HACE veinte años que el Albacete, rival copero del Athletic, probó por primera vez las mieles de la Primera División. Fue en la temporada 1991-92. El equipo manchego se plantó en la élite del fútbol estatal de la mano de un entrenador desconocido, Benito Floro, quien catapultó al Albacete de Segunda B a Primera en un tiempo récord. Pero en aquel equipo que estuvo cerca de clasificarse para la UEFA, había un delantero de 19 años recién llegado de la cantera del Real Madrid. Buscaba una oportunidad para debutar en la categoría de oro y la encontró, precisamente, en un partido contra el Athletic. Era un diamante en bruto. Corpulento y potente. Un gigante en la tierra de Don Quijote. Ni siquiera él imaginaba que cinco años después comenzaría a escribir su propia leyenda bajo el arco de San Mamés. Era Ismael Urzaiz.
"Ismael era un chico al que yo vi jugar en un Castilla-Betis de Segunda", explica Benito Floro excavando dos décadas en su memoria, "pensé 'ojalá que nos lo den para el año que viene'. En cuanto subimos a Primera fue de lo primero que pedí a nuestro presidente. Que como mínimo viniese cedido. Luego le conocí en el aspecto humano y futbolístico y ya le dije al presidente que lo comprara porque íbamos a dedicarle muchas horas de trabajo exclusivo para él. Era una mina. Pero el Madrid se puso terco y dijo que no. Eso nos restó la fuerza que teníamos para trabajar con él y darle lo que él se merecía". Floro decidió apostar por los delanteros que sabía que continuarían al año siguiente en el Albacete, pero aún así, Ismael Urzaiz guarda un recuerdo imborrable de su primer técnico en Primera: "En el trato personal me dejó huella. No jugué mucho en aquel año y no estaba contento. Ahora puedo decir que para mí fue un año en el que el entrenador me enseñó muchas cosas que luego me sirvieron más adelante en mi carrera deportiva. Además, fue muy sincero conmigo. Me dijo si quería ir cedido a un equipo de Segunda, que había hablado con Mané, que entonces estaba en el Mérida. Yo le dije que prefería estar en un equipo de Primera por lo que pudiera pasar y me quedé con todas las consecuencias. Aunque jugué poco, él siempre trató de ayudarme".
Para Urzaiz, Benito Floro fue "un revolucionario, un entrenador con nuevas ideas". Lo cierto es que aquel Albacete sorprendió a propios y extraños: "Ese Albacete jugaba al fútbol. Era un equipo muy cohesionado. Era difícil jugar contra el Albacete, era un equipo complicado. Teníamos muy buenos jugadores: Zalazar, Conejo, Etcheverry... En la Primera de entonces, excepto en los clubes grandes, en pocos equipos había jugadores de esa calidad. Incluso los que subieron de la cantera se amoldaron tan bien a la Primera que parecía que llevaban muchos años jugando. Era un equipo muy trabajado que sabía lo que hacía".
Floro, por su parte, confiesa que aquel equipo "intentaba jugar bien el balón, fundamentalmente en casa, que era donde más fuerza moral teníamos. Era un grupo muy inteligente. No había grupos, era una gente homogénea y eso facilitaba las cosas". Tan bien le fue que consiguió encadenar una racha de 15 partidos consecutivos sin perder. Un gol de Andoni Aiarza puso fin en San Mamés a esa dinámica y se cobró cumplida venganza del 4-0 encajado en el Carlos Belmonte, cuando debutó Urzaiz: "Salí con el marcador ya decidido. Eso no se me olvidará nunca. Luego he estado tantos años en el que es mi equipo que siempre digo que debuté casi con el Athletic, lo hice contra él".
Urzaiz, a sus 19 años, ni siquiera se permitía imaginar que cinco campañas después ficharía por el Athletic y se convertiría en el décimo jugador de la historia del club con más partidos disputados: "Soy una persona que ha vivido siempre el presente y en aquel momento mi presente era hacerme un hueco en Primera, que era complicado. No pensaba en que un día podría jugar en el Athletic".
el athletic debe pasar Tanto Benito Floro como Ismael Urzaiz señalan que de cara al partido de hoy, el Athletic es claramente superior al Albacete y debe superar la eliminatoria. "El Athletic tendrá la posesión del balón, irá hacia arriba siempre con ganas de combinar el cuero y delante tendrá un equipo que va a intentar contragolpear. Ya vimos contra el Oviedo que las cosas no son fáciles. No espero para nada un partido fácil para el Athletic, pero espero que se imponga la calidad y el ritmo del equipo de Bielsa, que creo que es superior al Albacete en todos los aspectos", explica el exdelantero rojiblanco.
Benito Floro, por su parte, ve a los manchegos con menos opciones de dar la sorpresa que en el partido del Carlos Belmonte: "El de la ida fue un partido bien planteado por el Albacete. Antonio es un buen entrenador que trabajó mucho el repliegue. El campo rápido no era el idóneo para que el Athletic pudiera controlar el juego. En San Mamés va a ser muy difícil para el Albacete porque, aunque tenga sus opciones, el Athletic es un equipo que está bien armado, que en su casa tiene un ritmo muy fuerte".
El ojo clínico de Floro le permite desmenuzar un equipo y encontrar la huella de su entrenador, algo que dice que queda plasmado en muy poco tiempo: "Los entrenadores, a los pocos partidos disputados, ya no les están engañando a los futbolistas. A los quince días ya saben de qué va lo que el nuevo entrenador quiere. Los medios y los aficionados pueden tener dudas y, según vayan los resultados, se vuelcan más o no con el equipo y su entrenador. Pero no hay duda de que Marcelo es un hombre muy honesto y tiene una propuesta de juego que a él le ilusiona y eso es lo más importante. Es una propuesta positiva con la que él disfruta y la quiere sacar adelante Eso sí, es tan válido como cualquier otro. No hay que compararlo con el anterior ni con cualquier otro. Es un hombre enamorado de su trabajo con una propuesta interesante, dinámica, positiva y loable".