TRES días después de ganar por la mínima al Leganés en Butarque, el Athletic recibe en San Mamés a un Alavés herido, pero con el sueño europeo aún en mente. La mala racha de juego y resultados que atraviesa el conjunto gasteiztarra, que llegó a ocupar la cuarta posición en liga antes de protagonizar una caída libre que se traduce en seis jornadas consecutivas sin aliarse con la victoria, con dos empates y cuatro derrotas de por medio, ha dinamitado la paz interior en un club en el que los dardos se han dirigido hacia el banquillo. La figura de Abelardo Fernández (Gijón, 1970), no en vano, fue duramente criticada el pasado lunes después de que Noticias de Álava adelantara en exclusiva la salida del técnico asturiano del Alavés al término de la temporada. La información publicada no sentó nada bien a Josean Querejeta, máximo dirigente de la entidad albiazul, quien acusó públicamente de la filtración al entrenador o a su entorno más cercano, toda vez que la decisión del técnico, quien se niega a desvelar en público sus intenciones, solo la conocían previa reunión “el representante de Abelardo, Abelardo, el director deportivo y yo”, según aseguró el propio Querejeta en la noche del lunes en los micrófonos de Onda Cero, donde aseguró, además, que la marcha de Abelardo se producirá por voluntad expresa del asturiano después de que el entrenador gijonés “nos pidiera ganar más del doble de lo que gana este año”.

“Desde el club le trasladamos una contraoferta por encima de lo que está cobrando esta temporada y, posteriormente, se reunió con nuestro director deportivo, Sergio Fernández, para decirle que era muy difícil repetir esta temporada y que no se veía capacitado”, desveló asimismo Querejeta, que lanzó otro dardo envenenado a Abelardo al poner en cuestión la opinión de quienes califican como “extraordinaria” la campaña que está realizando el Alavés, octavo en liga a tres puntos del Athletic tras haber firmado la mejor primera vuelta de su historia en Primera División. “Es prematuro hacer un balance. Hay que esperar a que termine la temporada, porque la segunda vuelta no está siendo nada buena y con los puntos que llevamos podríamos estar ahora en puestos de descenso”.

“Albergábamos, incluso, la ilusión de tener un puesto en Europa, lo cual sería un logro fenomenal, pero se nos está complicando con la marcha del equipo”, remarcó el máximo mandatario del Alavés, a cuyas palabras no quiso hincar el diente Abelardo tras la última derrota sufrida a manos del Barcelona en Mendizorrotza, donde el asturiano no quiso confirmar su salida del cuadro albiazul y aseguró que su relación con Querejeta “siempre ha sido, es y será impresionante”. Las aguas, sin embargo, bajan revueltas por Gasteiz, hasta el punto de que se rumorea con una posible destitución del entrenador gijonés antes de que el curso toque a su fin, escenario en el que no quiso “pensar” el martes Abelardo, con los cinco sentidos puestos en el envite de hoy en San Mamés.

“Una final por europa” Ayer, en rueda de prensa, el entrenador del Alavés definió el partido ante el Athletic como “una final por jugar la Europa League”. El preparador albiazul, consciente de la trascendencia de los tres puntos en juego, destacó que el conjunto rojiblanco está haciendo “números de Champions” desde la llegada de Gaizka Garitano y que la temporada de los leones es “extraordinaria”. “Están jugando muy bien, a un gran nivel y se están mostrando intratables en San Mamés, además de haber vuelto a su esencia y ser reconocibles con su intensidad, verticalidad y trabajo defensivo, pero no es un equipo invencible”, advirtió el propio Abelardo, quien aseguró que “podemos ponernos séptimos y eso es increíble”.