bilbao. La panorámica que ofrece la Europa League es un reclamo con un poderoso efecto tractor para el Athletic, una pértiga con la que impulsarse sobre el lodo que ensucia su comienzo liguero, salpicado por un balance contable errático a pesar de la vigorexia de su juego. Penalizado excesivamente en la tabla, los rojiblancos han encontrado un respiradero en la competición continental, en la que debutaron con buena letra ante el Slovan de Bratislava en Eslovaquia, donde el juego y resultado firmaron un armisticio que llenó de confianza las alforjas del Athletic en su viaje iniciático, en su proceso de radical transformación. "Ganar a un equipo fuerte te da un plus de confianza, te refuerza", sentencian desde el vestuario rojiblanco, que observan la competición continental como una oportunidad para calibrarse mejor en Liga.
El trampolín de Bratislava, la excelente caligrafía con la que los bilbainos despacharon al Slovan, debe servir esta noche en San Mamés (21.05 horas, Cuatro) como punto de apoyo para el Athletic, que se reta con el Paris Saint-Germain, un equipo indudablemente más capaz que el eslovaco, sobredimensionado desde la chequera y los hidratos de carbono del petróleo catarí, el maná del nuevo fútbol, que también ha colonizado al PSG, un aristócrata del torneo francés.
El equipo parisino, que mostraba un aspecto decadente hasta hace no demasiados calendarios, ha rejuvenecido su organismo con la enorme inyección de capital que le ha resituado en la cartografía continental como un opositor a las grandes familias y jerarquías europeas, a las que pretende asaltar en un futuro cercano. Al menos es el objetivo de un club acaudillado por el centrocampista Javier Pastore, su principal activo. El mediapunta argentino, un futbolista activo, intervencionista y afilado en los últimos metros en su puesta en escena, es el retrato más reconocible de la mastodóntica inversión del jeque, su mascarón de proa: el estandarte del Paris Saint-Germain, que se presentará afeitado en la alineación.
Revocados el pie exquisito de Menez y el killer Kevin Gameiro, al que pretendió el Valencia, dos de sus starlettes por su técnico, el escuadrón parisino gravitará alrededor de Pastore, un jugador majestuoso en los últimos metros, que dirige Antonie Kombouaré, pero que ha diseñado el brasileño Leonardo desde el despacho, después de su tránsito por los banquillos de Milan e Inter. El equipo francés posee la pátina de Leonardo en su gusto por el fútbol asociativo, en el que también sobresale Bodmer, otro de los socios preferentes del estilete Pastore, descosido del Palermo por una pila de millones de euros.
similares Alejados, en orillas opuestas en la caja de caudales, Athletic y PSG se aproximan en su morfología y en emparejan en su estética, incluso en su favoritismo para comandar el grupo en que comparten, por encima de Salzburgo y Slovan Bratislava, dos equipos de menor impacto. Athletic y Paris Saint-Germain se encuentran inmersos en zona de obras, aunque la construcción francesa es más robusta. Los parisinos accedieron al liderato la pasada jornada, mientras que los bilbainos colean en el descenso transcurridas cinco fechas ligueras. A pesar de ello, Antonie Kombouaré, preparador de los galos, estima que "el Athletic es un equipo muy fuerte que no ha tenido mucha suerte de meter goles".
Ese es el mayor déficit de los bilbainos, que necesitan reafirmarse en ataque, donde padecen la escasa huella de Fernando Llorente, santo y seña de los asuntos que tienen que ver con el gol. El delantero centro del Athletic, que únicamente ha embocado un remate en siete partidos oficiales, padece las consecuencias de un largo verano de asueto, tras dos campañas cargado de trabajo, que ha afectado a la puesta a punto de su carrocería según las fuentes consultadas. "Debido a su propia morfología le cuesta más coger la forma. Pero no hay ninguna duda de su capacidad. Es un futbolista imprescindible. Los delanteros centros pasan esta clase de rachas. Tenemos absoluta confianza en su capacidad", sugieren desde Lezama.
El retardo propiciado por el reglaje muscular de Llorente, el delantero centro, obligado a desarrollar otras funciones en el hábitat planificado por Bielsa, trata de reinventarse para encajar mejor en el mecanismo. En esa lucha, Llorente combate el alejamiento del gol con un debate con su propia mente. "Confía mucho en sus posibilidades, pero es un jugador que le da muchas vueltas a la cabeza a esta clase de cosas", sugieren desde Lezama, que añaden "y eso no ayuda. De todos modos es algo muy común en los delanteros que viven del gol y de las rachas. Es una cuestión más individual que colectiva porque el equipo llega al área y genera ocasiones".
regreso al 4-3-3 A Fernando Llorente le arroparán Gabilondo y Susaeta desde los costados con Iker Muniain encuadrado como enlace y Javi Martínez como filamento canalizador del juego en el nacimiento. De Marcos, rehabilitado de su dolencia, entrará en el once titular aunque Bielsa no desveló su posición en el campo y podría trastocar el armazón del equipo dependiendo de la plaza que ocupe, aunque el 4-3-3 parece que es innegociable.
En el blindaje del equipo, intocable Gorka Iraizoz bajo palos, el técnico argentino envidará con una defensa de dos centrales, una de las novedades tras dos partidos (Málaga y Villarreal) en los que el equipo se armó con tres centrales, compuesta por Amorebieta y Ekiza, desestimada la idea del trío de centrales, reservada para equipos que combaten con dos puntas. En esa ecuación, Gurpegi podría trasladarse al centro del campo y dejaría a Aurtenetxe fuera de plano por la inclusión de De Marcos.
Sea como fuere, la misión de todos ellos es iniciar la carrera con una zancada poderosa, de tranco largo, y trepar con convencimiento por la pértiga para superar el listón europeo, un hito que se precisa incuestionable para la confianza, el más preciado de los botines para el Athletic que se bate en duelo con el Paris Saint Germain.