bilbao - Interesa conocer la opinión de Óscar de Marcos, avalada por sus diez campañas en el Athletic. Señala sin reparos que la meta vuelve a ser Europa, aunque advierte de la dificultad que entraña. “Tienes la esperanza de llegar lo más arriba posible, pero el año pasado hubo un comienzo muy complicado y de todo se aprende. Las ilusiones son altas, pero hay que ser precavidos y trabajar bien ahora para llegar lo mejor posible a la Liga. Se quiere que aquí digamos que el objetivo es Europa y los diez equipos de arriba quieren eso. Cada vez es más complicado. Llevábamos años entrando en Europa, el año pasado casi lo logramos y con el tiempo se va aprendiendo que hay que ir poco a poco, ponernos ese objetivo prioritario y luego ya se verá dónde estamos”.

Lo primero es la puesta a punto. Al respecto, De Marcos dijo que la plantilla trabaja algunas cuestiones nuevas, aunque nada que resulte sorprendente. “Cada entrenador tiene su método, todas las pretemporadas son diferentes y en este caso a Gaizka ya le conocemos pero no hicimos pretemporada con él. Quiere ir preparando su método de juego, algo que era más difícil en mitad de temporada, había menos tiempo de preparación y necesitábamos hacerlo bien. Ahora va metiendo más cosas, más tácticas, de salida de balón, de estilo de juego y creo que va a haber cambios, pero dentro de lo esperado”.

Sobre su situación personal, De Marcos aspira a ser protagonista y bromeó por la cantidad de posiciones que ha ocupado. “Cada uno o dos años me toca cambiar de puesto. Es verdad que de extremo me encontré cómodo, también porque Capa estaba muy fuerte y me liberaba mucho. No sé dónde jugaré este año, donde me toque lo intentaré hacer lo mejor posible. Cada año suben jugadores o se fichan y hay que pelear el puesto. Eso es muy bueno para el grupo, la competencia hace que mejore. Ha subido Larrazabal, vino Ibai, Capa acabó de lateral derecho, donde yo lo hacía años atrás. Yo quiero jugar, estar en el once, seguiré peleando por el puesto de lateral, de extremo, de media punta, por el que sea necesario”.

Admitió que se siente especialmente satisfecho de su condición de veterano: “Es un lujo poder estar aquí diez temporadas. No me lo esperaba cuando llegué y estoy muy feliz por defender el Athletic como creo que lo he hecho hasta ahora. Antes era ir sumando y ahora entro en una edad en que voy a ir restando”. No olvida sus inicios, recién captado del Alavés: “Fue como un sueño, no sabía si iba a quedarme. Te vas metiendo en este mundo y lo valoraré cuando ya haya pasado”. Hoy le corresponde ayudar y dar ejemplo en la caseta: “Los roles te van tocando y los vas cogiendo. Al llegar había veteranos que tiraban de nosotros, nos indicaban para que fuésemos todos en la misma dirección y con el paso de los años lo hacen otros. En este caso Muniain es el capitán, San José y yo llevamos diez años, Aduriz ni sé los que lleva en Primera, Raúl, Beñat...”.

Cree que su cénit coincidió con Marcelo Bielsa: “Quizás fue donde más vistoso se me veía porque era un fútbol muy ofensivo, yo estaba todo el rato desmarcándome, llegaba al área con frecuencia. Ese fútbol me venía bien y destaqué bastante”.