Bilbao - Poco después de que ocurriera el suceso que ayer seccionó la autopista que cruza Euskadi, Agustín Larrea, geólogo experto en geotecnia, estaba en disposición de afirmar que "lo más probable es que se haya movido el talud del relleno, del material que estaba depositado en el vertedero". Se refería así al desprendimiento de tierra procedente de la escombrera Verter Recycling, donde se busca a dos trabajadores que trabajaban sobre el terreno en el momento de los hechos. ¿Y cómo pudo suceder? "Lo que ha debido de ocurrir es que el relleno no tenía las características geomecánicas para aguantar el talud que estaba proyectado", conjetura el experto, que tampoco descarta que las lluvias caídas en noviembre afectaran a la superficie desplazada.

"No ha sido un desprendimiento de una ladera o de un terreno natural", apuntó Larrea, gran conocedor de la zona, quien puntualizó que "lo que ha llegado a la autopista son los materiales que estaban en el vertedero, que está relativamente alejado de la autopista". De hecho, afirmó que es "poco probable que haya sido material que está bajo el relleno", ya que, según indicó, antes de realizar un relleno "de esa envergadura" hay unos estudios geotécnicos y un proyecto, y sobre todo se debe cumplir con la normativa del Gobierno vasco que es "bastante estricta" para este tipo de explotaciones. "Me consta que se ha hecho; si no, no hay autorización que valga", expuso.

El geólogo explicó que cuando se rellena un vertedero, que no deja de ser una "vaguada", previamente se arregla el terreno de debajo para que se pueda asentar bien el material que posteriormente se disemina. "Llega un momento en el que el terreno va cogiendo altura y hay que definir previamente el ángulo que se le va a dar al talud, que mire hacia abajo", explicó, a la vez que aseguró que es muy improbable que dicho talud fuera mayor del que estaba proyectado. "El Gobierno vasco exige cierto coeficiente de seguridad para que se cumpla", indicó.

Otra situación que pudo darse hace referencia al grado de agua que puede soportar el relleno, algo que también contempla la regulación autonómica. "En un vertedero se recoge el agua del perímetro, se calcula incluso cuánto puede llover... En ocasiones se puede romper una tubería o una zanja y, en ese caso, parte de ese agujero se llenaría de agua", aclaró. "Estas semanas no ha llovido apenas, pero arrastramos un noviembre con una pluviosidad altísima. En un vertedero, cuando el agua empieza a coger más altura del que tiene el agujero puede haberle afectado al talud", aseguró Larrea, quien cree que "aunque el material no fuera excesivamente malo, tiene condiciones de estabilidad que ha podido no aguantar".

Respecto a la cantidad de material desprendido, el especialista en geotécnica señaló que se trata de una vaguada "muy grande" cuyo relleno podía estar compuesto por cuatro millones de metros cúbicos de material. Para hacerse una idea de la magnitud, indicó que un camión posee una capacidad de seis metros cúbicos. "El desprendimiento es relativamente profundo, gran parte de lo que es el relleno se ha movido", reveló Larrea. Aunque desde la Diputación Foral de Bizkaia aseguraron que lo que cayó sobre la calzada de la autopista se estima que es alrededor de 4.000 metros cúbicos de inertes, el geólogo apunta que hay un volumen considerable de material que, sin haberse desprendido, se movió.

Los retos Al margen de la apertura de la calzada al tráfico, que la institución foral prevé que pueda efectuarse a primera hora de hoy en sentido Bilbao, el geólogo enumeró las dificultades que a las que previsiblemente se enfrentan. La primera, "y la más importante", hallar a las dos personas desaparecidas. Por otro lado, apuntó la "peligrosidad y vulnerabilidad" que plantea el relleno, situado "en un plano muy inestable", por lo que hay que tener cuidado en cualquier obra que se realice tras la apertura de la AP-8. "Los rellenos que están en la parte del vertedero no se pueden excavar alegremente. Hay que pensar en que si se retiran puede seguir cayendo más material", declaró.

Asimismo, señaló otra cuestión: "Los residuos que están ahí tienen su grado de contaminación, que medioambientalmente pueden provocar una serie de afecciones". En ese sentido, reveló que se presenta un dilema con el espacio en el que depositar el material que se extraiga de la zona cero. "Gipuzkoa tiene actualmente un problema con los residuos al estar el vertedero de Mutiloa colapsado. De hecho, una alternativa que se estaba planteando era llevar sus residuos a Verter Recycling. Ahora habrá que pensar a dónde llevar el material que se extraiga de ahí. No se dispone de sitio, salvo el de Zalla", consideró Agustín Larrea.