Los tres goles del Levante afean aún más la temporada del Athletic (1-3)

BILBAO. Los tres golazos granotas encaminaron al conjunto valenciano a una salvación que tiene casi hecha con nueve puntos sobre el descenso, que marca el Deportivo, a falta solo de cuatro partidos por jugarse.

Raúl abrió pronto el marcador batiendo a Oier Olazabal con un impresionante disparo desde 30 metros que se coló en la escuadra derecha de la meta visitante.

Bardhi dio la vuelta al marcador al filo del descanso con dos espléndidos libres directos casi calcados que dejaron en mal lugar a la barrera local; y Morales cerró el resultado sobre la hora con una de las impresionantes cabalgadas, esa dejando un reguero de rivales por el suelo, con las que amargó la noche a la defensa local.

Con este triunfo, el Levante casi se ve salvado de un descenso que aún tiene que certificar matemáticamente el Athletic, ya sin esperanza alguna de adecentar la temporada y a doce puntos del conjunto coruñés con cuatro partidos por jugarse.

Arrancó el choque con ambos equipos decididos a buscar el campo rival y la sensación de un mayor peligro de los locales, que abrieron rápido el marcador con un golazo de Raúl García. Un tremendo zapatazo de unos 30 metros que entró, inapelable, por la escuadra derecha de la meta de Oier.

Respondió rápido el Levante con una doble ocasión de Boateng que malograron Kepa, deteniendo brillantemente el disparo mano a mano, e Iñigo Martínez, rápido para impedir que el ghanés remachase el rechace del portero internacional.

Una colada del Williams a continuación en el área visitante, sin encontrar rematador, cerró lo bueno del Athletic en la primera mitad para dar paso a media hora de dominio y clara superioridad granota.

Pero Koke estuvo lento e impreciso y remató suave a las manos de Kepa un rechace en la cabeza de Campaña que le dejó sólo en el punto de penalti.

Ya superado el primer cuarto de hora y entrando en la segunda mitad del primer tiempo, Kepa volvió a estar listo ante un rechace hacia su propia portería de Iturraspe y también cazó un cabezazo de Chema a un córner de Bardhi, que fue el gran protagonista en lo que quedaba hasta el descanso.

El macedonio de origen albanés dio la vuelta al marcador con dos golpes francos prácticamente calcados que alojó directamente en las mallas de Kepa.

Los dos golpeos, ambos al primer palo, tuvieron mucho mérito. Aunque el primero dejó en mal lugar al meta de Ondarroa y su colocación de la barrera, y el segundo a los componentes de ese muro de contención. Especialmente a Williams y Córdoba, que abrieron el espacio por el que le coló el balón ante la estatua de Kepa.

Un remate de Williams a la media vuelta nada volver de vestuarios avanzó una mayores intenciones ofensivas del conjunto bilbaíno, que inició un cierto asedio sobre el área de Oier, aunque con el Levante siempre decidido a contragolpear.

Como hizo Morales en una de sus varias cabalgadas imparables que siempre acababan con la aparición 'in extremis' de Iñigo Martínez.

No fructificó la poderosa intervención del 'comandante' y Raúl García lideró el intento de igualada local con hasta tres ocasiones, todos buscando los palos y una estrellándose en el larguero.

Otra de San José y dos más de Williams, que ahondó en su falta de gol en San Mamés, dirigieron el choque hacia un final que Luna, con una volea, y Roger, desaprovechando una contra solo ante Kepa, intentaron que fue más apacible para su equipo.

Pero el que logró fue Morales, finiquitando su memorable partido con un golazo impresionante en la última de su cabalgadas, quizás naciendo en uan. Un enorme poderío dejando rivales y rivales por detrás, muchos en el suelo, que acabó con una sutileza, una picadita, ante el desesperado Kepa.

Fue la manera más brillante de certificar la importante victoria del Levante que puede valerle la permanencia y que hace la salvación casi quimérica para el Deportivo, que también había ganado en San Mamés hace dos jornadas.