivamente nos ha faltado”.