Un juzgado de primera instancia de la localidad marroquí de Nador, fronteriza con Melilla, juzgará este lunes a 36 de los 64 emigrantes detenidos el pasado día 24 en el intento masivo de cruzar la valla, en el que murieron al menos 23 personas subsaharianas.

Según informaron fuentes jurídicas, la de este lunes será la segunda jornada del juicio contra estos acusados, después de una primera celebrada la semana pasada en la que los abogados pidieron más tiempo para preparar su defensa.

Se enfrentan a varios cargos

Los 36 acusados se enfrentan a cargos por delitos de "organizar y facilitar la entrada y salida clandestina de personas hacia y desde Marruecos", así como injurias y uso de violencia contra las fuerzas públicas, aglomeración armada y daños a bienes públicos.

En la sesión de este lunes se espera que comiencen las declaraciones de los encausados, la mayoría de nacionalidad sudanesa y que forman parte de los 64 emigrantes detenidos el día 24 sobre los que se ha abierto una causa penal.

Los otros 28 detenidos se enfrentan a un delito de tráfico de seres humanos

Los 28 restantes serán juzgados a partir del 13 de julio en el Tribunal de Apelación de Nador, donde se enfrentan a cargos más graves que los imputados a este primer grupo.

En concreto, a los otros acusados la Fiscalía marroquí les achaca también el delito de organizar la entrada y salida clandestina de personas, pero en su caso "de forma habitual", lo que eleva el delito a la categoría de tráfico de seres humanos.

También se les imputa a esos 28 el secuestro y retención de agentes de las fuerzas públicas para usarlos como rehén, provocar un incendio en el bosque donde vivían los emigrantes e injurias y violencia contra los agentes marroquíes.

Los juicios contra los emigrantes arrancan en el país magrebí en medio de la polémica sobre la actuación policial marroquí contra ellos en su intento de cruzar la frontera.

Críticas de ONGs

Organizaciones internacionales y asociaciones humanitarias criticaron las imágenes de los enfrentamientos con la policía y las posteriores en las que aparecen los emigrantes heridos y supuestamente muertos tumbados en el suelo del lado marroquí esperando horas a ser atendidos.

La ONU condenó "el uso de fuerza excesiva de las autoridades" a "ambos lados de la frontera" y pidió una investigación al respecto, al tiempo que un centenar de asociaciones marroquíes y europeas reclamaron a la Fiscalía del país magrebí que abra una investigación "urgente, exhaustiva y transparente" sobre la muerte de al menos 23 personas -un número que las organizaciones creen mayor-.

La Fiscalía española anunció que ha encargado una investigación para esclarecer los hechos registrados en la valla fronteriza de Melilla, ante su "trascendencia y gravedad".

La tragedia ocurrió cuando alrededor de 2.000 personas subsaharianas se dirigieron en bloque con palos y piedras hacia la valla de Melilla para franquearla, donde la policía marroquí les recibió con gases lacrimógenos, porras y piedras, en el intento de cruce más mortal registrado en la frontera de la ciudad española.

Las autoridades marroquíes afirman que las muertes se produjeron por aplastamiento en una avalancha ocurrida dentro del paso fronterizo al que accedieron los emigrantes y por la caída de varios desde un muro, pero las organizaciones han pedido que se realice una autopsia a los fallecidos para esclarecer los motivos.