Los arrantzales vascos han mostrado su total disposición para colaborar con el Gobierno vasco y las diputaciones forales de Bizkaia y Gipuzkoa en el marco del Plan especial de emergencias de Euskadi, Itsasertza, activado en la jornada de ayer martes ante la posible llegada a las costas vascas de residuos microplásticos vertidos al mar por el buque mercante Toconao el pasado 8 de diciembre cuando navegaba por aguas del Atlántico frente a las costas de Portugal. Representantes de las cofradías de bajura de Bizkaia y Gipuzkoa participaron ayer martes en una reunión telemática de urgencia convocada por el Gobierno vasco para analizar la situación.

“Estamos en contacto permanente con las instituciones y desde el primer momento les hemos mostrado nuestra disposición total a participar en las labores de vigilancia, o lo que haga falta, ante la más que posible llegada de pequeñas bolas de plástico a nuestras costas” asegura Eusebio Aranzamendi, presidente de la Federación de cofradías de bajura de Bizkaia.

El grueso de la flota pesquera vasca se halla amarrada en puerto y no tiene previsto comenzar a faenar hasta el mes de marzo con motivo del inicio de las campañas de anchoa y verdel. No obstante, en caso de que el impacto de la contaminación en la costa vasca así lo reclamara, los arrantzales no dudarían en soltar amarras para hacerse a la mar y tratar de evitar que los miles de pellets de plástico que flotan en el Cantábrico alcancen la línea costera de Bizkaia y Gipuzkoa.

“Nuestros barcos permanecen amarrados en puerto desde que finalizara la campaña del bonito de 2023 y no tienen previsto hacerse a la mar hasta finales de febrero-principios de marzo para abordar las costeras de anchoa y verdel. En cualquier caso, si desde las instituciones consideran necesario que salgamos a la mar a recoger pelets lo haremos sin duda ninguna. Nos mantenemos a la expectativa”, destaca Aranzamendi.

Significar que los arrantzales vascos desempeñaron un papel muy importante en los meses posteriores al hundimiento del petrolero Prestige en noviembre de 2002. Diariamente los barcos de Hondarribia, Pasaia, Getaria, Orio, Mutriku, Ondarroa, Lekeitio, Elantxobe, Bermeo, Armintza, Santurtzi y Zierbena se hicieron a la mar para recoger chapapote de manera manual. De esa manera, evitaron que más de 11.000 toneladas de fuel pesado alcanzaran la costa vasca. “En esta ocasión no va a ser nada sencillo recoger las bolitas de plástico en la mar porque se trata de elementos de un tamaño muy reducido que requieren redes con una malla muy pequeña. Sabemos que tarde o temprano llegarán a nuestras aguas y tenemos que buscar la manera e instrumentos que nos permitirán ser efectivos en la recogida de los pellets” subraya el máximo responsable de las cofradías de Bizkaia.

Según las tres simulaciones realizadas por AZTI al objeto de evaluar posibles riesgos, hasta la fecha no se ha observado impacto alguno en el litoral vasco y las previsiones indican la presencia de vientos de componente este y nordeste que, en principio, impedirán la llegada del vertido en los próximos días.

No obstante, en virtud de la activación del Plan especial de emergencias, y con el propósito de anticiparse a la hipotética situación de la llegada del vertido, el Gobierno vasco ha priorizado la intensa labor de vigilancia permanente a través de la coordinación de las diferentes instituciones, organismos y sectores bajo la dirección del vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, a fin de aunar y coordinar todos los esfuerzos.