AMANECIÓ el domingo con la resaca del txupinazo. Como si Bilbao necesitara una buena ducha para espabilarse del exceso fiestero del sábado y quitarse las legañas de harina y huevo, el cielo mandó un sirimiri pertinaz, terco y melancólico. Un sirimiri a lo Blade Runner. Quizá porque aún trastabillaba por la calle algún replicante de los que habían visto zumbar txupines en llamas más allá del Arriaga; o rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser, o sea, en el mismísimo Arenal.
Nada de esto impidió a irreductibles de la bermuda salir la mañana del domingo dispuestos a mojarse las canillas, mientras la banda municipal se guarecía bajo la visera del edificio nuevo del ayuntamiento, de punta en blanco pero con el concierto suspendido. Como la corrida de rejones. Y ya había quien bromeaba pronosticando que la Ballena nadaría en su desfile en lugar de volar.
Mala jornada para vender pañuelos de fiesta y sombreros de paja. Pero no se desanimaron los modernos buhoneros llegados de África: pañuelos de fiesta... y paraguas plegables. Fundamental aprovechar las oportunidades de mercado.
El personal se fue agrupando bajo los balcones, como quien espera a la pareja, pero aguardando algo menos romántico: que deje de llover. Así vimos al periodista Patxi Herranz en la calle Colón de Larreategui. O, a la vera del Hotel Carlton, al actor Eneko Sagardoy, compañero del mismísimo Anthony Hopkins en una serie de televisión a la romana que puede seguirse en una plataforma de streaming.
Donde siempre hace bueno durante Aste Nagusia es en la jaima del Hotel Ercilla. Crecen las flores de queso y huele a salmón ahumado y jamón ibérico. Un tiempo de cine. Y ahí compartían una botella de txakoli, de las que su padre etiqueta especialmente para el hotel, la cineasta Lara Izagirre (Nora), el director de documentales Aner Etxebarria, la sonidista Maitane Carvallo, la productora Saioa Miguel y la actriz bilbaina Naiara Carmona.
Los Martínez Anasagasti, Cayetana y David, conversaban con el sastre madrileño Joaquín Fernández Prats y el vicesecretario del Colegio de Procuradores de Bizkaia, Iñigo Olaizola. Muy cerca, el sastre bilbaino Gonzalo Cardenal. Y Marta Terry.
Estaban la estilista Yolanda Aberasturi con su marido, Alberto González, y Vanessa Pérez; el artista gráfico con tiendas en Bilbao y Madrid, así como autor del cartel taurino de Aste Nagusia de este año, Ignacio Goitia, con Icíar Alzola; Erika de Prado con Iker González; el excalde de Erandio, Joseba Goikuria, con su hija Zuriñe; Santiago Mohedano y Williams Ruiz; Patxi Giménez e Iñaki Salgado. Por su parte, Cristina Carnicero, Txus Cuartango y Javier Etxebarria se habían centrado en fomentar la amistad; como la cuadrilla que fromaban Maite Gómez, José Gondra, Kike González, Marta Giménez y Roberto Busto.
Se encontraba en la carpa la, seguramente, fiestera más joven: Elene Palomero, de tres días de edad. Eso sí, la acompañaba toda la familia: sus padres, Endika Palomero y Ainhoa Oliver, Marian Vallina, Heren Martínez, José Mari Fernández y José Luis Saavedra. La feliz abuela, Clara Saavedra, celebraba su propio cumpleaños. “De aquí, vamos al Casco Viejo; y ya, hasta que salga el sol o perdamos el paraguas”, recalcó Clara. Ni un paso atrás.