JOAQUÍN Caparrós llegó al Athletic como candidato de consenso de las candidaturas que encabezaban en julio de 2007 Fernando García Macua y Juan Carlos Ercoreca. Cuatro años después, el técnico utrerano vio cómo se acababa su ciclo en San Mamés, tras la derrota del abogado bilbaino en las urnas frente a Josu Urrutia. Entre medias, reconstruyó un equipo, devolvió al club a una final de Copa y lo clasificó dos veces para la Liga Europa. Pero esas luces tuvieron también otras sombras. Su manera de gestionar los resultados o su forma de subir jugadores jóvenes al primer equipo para luego olvidarse de ellos son algunas de ellas. Siete personajes que coincidieron con el andaluz en los despachos, en los banquillos o sobre el verde analizan su paso por el club rojiblanco, sus herencias, sus pros y sus contras. Algunos critican su modo de proceder y otros confiesan que le estarán eternamente agradecidos.
JUAN CARLOS ERCORECA
"Los dos primeros años cumplió con las expectativas"
Antes de que la campaña electoral a la presidencia del Athletic de hace cuatro años echara a andar, Juan Carlos Ercoreca y Fernando García Macua consensuaron que Joaquín Caparrós fuera el siguiente entrenador del Athletic. Por eso el exdirectivo rojiblanco reconoce que "es complicado hacer un resumen del paso de Joaquín por Bilbao, porque han sido cuatro años diferentes. Lo que está claro es que durante los dos primeros cumplió con las expectativas que se le habían marcado. Cambió el rumbo del equipo y luego fue incorporando a jugadores de la cantera. Se le fichó porque respondía a ese perfil y cumplió". Sin embargo, el empresario reconoce que "después, los cuatro años quizás se han hecho demasiado largos. La intención de mi candidatura era firmarle por dos temporadas, aunque después, viendo la trayectoria, fue lógico que le ampliaran a un tercero. El problema es que, con el tiempo, el entusiasmo del principio se va mermando". Pese a todo, Ercoreca reconoce que "tengo que agradecerle a Joaquín sus cuatro años en el Athletic por la seriedad que impuso en el trabajo y porque devolvió la confianza a la plantilla y a la afición. Por muchos peros que se puedan poner a su trabajo, hay que reconocer que su gran logro fue que todos podamos seguir confiando en nuestra filosofía y en nuestro modelo de trabajo, después de haber pasado dos años en los que se puso en entredicho todo el futuro del club".
JOSEBA INTXAURRAGA
"Era una persona cercana y sus resultados son innegables"
Fue la mano derecha de Fernando García Macua durante los dos primeros años de mandato de la anterior Junta Directiva. Joseba Inchaurraga, exvicepresidente del Athletic y responsable del Área Deportiva entre 2007 y 2009 (dimitió por sus discrepancias con la opinión mayoritaria de la Junta respecto a la cúpula de Lezama), tuvo una relación muy directa con Joaquín Caparrós, sobre todo cuando los inicios del utrerano no fueron fáciles. "Hubo momentos muy complicados, pero se tuvo paciencia, lo que fue un acierto. Hay un dato objetivo: qué equipo cogimos hace cuatro años y qué equipo se dejó el pasado verano. Hay que reconocer el trabajo de Caparrós", indica Inchaurraga.
El exdirectivo, que dejó Ibaigane en julio de 2009, desvela que si hubiera seguido como vicepresidente "habría apoyado la renovación de Joaquín, porque si un entrenador tiene resultados, hay que seguir confiando en él. Es algo innegable, como también lo es que teníamos claro la necesidad de hacer todo el esfuerzo económico posible para reforzar la plantilla (llegaron Iraizoz, Ocio y David López). Lo que se hizo se hizo bien, como creo que también fue positivo el trabajo en Lezama", reflexiona Inchaurraga, que describe al hoy técnico del Mallorca como "una persona agradable y cercana, que lo extiendo a todo su equipo".
