Vestidos con polo blanco con el logotipo de Bilbao y pantalones azul marino o negro han comenzado a reunirse sobre las 11.30 de este domingo los miembros de la Banda Municipal de Bilbao, que aunque comenzó sus actos festivos este sábado, hoy han empezado las tradicionales sesiones a las 12.00 en el quiosco de El Arenal. 

Mientras esperaban a que se acercara la hora del recital, los integrantes se han colocado los  pañuelos festivos unos a otros, para después recibir a los dos camiones que contenían algunos instrumentos grandes y pequeños como un xilófono o varios tambores, entre otros. Tras ello, poco a poco han comenzado a subirse al escenario para montar y afinar los clarinetes, saxofones, trompetas y demás instrumentos, además de colocar las partituras correspondientes en los atriles de cada músico. La saxofonista Idoia Ugalde, ha sido una de las participantes en este primer concierto en El Arenal. 

"Aste Nagusia es algo peculiar y especial al mismo tiempo, una vez que te pones el traje de la banda y coges el instrumento es un concierto tras otro", ha destacado sobre el ritmo frenético que tiene la banda durante las fiestas, aunque señala que "a veces se hace pesado porque hay días que hacemos dobletes e incluso tripletes".

"La banda afronta Aste Nagusia con una gran responsabilidad, empezamos a ensayar a principios de agosto, es muchísimo trabajo, pero la gente sólo ve una hora de concierto con la preparación y estudio que eso conlleva, y es uno de los momentos de más intensidad de todo el año de la banda. Este tipo de conciertos son mucho más fáciles pero también son muy intensos y muy seguidos, siempre hacemos un gran trabajo de preparación", destaca José Rafael Pascual, el director de la Banda Municipal de Bilbao.

Mientras los músicos ultimaban los preparativos, los asientos colocados frente al quiosco se han ido llenando y un desfile de cabezudos junto con un mercado y algunas de las txosnas cercanas al quiosco, han hecho que hubiera más curiosos, y ha provocado que muchos hayan disfrutado de esta actuación de pie. Dos minutos antes de comenzar, con todo listo, afinan una última vez los instrumentos, aunque en esta ocasión, lo hacen todos juntos

Emoción y disfrute

El último en aparecer en escena es Pascual, que dirigirá su último concierto tras diez años en el cargo. "La actuación ha sido muy emotiva, además, inaugurar Aste Nagusia en El Arenal ha sido muy bonito, me han pasado muchos recuerdos por la cabeza, son diez años y ha sido muy bonito porque me han acompañado familiares y amigos", ha declarado tras la actuación.

El público le ha recibido con aplausos mientras Pascual se colocaba en su posición y los músicos saludan a los espectadores. El espectáculo de este domingo se ha titulado Al son de la danza y ha sido una mezcla de música popular, zarzuela, tango y jazz y ha comenzado puntual, con la canción La Santa Espina de Enric Morera.

Canción tras canción, el público ha aplaudido con entusiasmo e incluso, durante la canción Maite, de Pablo Sorozábal, han acompañado a los músicos cantando y estos, al finalizar, han respondido con un saludo a modo de agradecimiento con los presentes. Además, durante unos minutos, ha contado con la presencia de dos espectadores de lujo, el pregonero Francis Díez y la txupinera Olatz Agirre

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El concierto ha finalizado con la canción Samba Express de Toshio Mashima, tras la cual el público ha aplaudido en dos ocasiones, una primera al finalizar la canción y otra tras el saludo de los músicos al público. A continuación, Pascual ha cogido el micrófono y se ha dirigido al público. "Gracias por venir a la que ha sido mi última actuación como director de la banda", ha destacado. Poco a poco, los músicos han abandonado el escenario y antes de bajar, se han despedido uno por uno del que ha sido su maestro durante diez años. 

 A la salida del escenario a algunos músicos, les han recibido familiares y amigos con los que han intercambiado unas palabras, mientras que otros, junto a las fundas que contenían sus instrumentos, se han dirigido a las txosnas aledañas para disfrutar de la jornada de domingo, antes de continuar con la agenda prevista.