El título que legó Valverde al Athletic
'El Txingurri' conquistó en 1998 la Nike Cup mundial en su primer año como entrenador en Lezama Solabarrieta y Azkorra, integrantes de ese cadete, rememoran al técnico que les convirtió en 'leones'
bilbao. "Llegó el primer día de aquella pretemporada, que era mi segundo año en el Athletic. Estábamos en los vestuarios antiguos y entró (José María) Amorrortu -por entonces coordinador general de Lezama-. Nos dijo: este es vuestro nuevo entrenador. Nos presentó a Ernesto (Valverde) y nos quedamos impresionados. Esa imagen nunca la olvidaré. Se trataba de El Txingurri, una de las referencias del Athletic que veíamos jugar de críos en San Mamés". Aritz Solabarrieta (Ondarroa, 22 de julio de 1983) es uno de los 19 jugadores de la primera plantilla a la que entrenó Valverde. Sucedió en la temporada 1997-98, cuando Amorrortu reclutó para Lezama al gasteiztarra, que pocos meses atrás había colgado las botas en las filas del Mallorca, con el que consiguió el ascenso a Primera División.
Valverde aceptó el reto y cogió al cadete de División de Honor, en los que militaba Solabarrieta, Gorka Azkorra, Jonan García y Jon Moya, entre otros. Cuatro jugadores, por entonces de 14 años de edad, que unieron su carrera al hoy entrenador del Valencia, ya que llegaron al primer equipo de la mano de El Txingurri, quien les hizo debutar como leones. "Ernesto fue un entrenador que me dejó una huella imborrable. Fueron cinco años con él hasta llegar al primer equipo", desempolva Solabarrieta, que ejerce actualmente en el Sestao River de Segunda División B. Su excompañero Azkorra (Bilbao, 25 de enero de 1983), delantero del Guadalajara de la Liga Adelante, experimentó una trayectoria similar a la del ondarrutarra. "Ernesto fue el que me dio la oportunidad de jugar en Primera División", expresa el bilbaino. Solabarrieta y Azkorra debutaron en la temporada 2004-05, la última de Valverde en el Athletic.
El segundo cadete de la temporada 1997-98 hizo historia. Y la hizo Valverde. Aquel equipo de la generación del 83 se proclamó, precisamente en el año del Centenario del club rojiblanco, campeón de la Nike Cup mundial en París, después de derrotar en la finalísima al Academia Tahuichi de Bolivia, una de las sorpresas de aquella edición, en la tanda de penaltis, en lo que se trata hasta la fecha de hoy del único título que posee el Athletic en esta prestigiosa competición, abanderada desde sus inicios por el Manchester United y en la que cayó eliminado la edición anterior en la fase final disputada en Sanghai.
contra Zidane A Solabarrieta y Azkorra les aflora una riada de recuerdos de aquel caluroso julio de 1998 en la capital francesa, que vestía sus mejores galas con motivo del tramo final del Mundial de Francia. Aquella camada del Athletic se llevó el premio gordo por conquistar la Nike Cup, entradas VIP para presenciar la finalísima en el Stade Saint-Denis entre Francia y Brasil, con triunfo de los bleus (3-0), con dos tantos de Zinedine Zidane. Jonan García, elegido mejor jugador de aquella Nike Cup, vivió cinco años después un momento impensable: se enfrentó a Zidane, ya jugador del Real Madrid, en el Santiago Bernabéu en su primer curso como futbolista del Athletic, con el que debutó de la mano de Valverde. "Jonan era por entonces el jugador referencia de la generación del 83", matiza Solabarrieta, que un año después también se enfrentó a Zidane en el coliseo blanco, con Valverde como técnico. El ondarrutarra tuvo más suerte que Jonan, hoy jugador del Deportivo Alavés, ya que el Athletic ganó 0-2 -la que es la última victoria hasta la fecha de los rojiblancos en el Bernabéu-, mientras que un curso antes los bilbainos sucumbieron por 3-0.
Solabarrieta desempolva aquel éxito en París: "La fase europea se jugó en Lezama con motivo del Centenario del Athletic. El Sevilla nos ganó en los penaltis y nos la jugamos con el Borussia Dortmund, al que superamos en un partido extraño. En París disputamos partidos intensos, el más duro el de semifinales ante el Newell's Old Boys -paradójicamente la cuna de Marcelo Bielsa-. Ernesto aplicaba el exigente sistema 3-4-3 de la escuela del Ajax, con variedad de posiciones, mucho desgaste... Nos salió genial. Recuerdo que la copa como campeones nos la entregó (Bora) Milutinovic, que era por entonces el seleccionador de Nigeria".
Azkorra mantiene un discurso similar al de su excompañero: "Ernesto nos pedía que disfrutáramos del momento, que tocáramos el balón, que jugáramos sin presión. Los partidos eran cortos y, aunque era el delantero titular, me quedé en cero goles. El míster me recriminó que no era normal que no marcara, aunque estaba contento con mi rendimiento y el de todo el equipo. Bueno, sí marqué, en la tanda de penaltis ante el Newell's Old Boys, que fue clave. Antes de esa semifinal, los dos equipos viajamos juntos al campo en el mismo autobús. Nosotros íbamos en la parte de atrás y ellos parecían mayores por su planta física. Impresionaban y en el autobús mantuvieron la distancia. Estaban superconcentrados, pero en el campo fuimos superiores".
Valverde conquistó su primer título en su estreno como técnico en Lezama, lo que marcó un antes y un después para Solabarrieta y Azkorra, que debutaron en el Athletic seis cursos después, al igual que Jonan García y Jon Moya, de la mano de El Txingurri. "Debuté en San Mamés ante el Villarreal, me resbalé dos o tres veces y Ernesto me echó una bronca monumental. Cuando llegué a casa tiré las botas a la basura", desvela Solabarrieta, que hoy juega con el Sestao en Las Llanas frente al Izarra. "Era muy exigente, pero sin levantar la voz. Jugamos con el Bilbao Athletic el play-off de ascenso a Segunda -temporada 2002-03-, pero no tuvimos suerte. Ernesto fue muy importante para la generación del 83", sentencia Azkorra, que solo llegó a jugador ocho partidos como león.