bilbao. No corren buenos tiempos en el Valencia. Las aguas bajan revueltas desde hace varios años. Salpicados de manera directa por la crisis y por una gestión económica no demasiado próspera, el conjunto che ha acumulado una deuda de 225 millones de euros. Incapaz de abonar su compromiso económico con Bankia, la Generalitat Valenciana, avalista del club, se hizo con el poder del equipo a principios de año, como ya hiciera en los últimos meses con el Hércules y el Elche. Con este panorama extradeportivo nada halagüeño, el Valencia ha jugado a lo largo de esta semana dos partidos vitales para su futuro. Entre ellos, el de la refinanciación de la deuda que, tal y como han informado distintos medios valencianos, va por buen camino.

Al parecer, según las informaciones recogidas en la web del diario Superdeporte el pasado martes, día 5, Manuel Llorente, presidente del Valencia, mantuvo una reunión con varios responsables de la entidad bancaria. De la misma, el máximo dirigente debió salir satisfecho y, al parecer, las conversaciones sirvieron para acercar posturas. Ambas partes negocian la refinanciación de la deuda que el club mantiene con Bankia y se espera que se alcance una solución en las próximas fechas, pues el plazo para llegar a un acuerdo finaliza este mismo mes.

Así las cosas, si las conversaciones terminan por fructificar, el Valencia, que atisba un futuro lleno de nubarrones, podría encontrarse con algún claro en el camino. Se prevé que el conjunto che deberá abonar anualmente una cifra entre los 16 y los 20 millones de euros durante las dos próximas décadas, a lo que habrá que sumar los gastos en sueldos más los costes del funcionamiento de la entidad. Por este motivo, el club deberá hilar muy fino en sus cuentas y deberá mantener su estatus de club vendedor y deshacerse de sus principales activos, como ya hiciera con Villa, Jordi Alba, Silva o Mata.

El otro partido, no tan vital pero sí muy importante, lo disputó el Valencia más de 1.300 kilómetros de distancia. En el Parque de los Príncipes de París, los pupilos de Ernesto Valverde se midieron al París Saint-Germain solo un día después de la reunión entre Manuel Llorente y Bankia. El resultado de empate a uno no fue nada satisfactorio para los ches, que cayeron eliminados en los octavos de final de la Champions League, lo que les cortará una importante fuente de ingresos en el presente curso.

De cara al futuro, para poder hacer frente a la deuda contraída con Bankia y para mantener al club en los niveles deportivos en los que se mantiene en la actualidad, se antoja de vital importancia que el Valencia alcance puestos de Champions temporada tras temporada. De lo contrario, su futuro será incierto.

A falta de lo que suceda en el duelo de esta mañana ante el Athletic, el cuadro valencianista ocupa la sexta posición en Liga, a solo dos puntos de los puestos de Liga de Campeones, que actualmente ocupa el Málaga, tras su empate de ayer ante el Valladolid a domicilio.