- El veto de Hungría y Polonia a los presupuestos comunitarios y para el fondo de recuperación parece tener los días contados, y es que ambos páises se abrieron ayer, a falta de 24 horas para la cumbre europea que arranca hoy, a desbloquear ambas partidas presupuestarias.

Hasta ahora, tanto Varsovia como Budapest se negaban a permitir la tramitación de los presupuestos en protesta por un nuevo reglamento que permite suspender los fondos europeos a los países donde el Estado de derecho queda de entredicho en muchas de sus instituciones, un mecanismo con el que la UE pretende que se haga un uso adecuado de los recursos financieros que administra a los países miembro.

La ofensiva de los dos países de Europa central para retirar el proyecto ha fracasado, pero la UE parece dispuesta a ofrecerles una vía de retirada mediante una declaración que reafirme la aplicación del reglamento de manera ecuánime a todos los Estados miembros.

Así, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, señalaba el martes por la noche que el acuerdo con el resto de países miembro estaba cerca tras las negociaciones mantenidas en las últimas semanas con Alemania, que ostenta la presidencia semestral de la UE. “Creo que estamos cerca de un acuerdo, que sería una victoria, un resultado bueno para Polonia y Hungría y también podría ser muy bueno para la UE”, señaló el primer ministro húngaro y añadió que, “la lógica de veto o muerte es contraria a nuestro interés nacional”.

Por su parte, el viceprimer ministro polaco, Jaroslaw Gowin, escribió ayer en Twitter que están “a un centímetro de la solución: una Polonia soberana y una Europa común”. Esta solución, según Gowin, permitiría garantizar los “derechos independientes de Polonia” y usar cientos de miles de millones de euros en fondos de la UE.

Pese a esto, la diplomacia comunitaria explica que aún “no hay una confirmación definitiva”. El ministro alemán para Europa, Michael Roth, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE, aseguró el martes que había conversaciones entre bastidores con Budapest y Varsovia y que esperaban encontrar una solución en las “próximas horas o días”.

“En lo que respecta a la presidencia alemana y los gobiernos de Polonia y Hungría, tenemos un esquema de tal acuerdo, ahora depende de Holanda aceptarlo”, dijo ayer el eurodiputado Adam Bielan, del partido Ley y Justicia (PiS), que está al frente del ejecutivo polaco.

Los Países Bajos, como el resto de países frugales -Dinamarca, Suecia y Austria- son los más férreos defensores de condicionar las ayudas comunitarias al Estado de Derecho, aunque todos los países de la UE se han mostrado firmes en su rechazo a modificar este mecanismo como pedían Budapest y Varsovia.

Si no se levantase el veto, no podría entrar en vigor el presupuesto plurianual 2021-2027 y, en consecuencia, tampoco las cuentas de 2021, lo que conllevaría importantes retrasos y recortes en los pagos a los beneficiarios de fondos europeos.

Tampoco podría activarse el fondo de recuperación, aunque la Comisión estudia desde hace días el modo de ponerlo en marcha sin Polonia y Hungría para que las ayudas que urgen por la pandemia lleguen al resto de socios mientras se encuentra una solución al veto.

1,8

El probable acuerdo salvará el legado europeo de Merkel y permitirá que la UE entre en 2021 con un marco presupuestario sin precedentes (1,8 billones de euros en total para siete años).

55%

El bloqueo afectaba, de rebote, al acuerdo sobre reducción de emisiones de C02. El acuerdo con Hungría y Polonia salvará el compromiso europeo de reducir sus emisiones de C02 en un 55% en 2030 en relación con el nivel de 1990.