El pasado 8 de diciembre el buque Toconao, con bandera de Liberia y armador alemán, perdió más de 26.000 kilos de pellets de plástico frente a las costas portuguesas. Cinco días después, el 13 de diciembre, llegó parte del material a una playa gallega y con los días, fue extendiéndose por toda su costa. Ahora, poco más de un mes después, ya se encuentra en arenales asturianos y amenaza con llegar a Euskadi. Manoel Santos, delegado de Greenpeace en Galicia, está viviendo en primera persona este desastre ecológico y, asegura que “las corrientes, al igual que lo hicieron con el fuel del Prestige, llevarán los pellets a la costa vasca”. "Sería muy raro que no aparecieran bolitas en Euskadi", matiza. Sin embargo, reconoce que “hay que ser rigurosos con compararlo con el Prestige porque no tiene nada que ver aquella catástrofe con esto”. 

¿En qué volumen llegará? Esa es, a juicio de Santos, una de las principales cuestiones a tener en cuenta ya que indica que depende de “la suerte”. “Si tenéis buena suerte, llegarán pocos, pero si tenéis mala suerte, y alguno de los sacos que viajan a medias aguas rompe frente a vuestras costas se os llenarán las playas de bolitas de plástico”, indica. Sin embargo, “es difícil saberlo porque desconocemos cuántos sacos liberó el contenedor, ni si este se hundió con parte de los santos dentro, ni cuántos puede haber en el mar flotando a medias aguas”.

Por todo ello, dada la alta probabilidad de que estos microplásticos lleguen a las playas vascas, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, ha anunciado la activación en Euskadi del plan especial de Emergencia por contaminación en ribera del mar .

Sobre la imagen de los pellets en los arenales, Santos indica que “impacta mucho” porque “parece que ha granizado”. Sin embargo, recalca que “esto ocurre varias miles de veces a todas las horas y todos los días del año en todos los océanos”, ya que, según indica, “esto es solo la punta del iceberg”. “Tenemos un problema con los plásticos a nivel global, y al modelo que tenemos, en el que el plástico está tan presente, deberíamos meterle mano con legislaciones internacionales que reduzcan cada vez más su uso y que sean mucho más estrictos”.