1. El desgobierno impide la sentencia

Bilbao - El Athletic se ha acostumbrado a complicarse la vida en San Mamés. Ya le sucedió once días atrás frente al Levante y le volvió a suceder ayer. Es un debe que tiene que corregir el colectivo de Gaizka Garitano, al que le cuesta mil demonios sentenciar los partidos cuando estos se le ponen cuesta abajo. Frente al Levante dilapidó un 2-0 para ganar 3-2 de penalti y en el descuento. Ante el Rayo Vallecano, llegó a mandar por 3-1 en superioridad numérica y dio pie al suspense con el gol de Raúl de Tomás a falta de cinco minutos para la conclusión, lo que generó un cierto punto de intranquilidad, sobre todo porque los rojiblancos desperdiciaron un buen número de claras ocasiones que, con un poco de acierto en la pegada, podría haberse traducido en una llamativa goleada frente a un rival que mostró sus debilidades defensivas.

El desgobierno marcó el encuentro. El Athletic se adelantó pronto, desperdició un penalti que hubiera supuesto el 2-0 a los 18 minutos de juego, encajó el 1-1 a las puertas del descanso, jugó en superioridad numérica durante 40 minutos, el VAR ejerció un papel transcendental hasta en tres acciones? Fue un duelo un tanto loco que decidió, entre otros matices, Iñaki Williams, que aumenta su cuenta personal a la docena de goles que acentúa su mejor marca anual y que retrata su inspiración de cara a la meta contraria. No en vano, ha visto puerta en cuatro de las últimas cinco jornadas de su equipo con el tercer doblete en esta liga, en la que su protagonismo es cada vez más importante. El bilbaino, que acumula 113 partidos consecutivos en liga, conoce su estado de gracia, del que saca rédito el grupo, pese a que se hace de rogar la presencia de Aritz Aduriz, que ayer se quedó sin participar. Raúl García, además, volvió a ver puerta, con lo que deja su tarjeta personal en siete goles, los mismos que Muniain.

2. La séptima plaza abre el regreso a Europa

El Athletic, ya el mejor equipo vasco, se hace fuerte en San Mamés, donde no conoce la derrota en sus diez encuentros bajo la dirección de Garitano

Bilbao - El Athletic se apunta a Europa a falta de seis jornadas para el cierre de LaLiga Santander. Los tres puntos que sumó ante el Rayo ascienden al conjunto rojiblanco hasta la séptima plaza para, a modo estadístico, pasar a emerger como el mejor equipo vasco clasificado tras superar en la tabla al Deportivo Alavés, que ve cómo se deshincha su globo. El colectivo de Garitano ha alimentado su objetivo europeo gracias al impulso competitivo que ha ganado con el derioztarra al mando, si bien se echa de menos un fútbol un poco más creíble, especialmente porque se deduce que será necesario en este tramo final, que lo afrontará sin el concurso de Dani Garçía, que ayer recayó de la lesión muscular que sufrió en Girona. Lo evidente es que el Athletic se ha hecho fuerte en San Mamés con Garitano, que no conoce la derrota en sus diez encuentros bajo el refugio de La Catedral.

3. La defensa pierde parte de la fiabilidad de la que presumía

Bilbao - El Rayo llegó a tener opciones de puntuar merced a las concesiones defensivas de un Athletic que ha perdido parte de la fiabilidad que ofrecía el plan de Gaizka Garitano que, como se sabe, se argumenta en gran medida en su vocación proteccionista. El dato es frío. Los rojiblancos han encajado en sus dos últimas comparecencias en San Mamés cuatro tantos por parte de dos equipos que pelean por la permanencia, cuando en los ocho anteriores en Bilbao solo habían recibido dos. Se puede sacar más punta a esta estadística. Herrerín ha tenido que recoger la pelota en sus redes en cinco ocasiones en los tres duelos precedentes, cuando en los primeros quince de Garitano solo lo tuvo que hacer en ocho. Ayer, los leones se mostraron frágiles en los dos goles rayistas, en sendos desajustes de Iñigo Martínez y Óscar de Marcos. El Athletic debe recuperar esa solvencia en la exigente visita al Bernabéu si quiere sacar algo positivo.