bilbao. El brusco cambio de imagen que ha sufrido el Athletic en la presente temporada ha repercutido de manera directa en varios de sus futbolistas. Un claro ejemplo es el de Ander Iturraspe, que ha pasado de ser titular indiscutible a tener que comenzar más de un partido sentado en el banquillo. Así, su participación en el equipo se ha visto resentida en lo que a número de minutos se refiere, aunque continúa siendo bastante elevada.

Pero más allá de los encuentros que acumula en sus piernas, 25 en las 32 jornadas de Liga que se han disputado -el año pasado solo se perdió tres-, su rol en el equipo ha variado de manera considerable. El balón ya no fluye tanto como lo hacía la temporada pasada por sus piernas. El ancla del Athletic, como así le definen en el vestuario, ha visto relegada su posición varios metros, llegando incluso a ejercer de tercer central en algunos encuentros.

De esta forma, su capacidad de creación se ha visto resentida, dejando esa función casi en su totalidad a Ander Herrera. Iturraspe se ha reconvertido. Ahora su fútbol exige más músculo, más lucha, lo que ha incidido de manera directa en las tarjetas amarillas que le han mostrado en la presente campaña. El de Abadiño es el jugador de la primera plantilla rojiblanca que más amonestaciones ha recibido, un total de 14, una menos que el curso pasado.

alegaciones por la sanción Dos de ellas se las mostró Pérez Montero en el encuentro del domingo ante el Deportivo. La primera fue clara, pero la segunda, muy protestada por varios jugadores rojiblancos, además del propio Iturraspe, fue cuando menos dudosa. De esta forma, tal y como señaló el club por medio de su página web, el Athletic presentará alegaciones ante el Comité de Competición a la segunda tarjeta amarilla mostrada al de Abadiño. Algo que ya sucedió con Aymeric Laporte hace varias semanas y en la que le dieron la razón al club.