El sirimiri bilbaino entre pan y pan se saborea mucho mejor

En la Redacción me han dicho que si tuviesen la oportunidad de tener una sección como ésta, la cuenta total al acabar los días sería más elevada. En mi caso, sin pareja ni hijos, no hago mucho más gasto que lo que una persona puede hacer estando a pie de calle en un día normal.

Teniendo en cuenta este factor y, para dar un toque de epicidad a la supervivencia en Aste Nagusia, me he marcado un presupuesto total de 200 euros -algo más de veinte al día- con los que trataré de llegar hasta el momento en el que, el domingo, se complete la quema de Marijaia. Espero no llegar al fin de semana activando palancas para fichar a Nico Williams, quiero decir, para contar con más dinero que pueda gastar en las fiestas.

Volviendo al que fue el segundo día de Aste Nagusia, el plan era simple, estar un día al completo a pie de calle después de las pocas horas que estuve el sábado para acercarme al txupin. ¿Las palabras del día? Cancelado y lluvia. Continuando con los refranes, cuando el viento sopla airado, no hay paz en ningún lado. Gran verdad, llegó el momento en el que no sabía en qué dirección colocar el paraguas para no mojarme.

La novena edición de las goitiberas no comenzó su tradicional bajada por la calle Zabalbide debido a la lluvia que nos acompañó desde primera hora. Con la esperanza de poder seguir el recorrido que hacen los gigantes y cabezudos a las 11.00 horas desde el Museo de Pasos del Casco Viejo, la cancelación fue por el mismo motivo, la lluvia.

Mientras esperaba, fue un buen momento para las primeras consumiciones. El tiempo no acompañaba por lo que un par de refrescos fueron suficiente para amenizar la espera. Aquí salieron los primeros cinco euros del presupuesto limitado.

Después de comprobar que el Gargantúa continuaba tragando niñas y niños, era el momento de comer. Un bocadillo de txosnas fue la mejor opción ya que el sirimiri bilbaino, entre pan y pan se saborea mejor. ¿En cuál ha sido? No lo sé.

Aunque el año pasado obtuviese la graduación cumpliendo mi primera Aste Nagusia, todavía no conozco la distribución que tienen todas las comparsas. En mi travesía por la Gran Vía, he intentado comprar un pañuelo de fiestas pero a las primeras de cambio he dejado de insistir.

¿Cuatro euros por un pañuelo? Me parece excesivamente caro para el presupuesto que manejo. Me haré con uno, sin duda, pero tendré que sacar las dotes de regateo en las próximas horas para poder adquirir un pañuelo a un precio normal.

El presupuesto es limitado y todavía nos queda ir al teatro, a las barracas, al circo y salir de fiesta entre otras actividades... Tendremos que gestionar bien los poco más de 180 euros que tenemos restantes si queremos completar los nueve días de fiesta.