Una mujer de unos 45 años de edad nacida en Kenia y nacionalizada española se encuentra actualmente en prisión tras haber sido detenida por atacar en una vivienda del Polígono Norte de Sevilla capital a su compañera de piso, una mujer de nacionalidad congoleña, de 48 años, y arrancarle dos dedos de una mano que intentó fagocitar.

Los hechos acontecieron el 18 de septiembre cuando vecinos de ambas mujeres e incluso la hija menor de edad de la presunta autora de la agresión habrían alertado a los servicios de emergencia de que la encartada estaba intentando acabar con la vida de su compañera de piso en la vivienda del Polígono Norte que ambas compartían, en el marco de una discusión entre las mismas.

Según fuentes policiales, los agentes desplazados hasta la vivienda en cuestión habrían encontrado a la mujer de origen keniata encima de su compañera de piso, quien yacía en el suelo, y ya entonces habría logrado arrancar dos dedos a la víctima para comérselos, en presencia de su propia hija menor de edad.

Fuentes policiales explicaron Diario de Sevilla que todo comenzó con una discusión porque una le arrojó una botella de agua con sal a la otra. Esto originó que una pelea entre las dos, entre acusaciones de brujería. La agresora creyó que ésta estaba poseída y comenzó a atacar a la víctima. Le asestó una pedrada en la cabeza y la tiró al suelo, se produjo un forcejeo y la autora de los hechos comenzó a arrancar los dedos a mordiscos a su compañera de piso. Le consiguió cortar dos dedos, que luego se comió. Después, como para intentar sacarle el supuesto demonio que llevaba dentro, trató de extraerle las tripas, para lo que le introdujo la piedra por el ano.

La intervención de la Policía Nacional fue clave para salvar la vida de la víctima. La mujer fue atendida por los servicios sanitarios y trasladada a un hospital de Sevilla, mientras que la agresora quedó detenida como presunta autora de un homicidio en grado de tentativa. También fue llevada a un centro hospitalario, donde ingresó en el área de Psiquiatría. Una vez reciba el alta, ingresará en prisión. El juez le ha retirado cautelarmente la tutela de la hija de seis años, que presenció los hechos.