Donostia - Minuto y resultado en el inicio de la temporada.

-Lo veo muy bien. El equipo está con ganas, con hambre, con mucha ilusión en el sentido de gente joven que quiere hacer cosas. Todo eso junto con el trabajo, el entrenador? Es una buena fórmula la que tenemos

Mismos puntos pero sensaciones muy diferentes al año pasado.

-Sí, totalmente diferentes y ya veremos. Hablar ahora es muy prematuro. A mí me gusta lo que estoy viendo y sintiendo.

¿Los nuevos parece que encajan y son buenos?

-Es gente que viene con mucha ambición. Ahora mismo están aquí pero tienen mucha ambición y eso se nota entrenando, jugando y nos va a dar mucho empujón.

¿Cree que había que menear el árbol de la plantilla?

-Si te fijas, al final, tiene que haber un cambio brusco, es lo que toca. Hay ciclos y como todos acaban. De mi generación acabó el ciclo. Fue una generación muy buena, subimos, entramos en Champions, Europa Legue, el grupo que había, éramos compañeros, amigos? Eso ha acabado y había que menear el árbol. El entrenador tenía y tiene claro cómo hacerlo y lo ha llevado a cabo. No se ha cortado ni un pelo y eso está bien.

¿Percibe una expectación excesiva en el entorno?

-Yo no me fijo ni tengo tanta relación con tanto aficionado. Mis amigos o mi familia sí que están ilusionados como yo lo estaba en los primeros días de pretemporada con lo que veía en los entrenamientos. Una cosa es la ilusión y lo que sientes, pero luego hay que llevarlo a cabo.

El estilo ya es innegociable.

-El Valencia y el Mallorca nos han jugado esperando. Será depende contra quién nos enfrentemos, pero la Real y la gente que es de la Real está acostumbrada a ver buen fútbol hoy en día. Hay que ser conscientes de eso. Todo es fútbol, pero estamos acostumbrados a ver posesiones, muchas jugadas, muchos acercamientos al área...

Pero reconocerá que no es el estilo de toda la vida de la Real

-La Real juega así porque se trabaja desde abajo así. En la plantilla hay muchos que vienen de la cantera y hay una filosofía de ver el fútbol así desde abajo. Tenemos un entrenador que viene del Sanse y la Real ahora mismo es intensidad, cuidar bien la pelota y al rival tenerlo en su campo, encerrarlo, y que no tenga ocasión para levantar la cabeza.

¿El club ha buscado otros registros en el mercado con los refuerzos?

-Son momentos distintos, hubo más espacios. En los primeros minutos no tienes esos huecos para correr. Ahora mismo el míster tiene un abanico de un montón de jugadores que cada uno le va a aportar cosas diferentes e igual el partido te lo da uno que sale desde el banquillo. En el fútbol parece que lo importante es el once del inicio, pero igual el partido lo decide el que sale en los últimos minutos. Ese concepto hasta los jugadores lo tenemos erróneo.

Actualmente el derbi vasco es el de mayor choque de estilos de todos los de la liga.

-Son dos conceptos que a cada uno nos viene muy bien. Nosotros no sabemos jugar como lo hacen ellos y a ellos no les compensa jugar a lo que jugamos nosotros. Son dos estilos diferentes, cada uno con lo suyo y ninguno es mejor que otro. Cada uno juega sus bazas y los resultados te ponen en su sitio.

Por la regla de tres de su análisis, si juegan mejor se sentirán superiores...

-En el campo no te sientes superior. Es verdad que a nosotros jugar así nos compensa y creemos firmemente en ello. El resultado es lo que te dice si eres superior o no.

¿Les interesa que no se desvíe la atención y el derbi se centre solo en el juego?

-A nosotros lo que nos interesa es que se juegue al fútbol y creemos en eso. Que haya cosas hostiles? No te puedes centrar en esas cosas. No gasto energía en eso.

Saben que les esperan con muchas ganas tras lo del año pasado...

-Y nosotros también tenemos muchas ganas. Es un partido especial y aunque ellos digan que no tanto, nos esperan. Ya he hablado con alguno de ello. Es un partido bonito. Al vecino siempre te gusta ganarle. Luego te ves de vez en cuando y siempre gusta que cuando le mires tengas un buen recuerdo.

Se les da bien últimamente.

-Últimamente se nos da bien, nos estamos acostumbrando a ese tipo de partidos. Es verdad que son partidos especiales, diferentes y hay que saberlos jugar con todo lo que rodea.

Ganaron los dos derbis, pero quedaron por detrás...

-Sí. Mirándolo así sí, pero también empatamos dos veces con el Rayo y han bajado.

