La enorme jaima que monta el Ercilla frente al hotel, en la zona peatonal que da a la intersección con Licenciado Poza, es uno de los iconos de Aste Nagusia. Ofrece el perfil de una txosna-chic, con elegantes mesas altas y cortadores de jamón al fondo.
A mediodía de ayer constituía uno de los lugares en los que respiraba el ambiente. Al resto de la ciudad le costó tomar velocidad de crucero tras el txupin multitudinario. Explotó la fiesta el sábado y se extendió como un tsunami por todos los rincones del Botxo. La oleada se sostuvo hasta el amanecer y, claro, ayer se percibía el reflujo.
Excepto en la jaima del Ercilla. Mientras al otro lado se sucedía el trasiego de taxis y monovolúmenes, buen número de gente se daba a la liturgia del aperitivo.
Pasaron por allí el empresario José Antonio Taramona y Marisa Bereciartua, que habían asistido al apartado de los astados que se lidiaron en la corrida de rejones de Vista Alegre. Cumplían con el rito del selfi Teresa Gutiérrez, Lola Llueca, Mireia Roca e Irene Cara. “Venimos todos los años desde Girona; tenemos una buena cuadrilla aquí de gente de García Rivero”. Tanto que se declararon devotas del Okela.
El zamorano Ángel Martín se hidrataba en compañía de los bilbainos Juan Sancho, Mariana Camacho y un Dioni García que confesó entre carcajadas que salía con ganas de “ligar, comerme un rosco, y beber; vamos, lo normal en fiestas”.
También se encontraban en la jaima María Loizaga, Vanessa Pérez, Luis Rodríguez y Roberto Ruiz, además de la violinista Irune Urruchurtu y su marido, el violonchelista Benjamín Calderón Otoya, ambos de la Orquesta Sinfónica de la Comunidad de Madrid, o Álvaro Díaz de Lezana y el murciano Francisco Guzmán, quien presume de acudir desde hace 35 años “a Bilbo, con la excepción de la pandemia”.
La diputada foral Teresa Laespada departía con la estellesa Celia Albizu; ambas habían quedado con la familia del rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, también navarro.
Llegó el DJ madrileño Wally López con Maite Lozano. Treinta años lleva en el oficio y pondría su música en la terraza. “Sobre todo, electrónica y house”, apuntó. Contó el director del Ercilla, David Martínez Anasagasti, que el jueves pinchará el exmotociclista Fonsi Nieto y que, otro día, animarán la discoteca Third Floor, combo que actuó en la boda de Tamara Falcó.
En el vestíbulo del hotel, el imparable Marino Montero, Javier Diago, Julia Diéguez, la periodista Elena Marsal y los concejales Esteban Goti, Paula Garagalza y Esther Martínez conversaban con el torero y diseñador gráfico de Nimes, Jonathan Veyrunes, autor del cartel de la feria taurina de este año.
Fuera, la jaima iba congregando a cada vez mayor número de irreductibles del aperitivo.