Siete votos a favor y dos en contra. Esa ha sido la estimación del jurado popular con lo que el juicio queda visto para sentencia. La Fiscalía y la acusación particular han ajustado a 14 años la petición de condena para la mujer declarada culpable de homicidio, acusada de matar y descuartizar a su pareja en 2020 en el monte Rontegi de Barakaldo.

El jurado que ha estado siguiendo el juicio que se ha celebrado en la sección segunda de la Audiencia de Bizkaia ha estimado el agravante de parentesco, pero ha rechazado que fuera un asesinato "ya que no se ha podido determinar cómo ocurrió y, por tanto, no se puede apreciar alevosía", han ilustrado fuentes conocedoras del caso.

El jurado tampoco ha podido establecer si la mujer asestó un navajazo a su pareja cuando la estaba violando, tal y como mantuvo la acusada en el juicio, aunque ha considerado que esta declaración "puede ser verosímil" dado el "carácter violento" del hombre.

Tras la lectura del veredicto, la Fiscalía ha mantenido la petición de una condena de 14 años por homicidio con el agravante de parentesco, mientras que la acusación particular ha modificado su solicitud de 22 años por asesinato y se adherido a la petición del Ministerio Fiscal.

La defensa, por su parte, ha reiterado la inocencia de la acusada al entender que actuó en legítima defensa al ser víctima de una agresión sexual y ha anunciado apelará la sentencia.

Toda las partes coinciden en que en la madrugada del 17 de junio de 2020 la pareja se encontraba en su habitación en un piso de Barakaldo, donde convivían con los dos hijos menores de ella y, en un momento dado, ella usó "una navaja de 7,5 centímetros de filo que hundió" en el cuerpo del hombre "con ánimo de acabar con su vida", según el fiscal, ya que, de no querer su muerte, hubiera llamado posteriormente a emergencias.

Según el relato de la mujer, el navajazo se produjo en el transcurso de la violación en la que hubo gritos, y al escucharlos, los dos niños entraron en la habitación y ella acudió a atenderles.

Al regresar con su pareja, ésta ya había fallecido, por lo que tuvo miedo de que le hicieran responsable y le arrebataran a sus hijos, y desmembró el cuerpo del hombre para deshacerse de él.

Metió así parte de las piernas en una bolsa y arrastró el resto del cadáver hasta un contenedor.

Según destacó el fiscal en sus conclusiones, no se encontró el cuerpo del hombre, solo las dos medias piernas por debajo de la rodilla, por lo que los forenses no pudieron concluir fehacientemente la causa de la muerte.

Tampoco pudieron certificar la posible violación, ni el consumo abusivo de drogas la noche del crimen porque no se descubrió hasta cinco meses más tarde.

Tras la declaración de culpabilidad, el caso queda ahora a la espera de la sentencia que fijará la pena.