KIKE LIÑERO
"Los jugadores aparecían y desaparecían"
Una de las huellas que innegablemente Caparrós dejó en Bilbao es la gran cantidad de debuts de jugadores de las categorías inferiores en la primera plantilla. El sevillano hizo que 24 futbolistas se estrenaran con él en la máxima categoría, de los que, concretamente, trece fueron de la cantera de Lezama. En este asunto se vio directamente implicado Kike Liñero, entrenador del filial en los dos primeros años de Caparrós en Bilbao. Mucho se habló de unas supuestas diferencias entre el técnico de Gordexola y el utrerano por las decisiones del preparador del primer equipo de subir a muchos jugadores, pero Liñero matiza que eso es "incierto". "El primer equipo es lo más importante, es la punta de la pirámide y yo le daba a todos los jugadores que quería. Es más, él no me venía a preguntar, yo le iba a decir quiénes andaban bien. La comunicación era continua. Nunca tuve conflictos con él", explica Kike Liñero.
Dicho esto, el expreparador del Bilbao Athletic sí admite que de Caparrós desconcertaba que hiciera debutar a futbolistas y luego no les diera más continuidad. "No es normal que los jugadores aparezcan y luego desaparezcan. Como Adrien Goñi, por ejemplo, que se estrenó en El Molinón y no se supo más de él. Si te ocurre que en momentos puntuales necesitas recurrir a ellos para completar la convocatoria lo entiendo, pero no era el caso". El expreparador del filial cuestiona la conveniencia, asimismo, de llevar a chavales tan jóvenes, "de 15 o 16 años" a las pretemporadas.
IÑAKI MUÑOZ
"No me dio la oportunidad de demostrar el fútbol que tenía"
Iñaki Muñoz llegó al Athletic con Caparrós. El ex de Osasuna permaneció tres temporadas en el Athletic y jugó un total de 26 partidos. Su caso fue uno de los llamativos de la etapa del técnico andaluz en Bilbao porque desde fuera, se pensaba que el navarro tenía virtudes para poder haber participado más. "No me dio oportunidad de demostrar el fútbol que tenía", afirma el navarro. "Cada maestrillo tiene su librillo y la forma de ver el fútbol de Caparrós era esa: balón largo teniendo de referencia a Llorente y poco más", apunta el actual centrocampista del Salamanca. Para Iñaki Muñoz, el Athletic de Caparrós "podía haber dado más si se hubiera cambiado la forma de jugar y se hubiera sido más ambicioso". "Quizás por eso no había hueco para mí", lamenta el navarro. El jugador admite que "muchas veces le das vueltas a los tres años que estuve allí", "pero mi fútbol no congeniaba con su idea de fútbol", insiste. Pese a todo ello, el bagaje de Caparrós es que los resultados le salieron y "cumplió con lo que se le exigió". Pero incide en su idea de que el equipo podía ser más ambicioso. "Había que pensar en cotas más altas".
Respecto a los entrenamientos con el preparador andaluz, el exleón comenta: "Ahora, con Bielsa, son más metódicos. Con Caparrós eran diferentes. Jugábamos también muchos partidos y la gente que era titular prácticamente no entrenaba. A nosotros nos faltaba un poco más".
ION VÉLEZ
"Creo que con Caparrós empezó el cambio"
Uno de los canteranos que se hizo un hueco en el equipo que dirigió el sevillano fue Ion Vélez. El navarro se convirtió en la pareja de Llorente, aunque después terminó difuminándose ante la irrupción de Toquero. "Para mí Caparrós supuso bastante en mi carrera porque él fue que me dio la oportunidad de estar en Primera", admite el actual jugador del Girona, que se recupera favorablemente de su grave lesión de rodilla. El iruindarra sostiene que con Caparrós aprendió a "dar el paso al fútbol profesional", "era muy exigente, te hacía estar tensionado y muy metido en los entrenamientos y en los partidos", mientras que valora que la aportación del sevillano al equipo en general fue "cambiar su mentalidad después de dos años muy malos". "Creo que con él empezó el cambio coincidiendo con una buena hornada de futbolistas que empezaban a salir", agrega el exleón. Además, Ion Vélez considera que uno de los principales recuerdos que deja el entrenador utrerano en Bilbao es "la final de Copa" de 2009.
