La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, lamentó este jueves el "ajustado" presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027 pactado en la última cumbre europea junto al fondo de recuperación tras la pandemia, y reconoció que es "una pastilla difícil de tragar".

Tras cuatro días y noches de negociaciones, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) acordaron el martes un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros financiado con la emisión de deuda común y un presupuesto plurianual de 1,074 billones de euros.

Durante una sesión plenaria extraordinaria de la Eurocámara celebrada hoy para valorar el resultado de esa cita, Von der Leyen consideró que el fondo de recuperación es "la luz", frente a la "sombra" del presupuesto plurianual, que aún debe ser aprobado por una mayoría absoluta del Parlamento Europeo (PE).

"El acuerdo del Consejo Europeo proporcionó la luz al final del túnel, pero con la luz también viene la sombra. Y en este caso, la sombra tiene la forma de un presupuesto de la UE para el largo plazo muy ajustado", constató.

En ese sentido, admitió que se trata de "una pastilla difícil de tragar" y reconoció que la propia Eurocámara "siente lo mismo".

En efecto, el presidente del PE, David Sassoli, aseguró el miércoles que la Eurocámara tiene intención de "mejorar" las cuentas plurianuales pactadas por los jefes de Estado y Gobierno y "dar respuestas a algunos recortes que se han hecho".

Von der Leyen apuntó hoy a las "lamentables y dolorosas decisiones" en varios programas "con un valor añadido europeo crucial" y, en ese sentido, se refirió al plan de investigación Horizonte, al de salud o al de inversiones InvestEU.

"Siempre debemos recordar que el valor de los programas de la UE supera con creces su coste", resaltó, para después agregar que, en cualquier caso, se lograron evitar "incluso más recortes, como algunos Estados miembros querían".

Sin embargo asumió que se ha podido cubrir casi en su totalidad "el agujero de alrededor de 70.000 millones de euros" que la retirada del Reino Unido del club comunitario ha dejado en las cuentas de los Veintisiete.

"Eso significa que todos los países deben pagar más", dijo.

Puso de relieve que si al presupuesto para el periodo 2021-2027 se le suman los 750.000 millones del fondo de recuperación, "tenemos ahora una potencia de fuego financiera masiva y sin precedentes" de 1,8 billones de euros, "casi el 13 % de la renta nacional bruta de los países de la Unión Europea".

Así, aseguró que el presupuesto y el fondo de recuperación juntos "incrementarán el porcentaje de políticas modernizadoras a alrededor del 50 %".

"Mira alrededor en el mundo para ver quién más puede decir lo mismo que nosotros", dijo, y añadió que "la presión" de la pandemia de coronavirus "ha abierto puertas que hasta entonces habían permanecido cerradas".

"Hace diez años, durante la crisis económica y financiera, logramos salvar a la Unión y al euro de un desmoronamiento, pero el precio interno que tuvimos que pagar fue gigantesco", comentó.

Destacó que entonces las economías "comenzaron a desarrollarse de forma divergente; muchos jóvenes tuvieron que abandonar sus países de origen para ir a buscar un futuro y un puesto de trabajo" en otros Estados; los socios comunitarios "empezaron a echarse las culpas mutuamente, y las fracturas que eso produjo son perceptibles hasta el día de hoy".

"Esta vez hemos hecho las cosas de una manera muy distinta y yo creo que muchas las hemos hecho mucho mejor", declaró.