Cantabria no es solo destino ideal de veraneo de muchos vizcainos, también supone el lugar de residencia de cientos de ellos. Con el confinamiento esta cifra aumentó, siendo Castro Urdiales el municipio cántabro estrella en el que muchos nacidos en Euskadi deciden establecer su residencia por la cercanía con Bizkaia y sus precios más bajos en las viviendas. Por ello, el desprendimiento de este sábado que llevó al cierre de la A-8 en Ontón supone para los castreños y castreñas con raíces vascas y con su lugar de trabajo en territorio vizcaino un “problemón”.

Así lo indica Marina Barroeta, que cada día se desplaza de Castro a Bilbao para trabajar. Su jornada laboral es rotativa y cuando está en el turno de mañana se levanta a las cuatro de la mañana, para llegar a las seis a trabajar, por lo que, en cierta manera, “agradece” que el desprendimiento haya sido en sentido Santander. “Imagina que es en sentido Bilbao y por miedo a que haya caravana me tuviese que levantar antes aunque sí que es verdad que a esas horas no hay mucho tráfico”, contaba.

Aseguraba que a la hora de volver a casa no tiene “mucha prisa”, por lo que tampoco le afecta en exceso. Sin embargo, entiende que “habrá mucha gente que si tenga problemas porque tenga prisa por recoger a sus hijos en el colegio, por ejemplo”.

Tamara Sánchez es otra de las vizcainas que viven en Castro y aseguraba que “hay preocupación por aquellos que vuelven a las cinco, a hora punta”. Así mismo, mostraba sus dudas en cuanto a cómo puede afectar el desprendimiento al transporte escolar, ya que el lunes es la vuelta al cole tras las vacaciones de Semana Santa. “Confío en que para el lunes esté todo solucionado”, indicaba esperanzada. Eneritz Sierra, que lleva cuatro años viviendo en Castro, señalaba preocupada, que “espera” que “esto se arregle cuanto antes porque no saber cómo va a afectar el lunes supone que tenga más complicación para organizarme a la hora de salir del trabajo”. Confiesa tener horario flexible para salir del trabajo, y que “no es mucho el tramo que se ha desviado” pero que aun así supone un “desajuste en la rutina”.