bilbao - El efecto Balaídos desapareció por arte de magia. Al Athletic no le salvó ayer ni la estadística que le favorecía cuando comparece en Vigo. Lo que se vendía como un campo amable a tenor de los resultados de años anteriores se convirtió en una nueva bofetada para el conjunto rojiblanco, que estuvo muy lejos de proyectar sensaciones que hicieran pensar en una victoria que se desactivó por deméritos propios. A este Athletic le han cogido la matrícula y cuando es así, como ya ocurriera frente al Valencia ocho días atrás, asoma un equipo plano en juego, sin apenas soluciones para crear peligro y que fía su suerte a su sistema defensivo y a la inspiración puntual del algunos de sus jugadores referencia en una acción aislada. Argumentos muy endebles cuando el Athletic de Gaizka Garitano no muestra capacidades de salir de una idea que, con el paso de los partidos, pierde el músculo del que había hecho gala en el arranque de la liga.

El propio técnico reconoció en sala de prensa que su equipo no había tenido claridad para crear peligro y que se había equivocado en las decisiones que tomaba en los últimos metros. La declaración es rotunda y a la vez desoladora, porque indica que tampoco se ha dado con la tecla idónea desde el banquillo. El derioztarra sorprendió con la titularidad de Mikel Vesga, inédito hasta ayer, una decisión que retrató su intención de blindar un poco más la parcela ancha, probablemente en el plan de atascar la línea de creación del Celta, el equipo menos proclive en rematar a portería. La apuesta le salió mal, porque, con Unai López en el banquillo, prescindió del matiz técnico que aporta el donostiarra para poner más cemento, acentuado porque en las bandas tampoco llegaban ideas para inquietar la meta celeste.

Lo cierto es que el Athletic ya no es fiable como lo había sido en las seis primeras jornadas, donde podían más las luces que las sombras, lo que hace que el segundo parón competitivo se le va a hacer muy largo y con la primera comparecencia de Aitor Elizegi ante la Asamblea de Socios Compromisarios en las horas previas al próximo duelo en San Mamés ante el Valladolid y en el que los rojiblancos deben recuperar sus virtudes.