Es uno de los momentos esperados de cada Aste Nagusia. Una lástima que no pueda llegar al gran público. Se podría solucionar con una retransmisión en streaming. Pero lo realmente bueno sería que se realizara uno cada tarde en un teatro o cualquier otra sala de espectáculos. Y llenazo jornada tras jornada. Desde Tip y Coll no se ha visto un dúo tan divertido sobre un estrado. Y eso que tenemos a Faemino y Cansado. O tuvimos a Cruz y Raya. Pero José Ramón López y Joseba Solozabal les ganan en capacidad de improvisación y frescura. Dos grandes.
Ayer volvieron a protagonizar la gala de entrega de los Premios Acrósticos que otorga desde 1997 la Asociación Artística Bilbaina. El poeta López, con su cabello canoso cortado a cepillo, traje oscuro y corbata naranja; el sensacional comunicador, con un esmoquin abierto de color hueso con strass y deportivas fucsia. Volvieron a desarmar el guión del acto delante de la concurrencia, alabaron Bilbao y su Aste Nagusia, interactuaron con las personas asistentes y lo hicieron todo de maravilla. Aunque cayera un rayo en el foyer del Arriaga, Solozabal lo solventaría con un comentario ingenioso, todo seguiría hacia delante como si nada y Marino Montero barrería disimuladamente los desperfectos causados.
Antes de comenzar con los acrósticos en sí, el presidente de la entidad organizadora desde hace medio año, Gabriel Rodrigo, dio la bienvenida a los presentes y agradeció al Teatro Arriaga que acogiera el evento. Eran sus primeros Acrósticos en el cargo. Por cierto que recibieron premios extraordinarios la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao y un sorprendido José Ramón López a quien Rodrigo describió como “buen pintor, buen cocinero, buen poeta y gran dinamizador de la asociación”. López recordó al escultor Roberto Zalbidea en sus palabras de agradecimiento. Y Asier Loroño, que acudió con su hermana y directora de la orquesta Amagoia, evocó “a aita (Josu Loroño), que en 1963 obró este milagro de la orquesta, que nosotros continuamos y que ha sido merecedora este año de la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes”.
Los premios Acrósticos los recibieron el bardo botxero Iñaki Basabe, quien lo agradeció cantando el zor-tziko de su creación A ti, Bilbao; la actriz Marina San José, y su compañero en el elenco de Una semana nada más, Manu Baqueiro. La hija de Ana Belén y Víctor Manuel tomó los de ambos, puesto que el vuelo que Baqueiro fue a coger a las 05.30 en Barajas se retrasó y el actor se encontraba en aquellos momentos subido a un autobús en algún punto de la meseta norte.
Cerró un acto que definió como “clásico de Aste Nagusia”, el alcalde, Juan Mari Aburto. Asistieron ediles como Amaia Arregi, Gonzalo Olabarria, Kepa Odriozola, Juan Ibarretxe, Nora Abete, Yolanda Díez, Esther Martínez, Esteban Goti o Ana Viñals. Acudieron el director artístico del Arriaga, Calixto Bieito; el director general de Euskalduna Bilbao, Iñigo Iturrate; la gerente del Teatro Campos, Susana Morales; la presidenta de Euskomer, Julia Diéguez; el presidente de Bilbao Dendak, Rafael Gardeazabal; el crítico teatral David Barbero; el comunicador Patxi Herranz; o la estilista Yolanda Aberasturi.
Se encontraban, además, entre la concurrencia Gontzal Azkoitia, Elena y Monchi Marsal, Beatriz Marcos y Alejandra Escurra, Francisca Nieto, Pablo Camarero, Karla Alonso, Felisa Urraca, Miren Palacios, María Aronsay, Jesús Cardaño, Mikel Lloret, Mari Carmen Pérez, María Ángeles Ondiviela, María José Domingo, José Mari Amantes, Rafa Maza, Álvaro Díaz de Lezana, María José Rodríguez, José María Medrano, Mertxe García o Carlos Rivera. Crearon y declamaron los acrósticos tres maestros del género: la poetisa chilena Lucy Sepúlveda; quien también fuera presidente de la asociación, Fernando Zamora, y el poeta y escultor castellonense, Jere García Cervero.
Vespas y Lambretas
Casi a la misma hora que concluyó la lectura de los versos en el Arriaga estaban arribando cerca de medio centenar de escúter, la mayoría Vespa, al Ein Prosit de los Thate en el Ensanche. La asociación Scooteros Ruteros de Bizkaia que dinamiza el deustoarra Iñaki Arce organizaba por cuarto año consecutivo su quedada y vueltecilla con motivo de Aste Nagusia. En esta ocasión, cita en San Mamés, visita a Itsasmuseum con foto colectiva en la gabarra incluida, tentempié donde los Thate, refrigerio en el Kubrik y paella en Gogorregi. Más de 60 personas en total. La mayoría, de Bilbao. Otras de Ermua, Gernika o Lezama, caso de Javier Elejaga, Alejandro Fernández de Mendiola o Pedro Olabarrrieta.
Mención aparte merece el minorista de pescado jubilado Miguel Setien, que se acercó desde Ribadesella a lomos de su Vespa PK 75. Nada menos que 76 primaveras. Eso sí, lo hizo en compañía de Nerea Bergara, que retorcía la oreja a una Vespa TX 200. Y estaban como rosas con su plato de salchichas. Lo más gordo es que regresaron de una ruta que estaban completando sobre otras motos de carretera para agarrar las escúter y venirse a Bilbao saliendo de Asturias.
Tras la Vespa Marijaia pistonearon las de Juanjo Muguerza, Mekaneko, Itzi Lizarraga, Aitor Egaña, Larry, Andoni Banderas, Oscar Bikandi, Nagore Berrio, Aitor Rude, Max Caballos, Beatriz Urreta, Kike Busto e Itziar San Martín con el benjamín Jagoba Rodríguez, Joseba Apezetxea, Yolanda García, Mikel Etxebarria, Arrate Elguezabal, Fran Silva, David Pelayo, Alicia González o Amaya Asencor.