El primer servicio de atención integral para menores víctimas de abusos sexuales en Euskadi, ubicado en Vitoria, ha empezado a funcionar este jueves, aunque hasta comienzos del año 2026 no atenderá los primeros casos.

Seguirá el modelo Barnahus ('Casa de la Infancia', en islandés), una forma de entender la atención a la infancia víctima de violencia sexual en la que todos los servicios sociales, judiciales, sanitarios, policiales y educativos trabajan bajo un mismo techo, en un entorno amable y seguro adaptado a la infancia.

El Barnahus de Gasteiz será el primer centro de este tipo en Euskadi, atenderá a menores del territorio de Araba y servirá como referencia para futuras implantaciones en otros territorios.

Según los datos del departamento de Seguridad, entre 2020 y 2023 se registraron 1.009 denuncias por delitos sexuales con víctimas menores de edad, mientras que los casos se multiplicaron de 130 en 2020 a 448 en 2023.

Además, se han incrementado los casos de violencia hacia niñas por parte de parejas o exparejas (25 %) y los delitos de violencia sexual (24,2 %). Según datos de Save the Children, 1 de cada 5 menores en Euskadi puede haber sufrido violencia sexual.

Tendrá cuatro trabajadores fijos y un equipo móvil

El equipo del Barnahus de Vitoria está formado por un equipo fijo y otro móvil. Por un lado, el fijo lo forman 4 personas: un coordinador, una administrativa, una psicóloga y una trabajadora social.

Por otro, el equipo móvil se constituye por un trabajador social y un psicólogo, un pediatra, un médico forense, una ginecóloga, Ertzaintza, fiscalía y judicatura.

Los menores serán derivados a Barnahus a través de los servicios sociales del Ayuntamiento de Vitoria y de la Diputación Foral de Álava y a su llegada al centro al niño o a la niña se le realizará una acogida y una evaluación inicial multigrupo.

A su vez, dispondrá del tiempo necesario para realizar una terapia adecuada a sus necesidades con la psicóloga del centro.

De la misma manera, en el mismo Barnahus, se le podrá hacer un examen médico. Una vez que la persona menor esté preparada (y nunca antes) el niño o la niña realizará el relato de lo que le ha ocurrido acompañado en todo momento por la psicóloga.

Así, podrá comunicar los hechos en un entorno profesional, seguro y sin necesidad de profundizar en el relato.

Conectados a la sala de la declaración, desde una sala contigua, el coordinador de Barnahus, la Ertzaintza, la fiscalía y el equipo médico seguirán en directo el relato de la persona menor. La jueza lo seguirá on-line y el relato de ese niño o niña tendrá el mismo valor judicial que una declaración en un juzgado.

El lugar físico es un espacio accesible, alejado de comisarías y juzgados, cuya ubicación se mantiene en el anonimato y no se difundirá para proteger a los menores que hayan sufrido una agresión.

Barnahus estará abierto de lunes a viernes y el acceso será voluntario, gratuito y confidencial.

En la inauguración, la consejera vasca Nerea Melgosa ha asegurado que como se ha podido ver en Cataluña, donde hay 14 centros Barnahus abiertos, "este modelo mejora la respuesta institucional, reduce el estrés postraumático y garantiza derechos fundamentales".

Melgosa ha subrayado que el modelo Barnahus reduce el trauma de los menores al evitar múltiples declaraciones o desplazamientos entre distintas instituciones.