Usted tiene una estadística a tener muy en cuenta: ha ganado tres veces en Bilbao y en todas ellas salió desde el banco. Lo siento.

-Ojalá, no me importaría. Lo firmo.

¿Qué tiene de especial un derbi vasco en comparación con otros?

-Que es el último que juego yo (risas). A mí me encanta jugar en Bilbao, con toda la gente de allí que te grita. Eso a mí me gusta. Además, si luego ganas está guay

Lo sienten como un ambiente especialmente hostil.

-No he jugado siendo de otro equipo allí, no lo puedo valorar. Pero me parece un estadio guay, con un rival que también está guay? Todo lo que rodea al derbi a mí me gusta.

¿Impone mucho San Mamés?

-A estas alturas ya no. Es una motivación, no que te sientas cohibido? Es que a mí ya ningún campo me impone en especial.

¿Es la victoria que más le gusta?

-Para mí es la mejor sensación. Ganar siempre está guay, pero allí?

¿Algún recuerdo distinto a los más habituales o exitosos?

-Me acuerdo de uno que empatamos, que nos pitaron un penalti en contra que metió Aduriz, y nos quedamos con uno menos. Lo recuerdo mucho porque se nos puso todo cuesta arriba e hicimos un partidazo. Tengo un recuerdo muy bueno de que de repente se te apagan las luces, dices qué hacemos ahora, pero tiramos de orgullo, de personalidad.

¿Los rivales también se burlan de ustedes con la cantinela de que no es su derbi?

-Tengo buena relación con ellos, pero en el campo? A mí directamente no me dicen que su derbi es contra el Madrid. Yo cuando estoy en el campo ya veo que para ellos también es este?

¿Llegó a entrenar con Gaizka Garitano? Tenía fama de entrar duro...

-Sí, en un metro te pegaba cinco patadas. Era duro.

Reconoce su estilo en el Athletic.

-Sí, es verdad que, por lo que he oído, ha cambiado mucho la manera de entender al jugador en el aspecto psicológico, pero ha encontrado un fútbol que le va como anillo al dedo al Athletic.

¿Le empieza a dar pena el último derbi fuera?

-No me lo tomo como pena, sino al revés, lo disfruto. Sabiendo que es el último, algo más especial todavía.

Usted siempre ha gustado mucho al Athletic.

-Sí, pero tampoco ha habido nada sobre la mesa. Tampoco he dado pie a que hubiera más. Porque si yo abro una pequeña puerta puede que? Pero tampoco he tenido esa tentación. Es normal que si hay alguien que destaca o que viene jugando aquí le intenten fichar, es el mercado que tienen.

¿Empieza a cambiar el cuento con Remiro y ahora va a haber viajes a la inversa por la A-8?

-No lo sé. Cómo os gustan estas cosas... Ha sido algo raro. También ha cambiado la época. Económicamente la Real puede afrontar más cosas. Antes el Athletic tenía mucho mayor poder adquisitivo que ahora y eso le puede frenar. Aparte la Real ahora mismo, lo que nos inculcan desde pequeños, lo a gusto que estamos viniendo aquí, lo sientes mucho. Yo siento un montón esto y creo que los que vienen de abajo también. Luego es difícil dejar esto. Hay un poco de todo.

Ha empezado la liga suplente. Una situación desconocida.

-Sí, yo confío en mí y todavía tengo fútbol. En ese aspecto estoy tranquilo, tampoco me obsesiono. A ver, lógicamente quiero jugar más, pero también me siento importante los últimos 15 minutos y aportando lo mío. Al final, el objetivo es que el equipo gane, no que Zuru juegue.

¿Se llevaría mucho disgusto si no juega en Bilbao?

-Pues claro que quiero jugar. Yo me veo siempre jugando, no sé los demás.

Siempre se le ha considerado el diferente, ¿lo ve así?

-Cada uno tenemos nuestras cualidades, todos somos diferentes a otros. Es verdad que siempre me han dicho que yo entiendo de otra manera, que le doy otro ritmo, otra pausa? No sé. Yo lo entiendo de esta manera y no sé hacerlo de otra.

¿El cuerpo todavía le pide fútbol?

-A final de temporada ya hablaremos si me pide o qué hago.

¿Pensaba que iba completar una carrera tan larga?

-No me lo planteo. Yo vivo el momento, no es mi ilusión hacer una carrera larga. Yo me centraba en el momento, en ser lo mejor posible y ya está. Y no miraba más allá.

Va a cumplir 300 partidos oficiales en San Mamés.

-Es lo que me han dicho. Pues hay que ganar este partido.