Respecto a su peso en la plantilla, que fue yendo a menos en las cuatro campañas que estuvo en el Athletic (estuvo cedido una de ellas en el Hércules y terminó cerrando su vinculación con el club bilbaino con la llegada de Bielsa), el de Iruñea señala que "al final el futbolista es egoísta y si juegas con el entrenador estás mejor y si no, estás un poco peor. Somos así".
ARMANDO RIBEIRO
"Siempre le estaré agradecido, cambió mi vida a mejor"
El nombre de Joaquín Caparrós lo tiene grabado en letras de oro. "A Joaquín le estaré eternamente agradecido". La vida de Armando Ribeiro "cambió para mejor" cuando el Athletic anunció el 28 de enero de 2008 el fichaje del guardameta de Sopelana, que vio cumplido su sueño a los 37 años. Caparrós fue el artífice de esa atípica operación.
Armando debutó como león en La Romareda con solo dos entrenamientos en Lezama. El Athletic cayó por la mínima ante el Zaragoza (1-0) "en un momento muy delicado del equipo, que estaba rozando la zona de descenso", recuerda el exguardameta, que a día de hoy ejerce como entrenador de porteros en las categorías inferiores del club.
"Apostó por mí y siempre se lo agradeceré. Sacó a jugadores jóvenes que ahora son muy importantes, aunque no acertó con otros. Cuando llegué, Llorente no era titular, está el caso de Iker Muniain... Rescató a gente muy válida que no había pasado por Lezama, como Koikili y Toquero, además de estar mi caso. Sacó al equipo de la zona peligrosa y sus resultados están ahí. Son tres aspectos muy importantes que hay que destacar, y es de bien nacidos ser agradecidos", dice el exmeta, que se retiró en junio de 2010.
Armando no entra en comparaciones, "porque para destacar una cosa no hay por qué maltratar la otra", y se queda en que "cada etapa tiene su vida. Cada uno tiene sus armas y todos son válidos. Caparrós permaneció los cuatro años del mandato de García Macua, periodo en el que moldeó a muchos jugadores y donde también hubo momentos muy difíciles", apunta el de Sopelana, para el que el utrerano "va a querer ganarnos sí o sí en un encuentro que será muy especial".
IMANOL IBARRONDO
"Su llegada hay que considerarla como positiva"
El que fuera comentarista de DEIA en el pasado Mundial de Sudáfrica y durante la pasada temporada sostiene que "la llegada de Joaquín Caparrós hay que considerarla como positiva para el Athletic por varias razones. La primera es que, pese a llegar en un momento muy difícil y complicado en la historia del club, él consigue dar la vuelta a la dinámica negativa en la que estaba envuelta la primera plantilla. La segunda es que realiza una apuesta por el fútbol vizcaino, con las incorporaciones de Koikili y Toquero al primer equipo, que abrió la ventana de la ilusión a los jugadores de fuera de Lezama. También hay que alabarle su apuesta por Iker Muniain y cómo controló todo su proceso de crecimiento. Y no quiero olvidar que en los momentos más duros que pasó a nivel personal, cuando estuvo a punto de ser destituido, tuvo una gran capacidad de desdramatizar la situación para saber sacarla hacia adelante". En el lado negativo de la balanza, el directivo de Incoade no comparte con el entrenador andaluz "el ideario que defiende, según el cual se puede ganar los partidos de cualquier manera. Quizás no lo dijese literalmente, pero solo hacía falta ver su juego para descubrirlo". Y es que el que fuera jugador de Primera con el Rayo Vallecano opina que "esa forma de jugar nos alejaba del modelo que siempre ha seguido y que queremos para el Athletic".