Bilbao - "Nada de improvisación". Así de categórica contestó Estefanía Beltrán de Heredia a las hipótesis lanzadas en los últimos días sobre la respuesta desplegada por la Dirección de Emergencias y la Ertzaintza para atender el alud del vertedero de Zaldibar que mantiene sepultado a dos personas. Se hizo, a tenor de los datos facilitados ayer, en cuanto se tuvo conocimiento del mismo: a las 16.13 horas del jueves 6 de febrero.

Ese primer mensaje hablaba de "lengua de materiales" en la AP-8 y que algún vehículo podría haber quedado atrapado. Se movilizaron técnicos de Emergencias, unidades de Tráfico y Policías. La siguiente comunicación decía que seis trabajadores estaban desaparecidos y se pidió el apoyo del helicóptero de montaña y de la sección canina. Las peores sospechas llegaron luego cuando los teléfonos de dos de ellos daban señal pero no respuesta. Para entonces ya se había constituido la Mesa de Crisis con presencia de la propia consejera.

Los recursos movilizados dieron inicio a la búsqueda en superficie con el apoyo de drones equipados con cámaras térmicas. "Y nadie -enfatizó Beltrán de Heredia- menciona la presencia de amianto a los servicios de Emergencia" durante esas primeras horas. No fue hasta medianoche cuando un empleado lo reveló. El protocolo para esos casos fue activado y unas 150 personas y sus ropas fueron debidamente higienizadas, así como unos sesenta vehículos y el helicóptero. "Se activan los recursos y las tácticas según se recibe la información. Puede ser cosa de dos o tres minutos, pero de improvisación nada. Todo en Emergencias está protocolarizado", zanjó la consejera.

El punto más desdichado del operativo -el Gobierno español facilitó imágenes de satélite de la zona- ocurrió el día 8 cuando la lluvia obligó a suspender la búsqueda. "Como hemos trasladado a las familias, las dificultades generadas por la extrema inestabilidad del terreno han hecho necesarias medidas complejas que nos conduzcan con la seguridad necesaria y la máxima celeridad posible hasta la zona donde más probabilidades hay de encontrar los cuerpos de Alberto y Joaquín", manifestó Beltrán de Heredia.