Probablemente el nombre del Athletic empezó a sonar mucho en Israel en aquel invierno de 2006. Por lo menos, un diario de ese país decidió que un hombre Athletic fuera portada. Se trataba de Javi González (Zorrotza, 22 de marzo de 1974), que se incorporaba al Ashdod, un equipo desconocido por estos lares, en calidad de cedido por el club rojiblanco. "Cuando aterricé en el aeropuerto, había una gran expectación, me estaban esperando un buen número de aficionados, con camisetas, bufandas y cantando mi nombre. Me impactó. Para ellos, el hecho de que llegara un jugador de la Liga española, que es la mejor del mundo, tuvo su eco, ya que se preguntaban cómo un futbolista de mi perfil, del Athletic, eligiera un equipo modesto como el Ashdod", recuerda Javi González, que luce un currículum de 254 partidos como león en una década, entre 1997 y 2007. El de Zorrotza explica el momento en que dio el paso para vivir una etapa de cinco meses en la Liga de Israel (Ligat ha'Al), un país que adora y al que ha viajado como turista e invitado por Haim Revivo, futbolista con el que entabla una amistad irrompible desde que compartieran vestuario en el Celta: "Clemente dejó de contar conmigo, tampoco tuve mucha paciencia. Salía de una lesión y necesitaba jugar, por lo que no podía estar sin hacerlo. Hablé con Revivo, que es como mi hermano mayor. Me dijo que fuera para allí, que me iba a encontrar a gusto, que iba a jugar, que ya conocía Israel".

A Javi González le ha venido de perlas el estreno del Athletic en su grupo de la liguilla de la Europa League ante el Hapoel Kiryat Shmona, equipo de una ciudad costera israelí a media hora de distancia de Tel Aviv en coche. Sirve para desempolvar su corta pero "bonita" historia como jugador del Ashdod en aquel 2006 donde sonó con fuerza el nombre del Athletic en tierras hebreas. Una novedad que se acentuó en el duelo ente el Ashdod y el Beitar Jerusalem que dirigía por entonces Luis Fernández, el técnico del Athletic entre 1996 y 2000, periodo en el que tuvo a Javi González como pupilo. "Fue el encuentro con más ambiente que viví, con el campo casi lleno una hora antes de empezar. Ganamos, bueno gané a Luis, aunque tampoco tuve muchas oportunidades de estar con él en Israel", dice el exrojiblanco, que, curiosamente, rebobina la figura del tarifeño para consumo personal. Lo hace porque el bilbaino se estrena en los banquillos al frente del Danok Bat alevín, con el que ha completado dos entrenamientos en Mallona. Es la nueva versión de Javi González, "superilusionado" por entrenar a estos chavales, ya que "me ha marcado muchísimo". "Quiero enseñarles lo que me enseñaron a mí en Lezama, en el fútbol y hasta mi último entrenador en el Portugalete. Movimientos, formas de controlar... un montón de cosas para que el día de mañana les sirva para ser buenos futbolistas y alguno llegue a la élite", añade.

El ex del Athletic, que colgó las botas en junio de 2011 en las filas del Portugalete en Tercera División, recupera su pasado en el Ashdod, actual líder de la Liga israelí. "Bueno, cuando yo estuve, acabamos en mitad de la tabla. El entrenador era y sigue siéndolo Yossi Mizrahi, que fue portero de la selección israelí. Jugaba de interior y los rivales, viniendo de donde venía, sí te daban un poco más, pero dentro de la normalidad. El Maccabi Tel Aviv, el Hapoel de Tel Aviv, el Maccabi Haifa, el Beitar de Jerusalem... Eran partidos impresionantes. Creo que podía haber rendido un poco más. Aparte de algunos problemas físicos que padecí, mi cabeza estaba en Bilbao, porque no sabía si me había afectado mi decisión de irme, si me había precipitado o no. Tenía ese tipo de dudas que genera el hecho de tomar una decisión tan importante en caliente. Me bloqueé un poco en los inicios", relata.

gusto al balón Javi González descubre la genética del fútbol israelí. "Les gusta tener mucho el balón, jugar al ataque. Tácticamente son un poco indisciplinados, pero técnicamente no tienen que envidiar nada a muchos jugadores de la Primera División", asegura, al mismo tiempo que desmonta una posible proyección externa de un fútbol tercermundista y de un Estado obsesionado por la seguridad y el conflicto histórico con el pueblo palestino: "Hay campos bonitos en una Liga de doce equipos muy competitiva. Además, se juega la Estate Cup y la Toto Cup, que es de las quinielas y apuestas. El Maccabi Tel Aviv es el más poderoso económicamente y la Prensa da mucha cancha. Las aficiones son fanáticas, pero no al nivel de griegos o turcos. Son respetuosas. Nunca he tenido un problema en los 16 años que he ido a Israel. Quizá es el sitio con más seguridad del mundo y los que vayan al partido de vuelta -yo también intentaré ir- van a estar un buen rato en el aeropuerto".

El de Zorrotza, en este sentido, hace de guía turístico de forma improvisada para los seguidores del Athletic que acompañen a los de Bielsa al encuentro en feudo israelí el próximo 22 de noviembre: "La gente es normal, muy acogedora. Que visiten Tel Aviv, que es precioso, que vayan al muro, a rezar. Pueden comer de todo -buena carne, buen vino, buena fruta-. Es un viaje que se le recomiendo a todo el mundo por lo menos una vez en la vida, porque merece la pena. Tel Aviv es una ciudad impresionante. La seguridad no la descuidan, aunque se lleve cierto tiempo en un escenario sin conflictos. Que vayan tranquilos, que no pasará nada".

El pronóstico de Javi González, que reconoce que como jugador "me ha gustado ser anárquico dentro de un orden", es contundente: "Solo tengo pequeños informes del Hapoel Kiryat Shmona, pero que nadie piense que será una perita en dulce. Si el Athletic juega como sabe, ganará el partido sin problemas, pero si les da el balón, te causarán problemas". Lo dice quien es el rastro del Athletic en Israel.